capitulo 10

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Al día siguiente en la escuela nos toca exponer en biología, yo soy la primera, como no hay cinta para poder pegar el trabajo en el pintarron Erick, al que le digo que es mi hermanito ya que somos una familia que poco a poco esta creciendo, me detiene e papel en lo que yo expongo, por sierto Sebastian esta en mi salón ya que esta haciendo un proyecto donde debe de convivir por una semana con uno de segundo para recordar los viejos tiempos, en realidad debería de ser con alguien de primero, pero el año pasado hizo ese experimento así que le cambiaron un poco la dinámica, todo el día debe de estar en el salón junto con la pareja que le toco, la cual fue Sara. Total empiezo a exponer y trato de esquivar mi mirada de el por que me distrae, cuando termino la maestra dice que me quedo muy bonito y que ahora sigue Erick, así que cambiamos de rol, no estudio nada, le trato de ayudar un poco diciéndole las respuestas detrás de la cartulina, pero como se ve tan gracioso, nos soltamos siempre a risa y risa, al terminar le pide perdón a la maestra porque dice que yo lo puse nervioso, nos volvemos a reír como idiotas, y luego lo abrazo y le digo como puedo porque me sigo riendo -¡hay hermanito! -Luego me quita de el y dice "serio"- por favor quítate hermanita, que luego mi cuñado aquí presente que no quiero descubrir –luego dice en voz "baja"-Sebastian, se va a poner celoso-luego voltea con Sebastian y le dice-verdad joven?-todos soltamos carcajada y media, incluso la maestra.

Me la eh pasado muy a gusto con Sebastian en mi salón, siempre me manda recaditos, super bellos, todos los tengo guardados todos nos echan carrilla. Bueno todos excepto, Alfonso.

Hoy es la kermes del día de revolución,es viernes, a secundaria no lo bajaron a el acto cívico, solo al festejo, cuando bajo Sebastian esta esperándome en las escaleras con una bolsa de palomitas, <<es mi alimento favorito en todo el mundo>> le doy un abrazo y un beso en la mejilla, luego le trato de robar las palomitas pero se las pone detrás de su espalda y dice –no hasta que hayas almorzado y después de los juegos, es mas las iré a subir a mi salón, espera- sube corriendo aprovechando que la que cuida esta distraída, regresa muy rápido, luego continua con su oración- ven, ya te compre algo-

Comemos y cuando anuncian que los juegos están abiertos salimos corriendo para no hallar fila, nos subimos hasta arriba los dos solos en el dragón, me da mucho miedo porque cuando esta muy recio me levanto y me tapo los ojos. Pero me calmo cuando Sebastian me abraza y me dice- todo va a estar bien, siempre voy a estar a tu lado- luego nos subimos otra vez en el mismo lugar, y después de eso dice- voy por tus palomitas, espérame aquí- me quedo ahí en eso llega Hannia y empiezo a platicar con ella, cuando Sebastian baja dice que se ira un rato con sus amigos para que platiquemos.

-y que, ¿hay noticias de Víctor?-le pregunto a Hannia mientras me como las palomitas

-no, la verdad es que no, y lo extraño mucho, ni siquiera me ha mensajeado, tal vez y solo me uso para darle celos a Alexa- contesta Hannia triste

Hannia y Víctor son, bueno eran novios pero cortaron porque Víctor esta en otra escuela, y era muy volado, le daba razones a Hannia para ponerse celosa, pero el se molestaba por ello, se conocen porque estábamos en la misma escuela, en primaria, pero Víctor nunca ha dejado de amar a Alexia.

-no te des por vencida, conozco a Víctor, no creo que sea tan tonto como para dejarte.- le doy ánimos a Hannia.

Seguimos caminando y comiendo, nos volvemos a subir al dragón, solo que ella y yo solas, cuando vamos saliendo hay alguien vendiendo algodones de azúcar, hay uno gigante y Hannia lo quiere pero ya no traigo dinero, en eso llega Sebastian y dice.

-¿Qué cuñada, quieres el gigante?-Sebastian le dice cuñada a Hannia porque ella y yo somos inseparables.

-si, pero ya no traigo dinero-pone cara de pollo

-yo te lo pago ¿de que colores lo quieres?-dice Sebastian

-rosa morado y azul-luego dice-gracias cuñado

Sebastian pide el algodón y se lo da a Hannia a quien se le llenan los ojos de alegría, Sebastian entra al área de juegos y nosotros volvemos a la escuela, seguimos caminando, de repente le robo cachos de algodón, aunque no soy muy fanática del dulce, poco a poco se le esta hundiendo en la mano en el algodón así que lo guarda para después.

Veo a Abi de lejos, esta llorando ¿Qué tendrá?, la verdad es que la quiero a pesar de todo así que me acerco.

-¿Qué tienes Abi?- le pregunto mientras me siento

-nada que te importe-dice ella en tono cortante

-Abi, yo no quiero seguir peleada contigo, fuiste de mis primeras amigas aquí y no quiero que esto se empeore.-le digo  acariciándole  el pelo.

-para ti es muy fácil decirlo, tu si conseguiste a Sebastian, y yo, estoy sola-contesta triste

-no estas sola, aunque no lo quieras sigo siendo tu amiga-digo ofreciéndole un abrazo.

Nos abrazamos y reconciliamos, la verdad es que la extrañaba.


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