El lider de la Mafia

Capitulo 13

  Keyla:

Los estúpidos estos me estaban mirando a cada rato, mi sostén se había desabrochado y necesitaba con urgencia acomodarme lo de nuevo, dentro de un rato vendrán los tipos a llevarme al cuarto de James, menudo estúpido, lo odio, hizo que mi padre se fuera de casa, ojala que en donde se encuentre este bien, no es un buen hombre lo se, pero el no es quien para hacerle lo que le hizo, lo que sea que le haya echo logro que se apartara de mi, mas de lo que ya estaba.

-Preciosa,  ya es hora.-

Me desamarraron, y de inmediato trate de acomodarme pero ellos al ver que hice ese movimiento me apuntaron.

-Solo me abrochare el maldito brasier.-

Todos la bajaron, se nota que están asustados, nunca había agarrado un arma dispuesta a matar a alguien, mi papa si me enseño desde pequeña a disparar y a pelear, pero jamas lo llegue a hacer.

-Camina.- me dijeron llevándome al cuarto de James.

En la cama estaba una camisa un pantalón y unos Nike, de hombre de paso, me dieron jabón enjuague, para que me bañara, y una toalla, y me encerraron, el balcón estaba cerrado no puedo lanzarme por ahí, el baño no tiene ventana, y solo hay un closet.

Ni modo, no puedo escapar, me quite la ropa, me metí a la ducha y me bañe, había agua caliente la mejor ducha de mi vida, mi papa era fanático al agua fría, así que se bañaba siempre así, en casa no había esto de agua caliente. Mi mama... bueno digamos que ella sabia los negocios de papa, y me dejo con el para ella irse con mi abuela, supongo que nunca me quiso mantener con ella, ya que jamas me llamo, me busco, o me visito, solo se su nombre y su físico por una foto, lo único que me queda es mi papa. 

Al terminar mi ducha, salí del baño, y estaba una enorme pizza con refresco a los lados y un pote lleno de helado, haga lo que haga este tipo, no le diré mi nombre ni mis datos. Pero si es su forma de comprarme no me molesta.

Comí, y me acosté, quedándome dormida.

Hasta que escucho la puerta abrirse y estaba James. Lo mire con desprecio.

-Hola keyla ¿como estas?.-

¿Como?, sabe mi nombre, ¿que rayos.?

-¿Keyla?.-

-No trates de confundirme con eso, se que es tu nombre verdadero.-

-¿Como?.-

-Soy... digamos el rey, ¿si?, nadie me oculta nada. Tu padre, bueno el..

-¿El que?.-

-¿No sabes lo que le paso?.-

-Hablas de lo que e hiciste, no no se ni idea, el solo se fue dejándome sola en nuestra casa, mi papa fue un buen hombre conmigo, pero su trabajo era primero siempre, así que jamas lo veía, jamas pude tener una platica con el, de chicos, de mi novio, no, por que su trabajo lo tenia que mantener lejos de mi, y tu hiciste que el llegara tomara sus cosas y se fuera.-

-Lo siento, pero tu papa estaba metido en esto, y en este mundo todo puede pasar, no tengo la culpa de ello.-

-La tienes.-

-No, no la tengo, si fueras mas madura y aceptaras que tu papa es tan rata como lo soy yo. El también es asesino, también mato gente, ¿crees que eso es bueno?.-

-El... no es como tu.-

-No, es peor que yo, yo apenas estoy entrando, es mi primer año al mando del negocio, como vez me va bien, fui yo quien le quito el mando de Italia a tu padre.-

-Cállate.-

-Preciosa eso no importa, lo encontraron muerto en tu país lo siento.-

Mi mundo se derrumbo, ¿muerto?, me dejo sola, se fue, otra persona mas en mi vida que se va.

-Keyla lo lamen..

-Déjame sola, ¿si? vete.-

-Es mi cuarto pues.-

-Entonces llévame al maldito sótano, y encierrame, no me importa.-

Solo agarro su arma y se fue, dejándome encerrada de nuevo, ahí pude llorar a mi padre tranquila, ¿que haré?, no tengo a donde ir, seguro los bienes de mi papa los encontrara la policía, llevándose la casa, no puedo volver a Italia, ya saben quien soy. Estoy prácticamente en la calle.