|Capítulo 48: "¿Se Conocen?" Y ¡Dos Meses!|

367 27 6
                                    

<Bianca>


--Ah.. hola, Bian --me sonríe vilmente Samantha, mientras sigue acariciando a mi novio en la espalda, cosa que me hacía querer romperle la cara a la muy perra--. ¿Cómo estás?

--¿Qué.. estás.. exactamente.. haciendo? --pregunto, pausando mucho entre las palabras para que denote severidad.

--Habla más bajo, Bian, que despertará.

Ella me sonríe con más pronunciación, cosa que me hace tener más rabia aún.

--Tengo que admitir, Bian.. --empieza, levantándose y apoyando la cabeza de Gonza en el sillón. Él sólo gruñe, y siguió durmiendo--, que «Gonzi» sabe cómo besar a una mujer --comenta, mientras se acerca a mí--. Ya veo por qué estás con él.

La sangre comienza a bullir en mi interior de forma exagerada.

--Samantha.. ¿puedes decirme qué mierda haces aquí? --espeto, haciendo que ella estalle en risas.

--Me gusta cuánto aguantas sin venir a pegarme, «princesa».

Cierro los ojos y mis puños, tratando de mantener la poca calma que tenía en todo momento.

Escucho unos pasos acelerados y una respiración dificultosa.

--¡Steel! --chilla alguien en mi espalda.

Y, en un instante, vi a Brooke saltar sobre la rubia, tirándola al piso y pegándole fuertes puñetazos.

--¡¿Brooke?! --la llamo, horrorizada.

Mica y Lau aparecieron en escena y trataron de ayudarme a separarlas.  Todas estábamos realmente confundidas.. ¡¿por qué le pega?!

--¡Brooke, para ya! --ordena Mica.. en vano.

Samantha chillaba de pavor, y vi cómo de su cara empezaba a salir sangre. Entre todo el jaleo, veo a un cuerpo masculino saltando al lado de Samantha y ayudándola a escapar. Yo lo copio, pero con Brooke.

--¡Imbécil! --vocifera mi amiga y trataba de zafarse de mi agarre.

--¡Cuánto tiempo, «Broo»! --exclama Samantha, aunque esta vez tenía un tono de niña juguetona y dulce en la voz--. ¡Te extrañé!

--¡Deja de joder, zorra de mierda! --aúlla Brooke, y ahí deja de tratar de soltarse y se queda respirando con fuerza, al igual que yo.

--¡¿Qué pasó?! --inquiere Gonzalo, mientras me miraba con el ceño fruncido.

«Oh.. tú de esta no te salvas, Gravano.»

--Bian, suéltame. No la atacaré, te lo prometo --murmura Brooke, y me dirige una mirada que inspira verdad. Suspiro y la obedezco.

--Ustedes cuatro tienen mucho que solucionar --me susurra al oído Lau--. Mica y yo las esperamos en el comedor.

Ambas salen del cuarto y cierran la puerta. Gonzalo me mira, furioso, y luego mira a las otras dos.

--¿Y bien? --husmea él, y vuelve a observarme.

--Eso debería preguntártelo yo, «Gonzi» --le respondo, sonriendo como la rubia.

Él me dirige una mirada de confusión, y, acto seguido, suelta a Samantha, quien nos dedica una rápida sonrisa malévola, aunque después pone su típica cara de perro mojado a Gonzalo.

--¡Ellas me atacaron, Gonzi! --se hace la víctima la rubia, haciéndole un puchero al nombrado--. ¡Brooke me hizo daño!

--¡Deja de ser tan perra, Steel! ¡¿No te das cuenta de que tus facciones de regalada no funcionan con él?! --espeta, y se acerca más a mí--. ¡Él tiene novia, imbécil! ¡No la cambiará por tu puchero ya tocado por miles de hombres aburridos o tu cuerpo lleno de cirugías baratas!

Un Simple «Te Quiero» (Simplezas de Bianzalo #1).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora