Cerrando Circulos.

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Entramos a la cafetería. Hace mucho tiempo, aquí me sentaba con mis amigas a platicar. Encontré la misma mesa en la que me sentaba en aquellos tiempos y camine hacia ella. El lugar había sido remodelado, se veía mejor que antes, pero el ambiente era el mismo. Tome una silla y la moví para sentarme.

— te ayudo. — me dijo Christian por detrás y tomó la silla para ayudar a sentarme.

— Gracias — le dije y rodeó la mesa para sentarse frente a mí.

La señora, dueña de la cafetería se acercó a nuestra mesa y al verme, me sonrió como solía hacerlo cuando mis amigas y yo veníamos aquí.

— Muchacha, ¡que gusto! Es bueno verte de nuevo por aquí. — me dijo feliz y yo le dedique una sonrisa.

— Es bueno volver a casa de vez en cuando. Me da gusto ver que siga aquí, después de tanto tiempo Señora Sol.

— Los años no pasan en vano, pero gracias a Dios seguimos de pie. ¿Algo que deseen ordenar tu y tu no novio? — sonreí y negué con la cabeza.

— Es un viejo amigo, mi novio vive en el extranjero. — le dije y su cara se tornó roja de vergüenza.

— oh, una disculpa entonces. ¿Qué desean ordenar?

— Lo mismo de siempre, si es tan amable. ¿Y tú? — le pregunte a Christian.

— Lo mismo que ella. Gracias. — contesto y le sonrió.

— Enseguida vuelvo con sus pedidos. — se dio la media vuelta y se retiró.

— Entonces ¿tu novio vive en el extranjero?— me pregunto él, en cuanto nos quedamos solos.

— Si, allá se encuentra en estos momentos. — conteste un poco incómoda. Él solo me sonrió.

— Y ¿Cómo has estado? ¿Qué ha sido de tu vida en tanto tiempo?

— He estado muy bien, gracias a Dios. Me ha ido mejor de lo que esperaba. Hace más de 5 años que vivo en Nueva York y allá trabajo. Acabo de terminar mi carrera. ¿Y tú? — le pregunte cambiando el enfoque a él.

— Bueno, yo he andado de aquí para allá, me fui de intercambio varias veces a Estados Unidos, a Carolina del Norte para ser más exactos. Eso ocasionó que mi carrera se pausara, pero por fin me gradué hace un par de meses. Entre a trabajar en una empresa reconocida en mi ciudad y ahora estoy metido un poco en la política. De ahí en fuera, todo lo normal.

— Entonces, dejaste el atletismo y el béisbol a un lado...

— Por ahora si. Los últimos años de preparatoria y los inicios de universidad, el deporte era mi prioridad, claro igual que estudio. Competí varias veces, ganando medalla de oro a nivel nacional en dos ocaciones en atletismo y el béisbol, solo es hobby.

— igual que siempre. — le dije y sonreí.

— Aquí están sus pedidos. Dos Frappuccinos Mocha Blancos. — nos habló la misma persona que nos había atendido. La señora Sol.

— Muchas gracias. — hablamos al unísono y se retiro.

— Y si vives en Nueva York ¿Estás aquí de vacaciones?

— Así es, hace un mes llegue para pasar tiempo con mi familia. Estar alejada mucho tiempo me hace extrañarlos más.

— Lo entiendo. Cada que viajo siento lo mismo. Y eso que son periodos cortos, imagino que es más difícil si son largos como los tuyos.

— Lo son. Pero la oportunidad se dio y aquí estoy con ellos. — le di un sorbo a mi café y él solo me observaba. — ¿Sucede algo? — le pregunte incómoda.

You're Much Better.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora