11. Conociendo a la divassa

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La cabaña por dentro era mucho más impresionante que por fuera. "Lo bonito está en el interior" En este caso ha sonado a anuncio de Ikea a si que os diré como es.

Hay ocho camas individuales a ambos lados de la cabaña. Están repartidas en cuatro y cuatro. En el centro de la cabaña hay una alfombra roja de terciopelo. Hay una televisión de plasma, un sofá, varios armarios, una mesa redonda y ocho sillas y en un lado apartado, hay un baño. Y diréis, ¿y qué pasa? Mejor que haya baño en la habitación, ¿no? ERROR. En el baño lo único que hay es un váter y unos cajones con toallas blancas. ¿Dónde nos íbamos a duchar?

-A ver, hay que organizarnos para dormir.-Dije intentado colocar mis cosas.

-Em, ¿quién te ha puesto al mando?- Preguntó Lucy. Qué suerte que Sam me cogió del brazo que si no la dejaba sin extensiones.

-Pues dime qué quieres que haga.- Dije contando hasta diez para relajarme.

-Primero, aquí se siguen mis normas. Yo elijo primero mi armario y mi cama y luego os ordenáis vosotras solitas. Segundo, no me hagáis enfadar, por que dormís en el bosque. Y último pero no menos importante, mis decisiones siempre se cumplen. ¿Entienden? Always normas mías.- Pero esta de que va. Y para no liarla verbalmente cogí mis maletas y me tumbé en una cama al lado de la puerta.

-Ya podéis ir colocándoos.-Las dije tumbada en la cama. Todas (menos Lucy obviamente) me sonrieron orgullosas. Aquí a diva no se juega.

Cada una eligió su cama. A mi izquierda estaba la puerta y a mi derecha Maya. Esta chica es rara. Por no decir que es la hermana de Thomas. No hemos hablado mucho, es como ausente.

Y menos mal que la divasa se fue a la otra punta de la habitación que si no la dejaba calva por la noche...

Entró Tessa por la puerta, y nos miró extrañada. Normal, estábamos todas tiradas en nuestras camas con las maletas aún sin deshacer.

-Está bien chicas.- Dijo Tessa.-Ordenad vuestras cosas en los armarios correspondientes. Como os habréis fijado, en el baño no hay duchas.-Todas asentimos.-Por eso os informo de que luego habrá una reunión para confirmar todas las preguntas de tipo como estas. A las ocho en punto en la fuente, ese será siempre nuestro punto de encuentro.- Dicho esto salió por la puerta.

Me levanté y puse la maleta en la cama. Lo tendría que colocar todo y la verdad no me encontraba muy bien. No sé por qué pero tengo un mal presentimiento.

Saqué los vestidos y los colgué en perchas, las camisetas dobladas las metí en una puertecita con baldas. Los zapatos debajo de la cama, en unas cajas de madera que había. La ropa interior y los calcetines los guardé en el cajón de mi mesilla escondiendo mi móvil y el dinero del sobre. 

Acabé agotada y me tumbé en la cama. Vi a las demás y todas menos Lucy estaban igual que yo. La divasa se había traído como cinco maletas rosas.

Alguien llamó a la puerta y como vi que nadie se levantaba, yo tampoco me levanté. A si que Lucy abrió la puerta y miré la escena desde mi cama.

-Hola, ¿está Paula?-Dijo la reconocible voz de Luke.

-Hola, oye, ¿practicas deporte?-Dijo tocando el brazo de este que se movía incómodo.

-Em...¿Paula?- Vale me levante y aparté a Lucy de MI chico.

-Hola guapo, ¿buscas a alguien?- Dije guiñándole un ojo.

-Sí, busco a la chica más bonita que te puedas imaginar.-Dijo y me besó dulcemente, pero alguien nos interrumpió.

-Váyanse a un hotel.- Gritó sarcástica Sam y me giré y la dije sin voz "¿enserio?". Vi como Maya me miraba de reojo y eso me puso nerviosa a si que me volví a girar hacia Luke.

-Tengo cosas que hacer y me encuentro un poco mal.

-¿Qué te pasa, princesa?- Awww que monoo.

-Me duele todo el cuerpo. Luego nos vemos en la reunión, ahora voy a descansar un rato ¿sí?- Él asintió y le di un rápido beso en los labios.

-Vale, luego te veo.- Dijo saludando con la mano a las demás. 

Cerré la puerta y me hice un ovillo en mi cama. Me dolía la tripa muchísimo, era como si un alien estuviese ahí dentro y me estuviese abriendo.

-¿Estás bien Paula?- Preguntó Emma a mi lado.

-Bueno... Voy a dormir un rato estoy cansada...- Dije en un susurro poniendo una alarma media hora antes de la reunión.-Seguro que es eso....

-Seguro...-Pero noté algo en su voz, como si no se fiase.

Pero no le dí más vueltas y me quedé dormida en un profundo sueño.

Realmente, estaba cansada.


Campamentos en acción [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora