Capítulo 112: La doble moral de la fama

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  ¡Buenas noches señoritas! He decidido reportarme pronto en esta ocasión XD Por lo que podemos suponer que tendremos actualizaciones continuas y creo que eso es bueno para todas ustedes; a excepción de cuando empecemos con el drama, entonces ya no sentirán tan bonito :D Pero falta para eso, supongo...Agradezco  por los votos y las lecturas; es bueno saber que se está teniendo un recibimiento aceptable. Y ya no hablo más, que disfruten y nos leemos después. Matta ne~  

*-*-*-*-*

Apenas había dado inicio la semana y ya deseaba que el viernes llegara.

Entre las cansadas y aburridas clases, las prácticas de Kendo y los deberes que le dejaban, tenía el suficiente estrés como para toda una tarde. Lo peor es que debía dirigirse hacia el estudio para que el capítulo dos del dorama pudiera empezar a ser rodado.

Sin embargo, se dio una pequeña vuelta por el gimnasio principal. Al menos quería despedirse del moreno.

Sé que aunque reaccionó mejor de lo que esperaba a que nos veríamos poco los domingos, no está del todo feliz...Al menos puedo ir a verlo y desear que Riko no los mate esta vez.

Pero a unos metros de llegar a su objetivo se detuvo de lleno. Allí estaba Daiki con su maleta sobre el hombro y frente a él aquella chica. Situación a la que no le prestaría demasiada atención sino hubiera sido porque esa mujer le entregó una carta y salió corriendo con la vergüenza tiñéndole las mejillas de rojo.

¡¿Una...carta de amor?! —Axelle sabía de la popularidad del moreno, pero era la primera vez que le tocaba ver algo como eso—. Juro que antes de que saliéramos no me había tocado ver algo como esto...¡¿Será que los hombres con novia son más atractivos?! ¿Y si ese es el caso de Kise?

—¿Piensas quedarte todo el día allí parada, admirándome? —esa pregunta burlesca e hinchada de orgullo de Aomine la devolvió a su realidad.

—Así que estás de rompecorazones, ¿eh? —soltó con broma mientras se aproximaba hacia él.

—Es la primera de la semana —mencionó con inocencia—. La semana pasada fueron cuatro —si lo que quería era ponerle celosa, no se lo iba a dejar fácil.

—Mmm...Es una pena que desperdicien de ese modo el tiempo —sonrió llena de burla.

—Presumida —dictaminó con cierta complacencia antes de tomar sus labios para sí y ser incapaz de soltarlos por varios minutos.

—Espero que esa carta esté pronto en el bote de basura —siseó.

—Estoy haciendo un álbum de colección con todas ellas —bromeó y recibió un codazo por parte de ella.

—Graciosito —bufó ante las ideas fastidiosas de su novio.

—Deja de estar flirteando, idiota —Kagami recién había llegado y ya estaba riñendo a Aomine—. Y entra de una vez.

—Tú eres quien más necesita entrenar de los dos. Olvidas que barrí la duela contigo la semana pasada —le refrescó la memoria.

—¡Ya te dije que eso no vale! Estaba enfermo del estómago por lo que Kiyoe me hizo comer —soltó a su favor.

—Mejor admite que soy mejor que tú, imbécil.

—Ahí van de nuevo ustedes dos —suspiró sin mayor remedio—. Siempre es lo mismo con ustedes.

—Es la única manera en que saben ser amigables el uno con el otro —Kuroko iba a matarla un buen día si seguía haciendo eso.

—¡Kuroko! Deja de meterme esos sustos.

P.D. I Love UDonde viven las historias. Descúbrelo ahora