Capítulo 4

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Narra Kyuhyun.

Él timbre sonó y me retiré rápidamente del aula. En mi cabeza habitaba un gran nudo, él cual me provocó un gran dolor de cabeza. Muchos sentimientos en un día.

Me cargué contra la pared blanca del edificio y encendí un cigarrillo. Eso siempre lograba calmarme.

-¿Vamos?- dijo Heechul llegando hacía mi.

-No, hoy no. Estoy exhausto, dormire la tarde completa.

-Bien, adiós Kyu.- dijo él corriendo a su motocicleta oscura.

Imité la acción de Hee y condujeron hasta mi apartamento.
Al llegar, deje todo sobre él sofá color chocolate y en completo silencio me dirigí a la habitación de mamá.

Abrí la puerta con cautela y la observé dormida sobre la cama, cubierta entre sábanas blancas. Me acerqué a su mesita de noche visualizando la gran cantidad de medicamentos que tenía sobre ésta y una taza de café ya fría.

Sofia, mi madre, padecía de una enfermedad mortal titulada 'malaria'. La obtuvo en China cuando fue aun viaje de negocios. Los días están contados, ya no hay vuelta atrás, morirá en aproximadamente... Un mes. Los medicamentos que ingiere son para que su respiración sea neutra y para que logre articular palabras.

Mi familia, o lo que queda de ella, consiste en mamá y yo. Papá se fugó de la vida de Mamá al decirle ella que tenía un pequeño fruto en su vientre. Un verdadero imbécil, ¿quien deja sola a una adolescente de 17 años de edad embarazada?. Ni siquiera sé porque tengo que llamarlo padre, no lo merece. Él señor de la bolsa en la cabeza está mucho mejor.

Con todo lo relatado hace unos segundos, se puede saber porqué soy como soy. Él alcohol, las drogas, él tabaco, las fiestas, él sexo y los líos son para olvidar la maldita vida que tengo. Pero no siempre funciona.

(...)

Tomé mis llaves y me dirigí a la casa de Hyuk, donde estaban todos. De camino oí unos gritos provenientes del parque más cercano. La voz femenina podía reconocerla, y al hacerlo, me acerqué un poco más para oír claramente la conversación.

-¡Tú siempre eres él causante de todas nuestras discusiones Sungmin!¡Eres un verdadero imbécil!.- gritó ella mientras algunas lágrimas corrían por sus mejillas con rapidez.

-Exageras demasiado _______.- bufo él chico de cabello chocolate con él cual tenia la discusión.

-¿Exagero demasiado?- rió con ironía.- ¿crees que exagero cuando mi novio me fue infiel con Seohyun, la perra más perra de todo él instituto?- suspiró secando algunas pequeñas gotitas que habían llegado a su boca.- ¿Sabes, Sungmin? No puedo continuar ésta relación. Jamás tenemos tiempo para vernos y tu te has besado con esa perra y quizás que otras cosas más han hecho. Terminamos, eres un estúpido insensible. Fuera de mi vista, de mi vida, todo.

-¡Vamos, _______. No puedes hacerme esto!.- él chico elevó la voz.

-Claro que puedo.- le miró con odio- Esto ya terminó, muerete o haz lo que quieras, menos reaparecer en mi vida.

Y fue entonces cuando descubrí que él tal Sungmin, era él novio de ______. Lo siento, ex novio.

-¡Vete a la mierda, haz lo que quieras!- gritó él enseñándole él dedo de en medio mientras se largaba de nuestra vista.

_______ cayó totalmente triste sobre la banca del parque y cubrió su rostro con ambas manos al llorar más. Algunos cabellos rebeldes corrieron por su rostro, y sin más, me acerqué a ella.


No me asustas Cho.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora