Una bendicion más.

1K 62 9
                                    

— Si no tuviera compromisos, me iría contigo sin pensarlo.

— lo sé. Tampoco necesitaría invitarte, te invitarías solo. — palmee su espalda y se cruzó de brazos.

— Me gusta viajar, es todo. No es que sea un chicle.

— No, nadie está diciendo eso. — gire los ojos y luego reímos.

— cuídate hermano, dale un abrazo grande a ______ de mi parte y no se te olvide darle mi obsequio ¡he! — me abrazo y luego me señaló con su dedo.

— Joseph, me has dicho eso más de 20 veces. No lo olvidaré. — tome mi mochila y me la colgué.

— Bien, nos vemos pronto. Buen viaje. — nos despedimos y avance hacia la puerta de abordaje.

Revisaron mis documentos, mi boleto y mi mochila. Pase por el detector de metales y después hice la fila para abordar el avión. Dos horas y media de vuelo me esperaban. No era mucho tiempo para asimilar mi nerviosismo y pensar en todo lo planeado me tenía con el estomago contraído. Aborde el avión y busque mi asiento. "Estoy abordando el avión. En cuanto llegue, ponemos en marcha el plan." "De acuerdo, estaré lista." Brianna era la mejor cómplice que podías conseguir en el mundo.

Haciendo recuentos de los hechos sucedidos 24 horas antes de partir, tuve que hacer varias cosas para planear esto. Demi, Wilmer, Joe, Kevin con Danielle y la pequeña Alena, papá, mamá y Frankie; estaban en un vídeo que prepare para dárselo de obsequio. Localice a Riley, su amiga de Nueva York y la incluí también en este. Y obviamente estaba yo al final. Cada uno le mando un mensaje de cumpleaños, deseándole lo mejor y felicitándola. Me habían mandado su vídeo por correo y yo los había editado para formar uno solo. Lo grabe en un CD y lo guarde en una caja. Esa era una de las sorpresas. Tome mi libreta de la mochila y comencé a revisar la lista de cosas que haría al llegar a México. Entregar el regalo de Joe, era la primera cosa que estaba en la lista, después de las cosas importantes. Si se me olvidaba dárselo, sabía que Joseph me armaría una obra de teatro dramática.

______ y su familia habían llegado a los Cabos al rededor de las 3 de la tarde. Me había hablado para decírmelo y estaba muy emocionada de poder pasar su cumpleaños en esas playas. Me relató todo su recorrido, desde que bajó del avión, tomó su maleta, subió al taxi, vio el paisaje, cruzó un perro, vio a un animal extraño, podía oler el mar, sentir la brisa, bajo del taxi, llego al hotel... Literalmente, me había relatado todas y cada una de las cosas que había echo. Después de que me dijera que estaba en su habitación del hotel con Brianna, tuve que cortar la llamada, para alistar mis cosas y prepararlas para partir. Le prometí que le hablaría después de que me desocupara y estuvo de acuerdo. Así que, antes de partir al aeropuerto la llame, Joe la saludo también y charlamos un rato. Lo demás se cuenta solo. Ahora estaba en el asiento de un avión, rumbo a Los Cabos.

El piloto del avión anunció por la bocina que habíamos entrado a territorio mexicano después de dos horas de vuelo, en más o menos 20 minutos aterrizaríamos. Guarde todo de nuevo en mi mochila y abroche mi cinturón. El avión comenzó a descender y los nervios en mi estómago creían, mientras más cerca de veía el suelo. Aterrizamos y bajamos del avión. Personas de seguridad me esperaban ya, mis maletas ya las tenían ellos y solo era cuestión de salir del aeropuerto. Había hecho esto lo menos visible posible, no quería que le llegaran rumores a _______ de que Nick Jonas estaba en la ciudad. Para eso, hice la reservación bajo otro nombre, en el hotel. Solo Brianna lo sabía. Subí a la camioneta negra que me esperaba y vi que mis maletas ya estaban arriba también. Salude a los de seguridad y me dijeron el plan a seguir para entrar al hotel. Asentí en acuerdo y encendí mi teléfono. "¿Ya llegaste?" "Si, voy camino al hotel." Eran las 10:30 de la noche, el clima era parecido al de Los Ángeles, cálido. El cielo se veía hermoso lleno de estrellas y la luna grande nos seguía a donde fuera que nos dirigiéramos. Después de minutos de camino, habíamos arribado a mi destino. La camioneta entro al estacionamiento privado del hotel y el chofer entregó un papel, el guardia hablo por teléfono y después de unos segundos, nos dejaron entrar. Entré al hotel por las puertas traseras, un personal de recepción me atendió y me entrego la llave de mi habitación. Me permitieron subir por el elevador del servicio y subí hasta el quinto piso. Antes de salir del elevador, asome mi cabeza con precaución al pasillo. Estaba todo despejado. Cuando me regrese a tomar mis maletas, las puertas del elevador se cerraron.

You're Much Better.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora