Capítulo 10

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Un día algo extraño.

Hoy me desperté por mi propia cuenta. Vi el reloj, indicaba las 9:25a.m. El día perfecto para ir a la playa. Decidí levantar a Nayeli y llamar a Alex así que así lo hice pero Alex no podía así que Nayeli y yo decidimos prepararnos. Yo entré a bañar, me vestí...

 Yo entré a bañar, me vestí

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bajé y luego de un rato, bajó Nayeli, desayunamos y nos fuimos a la playa

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bajé y luego de un rato, bajó Nayeli, desayunamos y nos fuimos a la playa. En el camino le contaba a Nayeli lo que había pasado ayer con Zabdiel y eso hasta que llegamos. Nos bajamos y comenzamos a caminar hasta que encontramos un lugar. Acomodamos nuestras cosas, nos pusimos un poco de bronceador, y nos acostamos en nuestras toallas boca arriba hasta que unos chicos se nos acercan.
-¡Hola!-dijeron sonriendo.
-Hola.-dijimos mirandolos.
-¿Podemos?-dijeron pidiendo permiso para sentarse.
-Emmm...claro.-respondimos sentandonos.
-¿Como se llaman?-preguntó el chico de ojos claros.
-Yo me llamo Isabel y ella es Nayeli. ¿Como se llaman ustedes?-pregunté.
-Yo me llamo Erick y el es Richard.-dijo sonriendo y mirándome directamente.
-Bien.-dije sonriendo.
Todo el día la pasamos hablando y jugando con Erick y Richard. En verdad la pasamos bien. Intercambiamos números a la hora de irnos y luego cada quien siguió su camino. Eran las 5:30p.m. y no tenía nada que hacer. Nayeli había salido al dar una vuelta y yo estaba tirada en el sillón viendo Netflix con un bote de helado. Entre todas las películas decidí poner una de terror. En verdad daba un miedo que creo que no iba a poder dormir en toda la semana.
-No te atrevas a abrir esa puerta. No seas bruta mujer.-dije con miedo-¡Ah!-grité espantada al escuchar el timbre.
Deje el bote de helado en la cocina y abrí la puerta para encontrarme con Zabdiel.
-Zabdiel, hola. ¿que haces aquí?-pregunté confundida.
-Solo vine a verte. Perdón por venir sin avisar pero en verdad necesitaba verte.-dijo.
-Ok, pasa.-dije aún confundida.
Pasamos a la sala donde estaba todo oscuro. Había decidido cerrar la cortina y apagar las luces para darle un ambiente terrorífico a la sala. Invité a Zabdiel a sentar y luego me senté.
-¿Por qué necesitabas verme?-pregunté.
-No lo se. Tenía esa necesidad de verte en mi pecho y no me dejaba en paz. Espero no molestar con mi visita sorpresa.-dijo.
-Claro que no. Aparte Nayeli salió a dar una vuelta y me quede sola y aburrida.-dije.
-Si quieres podemos salir a dar una vuelta.-sugirió.
-Dale. Me cambió y nos vamos.-dije y luego subí las escaleras.
Me vestí...

bajé y nos fuimos

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bajé y nos fuimos. Caminamos desde el apartamento al camino de la fama. Era tan genial estar allí. Había planeado venir con Nayeli pero será otro día. Había gente y yo solo rezaba para encontrarme a un famoso. Sonará estúpido pero quiero encontrarme a un famaso. Seguimos caminando con la mirada de algunos chicos sobre mi. Zabdiel parecía tener celos porque de la nada me tomó de la mano pero no dije nada. En ese momento y sin querer choqué con alguien.
-Lo siento.-me disculpé volteándome hacia la persona con quien había chocado.
-Oh, no te preocupes.-dijo el chico.
Cuando lo miré no lo podía creer. Juanpa Zurita estaba al frente mío. Me emocioné tanto que le di un abrazo.
-Oh mi Dios. ¿Podemos tener una foto?-pregunté emocionada.
-Claro.-dijo riendo.
Nos tomamos una foto y luego de agradecerle él se fue.
-Wow! ¿Viste eso Zabdiel? Conocí a Juanpa Zurita. No lo puedo creer.-dije emocionada aun.
-Si.-dijo algo celoso.
-Zabdiel.-dije acercándome.
-¿Que?
-Te quiero.-dije dándole un beso en la mejilla.
En ese momento sus celos se fueron y su rostro serio fue sustituido por uno de felicidad.
-Yo también te quiero.-dijo sonriendo.
Seguimos caminando entré bromas hasta que tuvimos que volver a casa.
-Es tarde. ¿Seguro que no te quieres quedar?-le pregunté por quinta vez.
-Si, estoy seguro.-dijo riendo.
-Es la una de la mañana Zabdiel. ¿seguro?-volví a insistir.
-Esta bien.-se rindió.
Entramos y subimos a mi habitación. Bueno, yo me iré a cambiar. Ponte cómodo.-dije para luego entrar al baño.
Me cambié por una camisa que me quedaba grande, me llegaba a las rodillas, me hice una coleta algo alocada y luego salí. Zabdiel estaba tirado en la cama, boca arriba y sin camisa.
-¿Vas a dormir en jeans?-pregunté.
-No quiero incomodarte.-dijo.
-No sería la primera vez que dormimos así.-dije.
-Bueno.-dijo levantándose para quitarse el pantalón.
-Oh Dios mío. No sé lo que hizo con su cuerpo pero Dios se lo bendiga. Esta on fire.-pensé.
Decidí acostarme y luego se acostó Zabdiel a mi lado.
-Wow! Aun recuerdo las noches que dormíamos así, a escondidas de nuestras madres.-dijo riendo.
-Si.-reí junto a él.
-Extraño esos días.-dijimos al unísono y reimos de nuevo.
Hubo un momento de silencio donde nadie decía palabra alguna. Solo dejamos que nuestras mentes descanzaran y nuestros corazones tomarán su lugar. Nuestros rostros se iban acercando poco a poco hasta fundirse en un tierno y dulce beso. Como había extrañado sus labios. Lo necesitaba tanto. No podría decir que ya lo había olvidado porque fue mi primer amor verdadero. Con el pasé tantos momentos inolvidables y ahora que nos encontramos otra vez no se que pasara. Solo cuando me di de cuenta, mi camisa estaba tirada a metros de mi cama y Zabdiel besaba mi cuerpo.
-Zabdiel.-dije agitada - Zabdiel. -volví a repetir.
El se levantó y me miró. Sus ojos estaban llenos de deseo.
-Deberíamos parar esto. Nayeli esta durmiendo en la otra habitación.-dije tratando de calmar mi respiración.
-Creo que sí. Seria lo mejor.-dijo levantándose.
Yo me levanté, tomé mi camisa y me la puse y luego me acosté al lado de Zabdiel.
-Lo siento.-susurró.
Yo lo miré y sin pensarlo lo besé.
-No tuvimos la culpa. Fue algo del momento y que no se pudo controlar.-dije y luego me voltee dándole la espalda.
El me abrazó y luego se durmió. Yo no podía parar de pensar en que pasaría ahora con nosotros. Luego de esto las cosas no volverán a ser iguales.

You&I - Zabdiel De Jesús {Pausada Temporalmente}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora