Nunca me había sentido tan pequeña.
El humo que nos rodeaba me hacía sentir así.
Él hablaba del corte de cabello que quería hacerse y de lo miserable que siempre había sido su vida.
Yo lo escuchaba, su voz me hacía sentir bien.
Su cabello despeinado se miraba bien así, no era necesario un corte.Él me sonreía y eso automáticamente me hacía sonreír a mi también.
Pero de sorpresa no puede evitar ser consumida por el recuerdo de mi abuelo y me sentí decaída.
Nicolás notó eso, él se dio cuenta de mi cambiante estado de ánimo y nunca dejó de hablar para preguntarme que era lo que había pensado.
Miré mis manos, vi el poco esmalte rosa que quedaba en mis uñas y el cigarro que tenía.
El primer cigarro que había aceptado de Nicolás y sentía que eso no había sido bueno, él me estaba fumando y eso a mí no me importaba.
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Alma perdida.
Espiritual❝Volví temprano porque mi alma sangraba y necesitaba coserla.❞