|Capítulo 40: Enamorados Y "¿Princesa?"|

442 29 9
                                    

*Editada 17/11/16*

----------------------------------

<Bianca>


--¡Hey! ¡Esa sorpresa me disgusta! Te prometí que te visitaría seguido, que vendría al canal a verlos --me regañó Mica por haber desconfiado de su veracidad.

--¡Y... bueno, no sé! Tal vez no te gustaría volver acá después de lo que pasaste... --me disculpé y ella me sonrió con nostalgia.

--Jamás le diría que no a este lugar.

Le sonreí de vuelta y nos abrazamos. Amaba a Mica, definitivamente.

Ella buscó un espejo por la habitación y se puso a peinarse. Se estaba haciendo una coleta delicadamente, cuando una voz chillona y ansiosa se hizo presente.

--¡Chicas! --llegó la mismísima Laurita Fernández, con una sonrisa malévola en su rostro. Le sonreí de vuelta, aunque igualmente fruncí el ceño y me preparé para lo que sea que pasase. Lau con aquel gesto era peligrosa--. ¡Desembucha, Micaela, tienes algo que contarnos desde el jueves! ¡Cuatro días de infierno pasé por ti! --le gritó.

Mica se ruborizó y abrí los ojos con gesto sorprendido. Me había olvidado por completo de eso.

Ella directamente dejó de hablar y fingió un interés el piso, con la sonrisa de idiota que tuvo la semana pasada. Recién en ese momento me había dado cuenta de lo importante que era el rojo en su cara. ¡Mica Viciconte está ruborizada! ¡¿Es acaso este el fin del mundo?!

La verdad, no tenía ni idea sobre qué se tratase. No vi a muchas personas con esa sonrisa de tórtolo en mi vida, o tal vez a un par. No tenía demasiada gente con la que compararla.

Por ejemplo, hace un año vi a Ludmi así. Acababa de besar a su primer novio. Siempre veo a Gonza así, sinceramente, y de vez en cuando Paio está con aquel gesto, cuando hablamos. No lo comprendía... ¿era algo de romance? ¿Mica Viciconte, enamorada? ¡¿Es algo sobre Nacho?!

--¡Mica, por favor! --exclamé--. ¡No puedo con la incógnita!

Ella alzó su cabeza, insegura, y tomó aire. Se estaba preparando para lo que seguro será algo importante. Sino no tardaría tanto.

--Eh... ¡lo diré rápido! --vociferó, cuando suspiró nuevamente y lo largó--: ¡Nacho y yo somos novios!

Lau y yo nos miramos, paralizadas. ¡Por eso estaba más feliz, por eso quería volver al programa!

¡Ambos son novios! ¡Era obvio, santo Dios! ¡Estoy tan feliz por ellos, tanto que explotaré de la felicidad!

Yo la veía tal vez con Bruno hace un mes, pero... ¿ahora? Ahora... «Nachoela» es vida. ¡Nachoela es todo!

--¡Detalles! --chilló Lau.

--¡Mica, qué feliz estoy por ustedes, mierda! --salté de felicidad.

La teñida en cuestión se ruborizó con fuerza y rió por lo bajo. La abrazamos y empezamos a bailar, mientras ella trataba de escapar de nuestros brazos.

--¡Les dije que serían algo! --exclamé--. ¡Oh por Dios... Tan jóvenes y enamorados...!

--¡Estoy tan feliz por ustedes, hermana! --bailó Lau--. ¡Pero hablo por las dos al decir que queremos detalles!

Mica asintió y empezó a hablar. Nosotras la soltamos y yo aguardé con mucha impaciencia.

--Bueno, hace una semana, más precisamente el lunes... él me pidió una cita. Acepté, claramente. Fuimos a un restaurante un tanto caro y no existía incomodidad alguna. Nunca se me había pasado por la cabeza que él me quisiese como novia --solté un grito, haciendo que volviese a estar roja--. Esta cena terminó bien. Seguíamos siendo amigos, jamás novios. ¡Oh, por Dios, suena tan bien! --exclamó y asentí.

Un Simple «Te Quiero» (Simplezas de Bianzalo #1).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora