Campamentos en acción [EDITANDO]

15_Campamento 2.0

Caminamos y yo no veía nada que llamase mi atención.

Lo único que veía eran árboles, césped.... y más árboles.

Saqué mi móvil y puse la canción de "Le sens de la vie" que es una canción francesa que descubrí hace poco y me encanta. Es divertida y pegadiza. Metí el móvil en mis bolsillos y me puse a bailar mientras cantaba.

Sostenía a Humo y bailaba con ella. Seguro que piensa algo como "menuda dueña más loca que tengo" y no la culpo por ello. Por un momento, me olvidé de todo.

Olvidé que en estos mismos momentos no estoy sola, olvidé a mi hermana, olvidé a Luke, olvidé a mi familia, lo olvidé todo... Y era feliz en esta soledad.

Es una sensación extraña. Me siento sola pero protegida. Soy feliz y ya está. No hay ni truco ni cartón. La música hace que me olvide de todo.

Pero claro, hay que volver. Recordar dónde estoy, con quién estoy y recordar mi vida, prácticamente. Abrí los ojos y justo tropecé con una piedra.

Cerré los ojos fuerte esperando el duro impacto, pero esta sensación no llegó. Abrí los ojos lentamente temiéndome cualquier cosa. Pero al abrirlos, me encontré su figura.

Estábamos a escasos centímetros del suelo. Sus brazos rodeaban parte de mi cintura y mi espalda. Nuestros rostros estaban separados por menos de cinco cm del suelo. Sus ojos me miraban con detenimiento y notaba su aliento en mi cara. Olía a menta fresca y eso me encantaba. Se fue acercando lentamente hasta posar sus labios sobre los míos y le correspondí.

Una parte de mí me decía que esto estaba mal, pero la otra me obligaba a seguir teniéndolo, porque algo en el despertó mi curiosidad.

Sentía un torbellino en mi estómago, cosa que no había sentido antes con Luke. Era como si me dijese todo con un simple beso. Nos tuvimos que separar por la falta de aire pero volvió a besarme. Rodeé su cuello con mis manos y él abrazó mi espalda. Hacía círculos alrededor de mi columna. Nos volvimos a separar y apoyé mi frente en la suya.

-¿Sabes que esto no esta bien, verdad?-Le dije aún hiperventilando.

-Lo sé, pero es que no lo entiendes. No puedo evitarlo, es tan... difícil. No puedo estar sin verte sonreír o no puedo verte triste. Es irresistible la idea de poder besarte, aunque sepa que esté mal.-Dijo él y me sorprendió.

-Yo creo que...-Un maullido nos interrumpió.- ¡Humo!-Chillé y nos separamos rápidamente.

Busqué por todos lados y la encontré entre unas hojas detrás de un tronco. La cogí entre mis brazos y me lamió toda la cara.

-Dios cosita, si te llega a pasar algo yo...-No pude terminar la frase.

-Vale fue sin querer.-Dijo Thomas encogiéndose de hombros.

 -Thomas, ¿es que no lo entiendes? La protegeré con mi vida, es mi chica humo.- Dije y el asintió agachando la cabeza.

-Paula, tú eres mi chica humo.-Dijo acercándose con la intención de besarme (again)

Pero algo al otro lado del tronco llama mi atención.

Hay varias cabañas parecidas a las nuestras, y de una de ellas sale....

¡¿WHAT, MI HERMANA?! 

¿Qué se supone que hace aquí? Se aleja y se mete en una cabaña de un chico rubio. 

-¿Esa no es...?-No le dejo acabar.

-Sí lo es.-Digo pero una voz detrás nuestra nos sorprende.

-¿A quién espiáis?-Dijo una chica. Es rubia, con los ojos en un color verde/azul y con unas mejillas coloradas. No es muy alta y es delgada. Viste con unos shorts color verde claro y una camiseta celeste. Es bastante guapa y parece simpática.-Oh, ¿eso es un gato?- Dijo acercándose.

//No, es una sartén//

Ya basta bayeta.

-Perdonad que no me presente.-Dijo mirándonos.-Soy Kira, y vosotros sois...

-Él es Thomas y yo soy Paula. Encantada.-Dije estirando una mano. Ella la estiro e hizo igual con Thomas, lo que pasa es que a él le sonreía de una manera...Distinta.

-Bueno, ¿qué hacéis aquí? Con un gato- Dijo riendo.

-Buscábamos la costa.-Dijo Thomas.

-Oh, pues por aquí, mal vais.- Dijo riendo.-Es en dirección contraria.

Fulminé a Thomas con la mirada que ponía cara inocente.

-¿Eso es un campamento?-Le pregunté a Kira.

-Sí, el campamento Bell Russel.-Dijo sonriente.- Pero... Será mejor que os vayáis.

-¿Por?-Pregunté curiosa.

-Enserio, no estoy para bromas, tenéis que iros...-Dijo ella mirando a Thomas que miraba un punto en la nada.

-Está bien, algún día podríamos quedar.-Dije intentando ser amable.

-No es buena idea. Y me apetece mucho. Pero no nos conviene.-Miró fijamente a Thomas.-Llévatela.

Él solo asintió y me levantó del suelo. Me paré en seco antes de irnos.

-Solo te diré una cosa. Mañana vendré aquí mismo. Puedes venir a verme, o quedarte Bell Russel.-Dije y ella miró hacia abajo.

Thomas tiró más fuerte y comenzamos a hablar.

-Bienn, suéltalo.- Le dije a Thomas.

-¿El qué?

-Tú ya sabes.-Dije rodando los ojos.

-Bien, em... Creo que la caes mal.- ¿Enserio? Me habría creído antes que pensaba que era un unicornio y la daba miedo.

-Vale, ya he escuchado la mentira, ahora quiero la verdad.- Él suspiró y comenzó.

-Hace unos años, nuestro campamento, era muy famoso. Venía gente de todos los institutos, países, ciudades, etc. Iba genial, y un año les sorprendió la poca gente que fue.

Se dieron cuenta de que, a tan solo un par de kilómetros, habían construido un nuevo campamento, el Bell Russel, que se llenó de gente, tanto o casi más que el nuestro. 

Tenían unas instalaciones excelentes, y unas actividades muy entretenidas y divertidas. Cuando los creadores de nuestro campamento se enteraron, decidieron hacer una reforma. 

Pero una de esas noches, unos cuantos "agentes" de seguridad del campamento Bell Russel, destrozaron las instalaciones y prácticamente, solo quedaron trozos de pintura seca, donde antes había hermosas cabañas de madera. 

Desde ese momento comenzó una especie de guerra basada en el sabotaje. Cuando las noticias de lo que se estaban haciendo entre campamento, fueron demandados y la gente no acudió tanto a ambos. Pero esa guerra nunca acabó.

Son la competencia, un enemigo que acabó con la fama de este lugar.

No te acerques a ellos, es peligroso. Kira tenía razón. No puedes tener ningún tipo de contacto con ninguna persona del Russel.

Por favor, Paula, no vayas mañana. Es algo que nadie a acabado nunca y nunca lo acabarán.- Soltó todo y yo quedé impresionada.

Pero dijo una frase que quedó en mi mente grabada a fuego.

-No sé que somos, incluso si no somos nada, no quiero que te vayas.-

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