"Después de la tempestad viene la calma"
Creo que esa frase es la que le aplica a esta historia, porque a pesar de tantas altas y bajas, todo tiene una solución.
Luego de pasar un rato más en el centro comercial, decidimos volver a la escuela. Ya iba a ser hora de salida y Alex pasaría por mi. -Oye, quería saber si te gustaría ir hoy, en la noche al cine.-dijo tímido. -¡Claro!-sonreí. -Bien,-sonrió - paso por ti a las 8:00.-me dio un beso en la mejilla - Te quiero.-susurró y se fue. Yo me quedé allí, en medio de todo y todos, sonriendo como loca enamorada hasta que me llamaron. -Isabel.-dijo Nayeli pasando una de sus manos cerca de mi rostro. -¿Ah?-la miré. -¿Estas bien?-preguntó preocupada. -Si.-dije y le sonreí. -Oye, ¿donde te habías metido? Te eh estado llamando todo el día pero no me contestas.-dijo. -Tenía el celular apagado. Estaba con un amigo.-dije despreocupada. -¡¿Con un amigo?!-dijo con sus ojos abiertos a tope-¿Que habrás echo Isabel?-me miró. -¡Nayeli, por Dios! Tienes que dejar de juntarte con tu noviecito Mauro. Te está dañando el cerebro.-dije. -Si, en cuanto a eso...-bajó la cabeza - terminamos. -¿Qué? ¿Por qué? - pregunté dándole un abrazo. -No era para mi.-dijo llorando en mis brazos - Me engañó. -¡¿Qué?!-deje de abrazarla para mirarla-¿Con quien?-pregunté más que molesta. -No te alteres Isabel. No es para tanto.-dijo tratando de tranquilizarme. -¿Que no es para tanto?-dije molesta-¿Donde está ese malnacido? Ahora mismo me va a escuchar.-dije buscándolo con la mirada. -No Isabel. Tranquilizate.-dijo tratando de que la mirara. -No Nayeli.-dije y seguí buscándolo hasta que lo encontré-¿Con esa estúpida fue con quien te engañó? -Si.-susurró. Me dirigí echa una furia hacia ellos y jale a estúpida esa del cabello. -¿Que es lo que te ocurre estúpida? -me gritó. -No hables si no quieres que te rompa la cara muñequita, y en cuanto a ti,-me dirigí hacia Mauro - no te quiero volver a ver cerca de Nayeli o si no te juro que lo lamentaras.-dije mirándolo directamente a los ojos con furia. -¿Es una amenaza preciosa?-dijo tomándome por la barbilla. -Tómalo como quieras.-dije quitando su mano bruscamente de mi cara y pateandolo en la entrepierna - Solo ten cuidado de con quién te metes, idiota.-dije alejandome. Me abrí paso entre toda la bola de gente que se formó a mi alrededor y me dirigí hacia Nayeli. -Ya está, ahora vamos.-dije seria y nos fuimos a mi casa. -Hola mamá.-dije seria. -Hola Elizabeth. -saludó Nayeli a mi madre forzando una sonrisa. -¿Todo bien?-preguntó mi madre preocupada, mirándonos a las dos. -Problemas en la escuela.-dije tratando de evitar el tema al frente de mi madre - Estaremos arriba, por si nos buscas.-dije y subí junto a Nayeli. -Ahora sí me cuentas. ¿que fue lo que pasó?-pregunté cuando ya estuvimos en mi habitacion. -Yo estaba caminando en la parte de atrás de la escuela, buscándote, hasta que alguien me dijo que fuera a los baños. No le hice caso hasta que otra persona me dice lo mismo, así que decidí ir. Cuando entré, me encontré a Mauro y la zorra esa, casi tragándose en los baños. Los dos estaban sin camisa.-bajó la mirada dejando que algunas lagrimas se escaparan - Salí del baño tan pronto pude y no quería decir esto pero, tenías razón. -dijo y las dos reimos. -Que ese idiota le de gracias a Dios que no lo castro ahora mismo.-dije abrazandola y ella rió. -Ya no lloraré.-dijo limpiándose las lagrimas. -Exacto. Mañana iremos de compras.-dije sonriendole. -Ahora me toca a mi hacer las preguntas. ¿Donde y con quien estuviste todo el día?-preguntó. -Estuve en el centro comercial, con Zabdiel,-dije tratando de ocultar mi sonrisa de tonta - y me invitó a salir al cine.-dije bajando la cabeza con una dejando escapar un suspiro. -¿Que? ¿Cuando?-dijo emocionada. -Hoy, a las 8. -Acaso estas demente Isabel. Ya van a ser las 7. Tienes que alistarte.-dijo levantándose de la cama y yo la miré-¿Que haces ahí mujer? Levántate y entra a bañar.-dijo. Yo reí, tomé mi toalla y entré a bañar. Salí, me puse mi bata y salí. -Aquí está lo que te pondrás, entra y pontelo.-dijo dándome un traje y empujandome hasta el baño nuevamente. -Pero solo es una salida al cine.-dije. -Yo se lo que hago. Tu ponte eso.-dijo cerrando la puerta del baño para que me vistiera. Yo me puse el traje que me dio y luego salí. -¿Y ahora?-pregunté mirando mi cuerpo con traje. -Ven.-dijo dándole palmadas a la cama para que me sentara. Yo me senté y ella me peinó. Cuando terminó me maquillo un poco y me pasó unas converse blancas. -¿Acaso estas loca? ¿Unas converse?-pregunté tomandolas. -Tu solo pontelo y veras como te queda.-dijo guardando el maquillaje. -Ay, esta bien.-dije y me puse las converse y luego me miré al espejo...
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No me veía para nada mal. -¿Te gustó?-preguntó Nayeli. -Me encantó. - dije sonriendo. -Y tu quejandote.-dijo riendo - Ya me tengo que ir Isabel. Gracias por todo en verdad.-dijo dándome un abrazo - Me avisas como estuvo las cita con Zabdiel.-me miró pícara. -¿Cita? Solo es una salida, como amigos, supongo.-dije bajando la cabeza - no creo que el se fije en mi. -¿Una salida? Es más que eso Isabel.-dijo acercándose a mi - Eres muy bonita, claro que se fijará en ti. Si no, está muy ciego. -dijo sonriendo-Ahora, ve y muestra tu mejor sonrisa, ¿de acuerdo? Eres hermosa tal y como eres.-terminó sonriendo y se fue. Suspiré. Me miré frente al espejo y repetí muchas veces, "soy hermosa" frente al espejo hasta que tocaron el timbre. Tenía que ser Zabdiel. Me puse un poco de perfume y arreglé un poco mi cabello. -Isabel, te buscan.-dijo mi madre abriendo la puerta. -Ya voy.-dije sonriendo. -Que linda.-dijo mi madre sonriendo. -Gracias.-dije y bajé. Allí estaba Zabdiel, hermoso como siempre. -Hola.-dije timida per sonriente y el se volteo. -Ho...la.-dijo y se quedó con la boca abierta - Te vez hermosa.-dijo con timides. -Tu tampoco te quedas atrás. -dijo sonriente. -¿Vamos?-preguntó. -Vamos.-afirmé y nos fuimos. -Te vez muy hermosa.-dijo metiendo las manos en sus bolsillos. -Gracias, supongo.-dije un poco sonrojada. -Me gusta cuando te sonrojas.-dijo pero luego me miró preocupado - Se supone que eso no lo dijera en voz alta.-dijo y luego me miró más preocupado - eso tampoco se supone que lo dijera. -Esta bien Zabdiel. Ya se, lo se.-dije riendo - Tu también te vez lindo diciendo idioteces como ahora.-dije riendo. -¡Oye!-dijo riendo - Tu provocas eso.-dijo y me miró preocupado. -Ya se, eso tampoco se supone que me lo dijeras. - lo miré y el asintió apenado. Reí. Luego de un rato caminando, llegamos al cine. Zabdiel pidió nuestros boletos y luego entramos. Veríamos una película de misterio, por lo cual estaba un poco nerviosa, pero estaría con Zabdiel. La película comenzó en un día soleado, lo que me tranquilizó un poco pero luego el ambiente comenzó a tornarse un poco mas escalofriante. En un momento y sin darme cuenta, tomé la mano de Zabdiel sin darme cuenta. Se sentía bien, sentía una pequeña corriente eléctrica que corría desde mi brazo hasta mi corazón. La película terminó y nosotros nos fuimos. Caminábamos hacia mi casa hasta que llegamos. -La pasé bien.-dije sonriente. -La pasamos genial.-sonrió mirándome a los ojos. -Hay que repetirlo.-sonreí. -Si.-sonrió. -Bueno, ya tengo que irme.-dijo. -Ya es un poco tarde. ¿No quieres quedarte o que mi madre te lleve a tu casa?-pregunté. -No, está bien. Gracias. -dijo. -¿Seguro?-pregunté insegura de su reapuesta. -Seguro.-me sonrió. -Bueno, me llamas cuando llegues. Ten mucho cuidado, por favor.-dije. -Lo tendré.-dijo para luego besar mi mejilla - Te quiero.-susurró en mi oído provocando que mis bellos se herizaran. -Zabdiel,-dije antes de que se fuera por completo - yo también te quiero.-dije sonriendo. -Hasta luego.-dijo sonriendo y se fue. Yo subí con una enorme sonrisa en mi rostro. Entré a bañar, me puse mi pijama y luego de unos minutos, Zabdiel me envió un mensaje.
|Mensaje| Zabdiel: Llegué a mi casa. Espero que sueñes bonito. No olvides que te quiero. Tal vez y si quieres podamos salir mañana. Buenas Noches.
Isabel: Claro que podemos salir mañana. Tu solo dime cuando y listo.
Zabdiel: Te invito al parque de diversiones. ¿Quieres?
Isabel: De acuerdo.
Zabdiel: Esta bien. Te Quiero, Buenas Noches.
Isabel: También te quiero. Buenas noches.
Puse mi celular a cargar y me fui a dormir con una enorme sonrisa. Este chico cada día me gustaba más.
