20_Noticias sorprendentemente sorprendentes.

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Me despierto con el dulce y melódico sonido de LA ALARMA DEL DEMONIO (insertar un TAN TAN TAAAN). Busco con la mano el dichoso relijito de Lola Bunny, (me guzta ok?) y le pego un manotazo haciéndolo caer, pero tranquilos, que lo he tirado 1000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000 de veces y nunca le ha pasado nada malo, es mi bebé bonito.

Con toda la pereza del mundo, me levanto arrastrando mi culo de zombie deprimido y me visto con una chaqueta rosa, un top deportivo blanco y mis adidas negras con la marca en rosa. Cojo una mochila del armario y meto pues lo normal: dos barritas de cereales con chips de chocolate, bebida isotónica, una botella de agua pequeña, Reflex y mi muñeco personal de Rainbow Dash de My Little Pony. Todo normal, todo correcto.

Me recogí el pelo en una coleta algo despeinada, (por no decir que ni siquiera me pasé el cepillo) revisé mi mochila y salí de mi habitación, sigilosamente evitando que alguien se despierte

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Me recogí el pelo en una coleta algo despeinada, (por no decir que ni siquiera me pasé el cepillo) revisé mi mochila y salí de mi habitación, sigilosamente evitando que alguien se despierte.

Son las 10:45 am de un Domingo. Y diréis, ¿a las doce tienes que estar en el punto de encuentro, verdad? Pues ¡Surprise! Tengo el día libre. Y ahora diréis, ¿y eso a qué se debe?

Bueno os contaré un poco como va esto.Todos los días se hacen actividades, a excepción del Domingo. Los sábados por la noche hay fogata y el domingo está para dormir o para tener un poco de vida social, (si es que consigues cobertura). 

Hoy es un día perfecto para correr e ir a perderme por el "bosque". Empiezo con un suave trote hasta llegar a la fuente de piedra, donde empiezo con un paso más ligero. El sol me da en la espalda, lo que es bueno, ya que si tuviese que llevarlo al frente, no sería muy agradable.

Cuanto más me adentro en el bosque, más silencio se crea. Se está en un ambiente tranquilo, con la temperatura perfecta aunque esté sudando como si estuviese metida en una sauna con solamente una toalla y mujeres "mayores" que se llevan revistas y cotillean sobre el estreno del último capítulo de su telenovela favorita.

Lo único que escucho es mi respiración entrecortada, a veces doy grandes bocanadas de aire, pero solo a veces, ya que tengo que estabilizarme. Oigo el retumbar de mis pasos contra el pasto del suelo, que está seco, ya que desde que he llegado no a llovido. Los latidos de mi corazón retumban en mis oídos y siento la sangre bombeando en mi cabeza.

Veo un árbol bastante grande, robusto aunque parece que ya tiene bastantes años. Tiene algunas lianas colgando y la corteza es blanda, suave y flexible. Arriba, no a mucha distancia del suelo, se puede ver una rama, que sin ningún problema aguantaría mi peso.

Apoyo mis pies en algunos salientes de la corteza y agarro con mis manos algunas lianas envolviéndolas alrededor de mi antebrazo, para poder impulsarme. En un abrir y cerrar de ojos, consigo estar subida a la rama, y me siento sobre ella, sabiendo que aún podría aguantar el peso de otra persona.

Campamentos en acción [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora