Un Simple «Te Quiero» (Simplezas de Bianzalo #1).

|Capítulo 59: Historias Y Recuerdos|

¡Por favor, lean la nota del final! Muchas gracias <3

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-Actualidad-

<Mark>

--¡Llegaste! --exclamé al mellizo, quien estaba jadeando.

--Sí y... Lo siento. No pude deshacerme de los chicos... Están viniendo ahora --avisó Nacho y respiró hondo un par de veces--. Vine corriendo para que me pierdan de vista... No logré nada.

Él señaló a una pandilla de personas que venían hacia nosotros.

--No pude avisar nada a Mark y a los Sellers, así que se unieron al grupo de gente furiosa que quiere entender qué mierda estamos haciendo para no contarles --añadió y asentí.

La muchedumbre llegó donde estábamos nosotros y Brooke se adelantó y nos pegó una cachetada a cada uno.

--¡¿Qué haces?! --exclamó Nacho, indignado. Yo ni me inmuté.

--¡No nos avisaron nada sobre dónde estaba Bianca, nada! --chilló la castaña y Nacho suavizó la mirada--. ¡Mark sólo nos dijo que creía saber dónde se encontraba, y el otro idiota simplemente se esfumó! ¡¿Quiénes se creen que son?!

--Lo siento, ángel --Traté se suavizar su enojo y parecía estar dando resultado--. Yo quería hacerlo, pero...

--¡Esperen un minuto y explíquennos qué mierda está pasando ahora! --saltó Lau, furiosa--. ¡¿Dónde están Gonzalo y Bianca?! ¡Y no me voy a conformar con mentiras, eh!

Tragué saliva y Nacho, arrepentido, empezó a narrar todo lo que sabíamos.

--¡¿Qué?! --gritó Michael--. ¡¿Y cómo entraremos ahí?!

--¿Estás seguro de que no hay otra puerta por ahí? --Bruno inspeccionó con la mirada el edificio.

--Recorrí sus cuatro paredes como tres veces... No hay una ventana siquiera --dije sin ilusiones.

Mica pareció tener una idea repentina.

--¿Y si subimos al techo? --propuso y me quise pegar por un momento. ¡Teníamos que ir por el techo!

--¡Ay, mi novia es una genio! --exclamó Nacho y le robó un beso rápido, pero lleno de dulzura. Todos le dirigimos una mirada de fastidio--. ¡¿Qué?! ¡No me miren así! ¡Entiendo que la situación no lo merite, pero todos sabemos que si Gonza y Bian estuvieran en nuestra posición, ellos harían lo mismo!

--¡No hables de ellos como si estuviesen muertos, Nacho, por Dios! --lo retó su mellizo, indignado.

--Es una buena idea, Mica... --dijo Pity, ignorando al dúo--. ¿Pero cómo subiremos ahí, de todas formas?

--No... No estoy segura. ¿Alguien ve una escalera? --consultó y echamos un vistazo alrededor... Estaba desierto.

--¿Saben qué? Déjenme. Yo arreglaré todo --aseguró Michael, salió del grupo que habíamos armado sin darnos cuenta y se aproximó a una chica que lo miraba como si fuese la mejor cosa que le pasó en su vida.

Seguro es una fanática, por Dios.

Arqueé una ceja ante tal acción.

--¡No tenemos tiempo para fanáticos ahora! ¡¿Qué mierda hace?! --estalló en susurros su hermana.

--Hola, Michael --murmuró, embobada, la chica. Tendría alrededor de siete años, parecía bastante tierna alabando en su cabeza a Mike.

--Hola, pequeña --saludó él y se agachó para estar a su altura--. ¿Eres una Vendedora?