2. Páris

13 2 0
                                    

By: LuCca

Andrew está muerto de miedo, yo lo sé. Él no deja de observar a Audrey quien sangra, y a Chris en medio de su colapso. En definitiva, ninguno de nosotros quisiera estar en su posición. El Onpio viene por él. Justo como con mi padre.

Yo los observo desde el sofá, y de pronto he perdido a mi novio. Creo que ha ido al baño. Ashley está revisando a Audrey, supongo que ella también es estudiante en medicina al igual que Chris, fácilmente se puede ver que tienen muchas cosas en común.

Tengo mucha piedad de ella, su novio morirá... Porque, yo quisiera ser más optimista, pero yo conozco al Onpio, y no se detendrá. Ashley aun no lo sabe, y Chris, si no se atrevió a decirle el secreto, ¿Cómo le va a decir esto?

De niños, aun en aquellos tiempos André ya era un líder, Chris siempre fue piadoso con las chicas, a comparación de Roman, porque él era un verdadero fastidio. Y aunque siempre supimos que Chris no era tan energético como André, esto jamás paso por mi cabeza. Puedo recordarlo en la adolescencia perdiendo la cabeza con mis estupideces, y la vez que le dijimos Roman y yo que éramos novios, él sólo arrugo la nariz y dijo - Ustedes disminuirán el grupo - Luego Roman dijo que no era como que nos fuéramos a casar, Chris sólo rio y dijo - Repite eso el día de tu boda.

Y ahora, lo veo. Para registrar su última imagen en mi mente. Estoy llorando, no creo ser capaz de soportarlo, Mi padre, André y ahora Chris.

- Hey, Chris - Ashley le llama por tercera vez. Y Chris apenas levanta la mirada, la ve casi recompuesta. Ella le sonríe. Chris traga saliva muy duro. Mierda... Ella aún no sabe nada.

- Audrey, tiene una hemorragia.

Él asiente, como reflejo porque en realidad no le pone atención real.

- ¿No me ayudaras?

- Claro, claro - Responde él, despabilándose al fin.

Me levanto de mi lugar y me decido a salir de allí. Que cobarde. Pero me invade el miedo, como cada vez que mamá regresaba a aquí, cuando papá ya no estaba, con ese miedo de que ella tampoco volviera.

Roman me toma de la muñeca, miro sobre mi hombro, levanto la mirada y murmuro en un hilillo de voz, que dudo que sea totalmente perceptible - Voy al cuarto... a... - Mi voz se corta por el miedo - A llorar.

Él me suelta y asiente.

Me encuentro con Andrew fuera del baño, al casi chocar con él. Sus ojos están rojos, que estúpido es todo esto. Yo sólo espero que no estuviera haciendo lo mismo que yo. Me tiro sobre él y hago que me cubra con sus brazos, ¿Qué le pasa? ¿De verdad esta tan desconcertado?

Subimos al cuarto y nos quedamos dormidos con facilidad. O bueno, permito que sea Andrew quien descanse, supongo que él también es una víctima de todo esto.

Los ronquidos de Andrew no logran acallar las voces en el exterior, y sin querer, escucho una conversación que se formula en la puerta.

- Querido Chris... - Canturrea la voz.

Maldición. Me congelo, mi ropa chillona me atormenta. Maldición ¿Cómo ha entrado?

¿Y cómo se atreve a usar la voz de mi padre? La perilla comienza a girar, lentamente...

El sigue llamándolo, de tal manera que me hace estremecer. Maldición Páris, haz algo rápido.

Por André. Él se hubiera puesto a cantar junto con el Onpio, burlándose de él.

Por tu padre, porque él hizo todo lo que pudo en salvarte la vida.

Por tu amiga de la infancia, Opal, porque ella conoce a Chris tanto como tú, y seguramente sufre tanto como tú.

Por Chris, porque sencillamente no lo merece, él debería estar justo ahora celebrando en alguna fraternidad, o en el aniversario luctuoso de su hermano, no esperando su muerte propia.

Y finalmente por ti, porque... Porque eres mil veces más poderosa.

Rápido, necesito un arma. Saco la que está bajo el colchón y cuando la puerta se abre encuentro a Roman.

¿Qué?

- ¿Están bien?

Mis hombros se relajan. - Claro que si - Digo bajando el arma.

Roman me ve dudoso, pero antes de que pueda articular cualquier palabra los gritos de abajo nos sobresaltan.

Es la voz de Opal.

Cuando bajamos, todo está destrozado.

Opal esta acorralada en el suelo, en los sillones no veo rastro de Ashley y Audrey. Esto me preocupa. Diviso a Javadd disparando con el revólver, me pongo a disparar con él.

El Onpio olvida a Opal y nos ve detenidamente a Roman y a mí. Opal lo golpea desde atrás con una silla.

El monstruo se gira, y en cuanto lo hace Roman cae sobre él. Si, justo como hace siempre, no sé cómo sobrevive a los contraataques, veo en su mano derecha el cuero largo, sólo necesita pasarlo a lo largo de su cuello para asfixiarlo un poco.

Generalmente, somos nosotros quienes lo perseguimos. Incluso André lo hacía parecer un juego, algo divertido. Pero ahora, Dios, que pare de una vez.

El Onpio se mueve bruscamente y lanza a Roman lejos, muy lejos... Roman sale disparado por las ventanas de cristal. Luego, la bestia se para en dos patas y lanza un gutural sonido de furia. Como si se quejara de no poder matarnos, o como si llorara en un berrinche.

Corre hacia Javadd, él le dispara sin descanso, sin conseguir nada a cambio. Mi escopeta se ha atorado. En cuestión de segundos estará sobre Javadd, no hago más que maldecir.

El aire es espeso, y está cubierto de casquillos por todas partes, esa alfombra que tanto me costó sacudir... Mi cabello rubio se suelta más cada vez que vuelvo a correr.

Opal toma la hacha colgada en la pared, la lanza al Onpio y se incrusta justo en uno de sus hombros. Aun así, la bestia no pierde su objetivo actual: Javadd.

La puerta cae al suelo, trayendo consigo una helada que consigue dejarme ciega un instante. Me cubro el rostro con un poco de desconcierto, al abrir los ojos, diviso a Roman, él sangra de la boca y la oreja.

Luego se vuelve a lanzar en la espalda del Onpio, pero que imbécil. Él lo retiene tan fuerte que el Ompio ruge por ser liberado. Javadd sigue disparando. Y justo cuando creo que lograran acabar con él de momento, el monstruo levanta uno de sus brazos y tira a Javadd al suelo, dejándole una marca enorme en el brazo.

Javadd intenta levantarse sobre sus brazos... Y el tiempo se congela un instante.

Es Chris quien por fin llega con el lanzallamas y achicharra el rostro de nuestro enemigo.

Roman cubre su rostro en el pelaje de la bestia. Luego la deja en el suelo y todos observamos incrédulos.

- Lo... - Tartamudea Opal - ¿Lo has matado?

Bajo el HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora