El lider de la Mafia

Capitulo 30

No esperaba esa respuesta tan repentina, ¿realmente me lo preguntara enserio?.

-¿A que viene tu pregunta?.- su mirada cambio, una sonrisa un poco disimulada de decepción y sin mas se aparto de mi, se vistió se enredo el cabello con la toalla y salio del baño. Me fui tras de ella, pero, no entendía que hacia, esto no lo hago por nadie, preguntar que carajo hice mal ahora.

-¿Que te pasa?.-

-Escucha James, soy diferente ¿ok? soy distinta a todas las mujeres que has tenido en tu vida, y lamentablemente eres el tipo de hombre que tiene un físico realmente perfecto, pero eso no lo veo tan importante, me estoy enamorando de tu persona, y de verdad, y no creo recibir el tipo de afecto que quiero por parte tuya, así que es mejor como estábamos antes, yo en un país y tu en otro.-

-¿Enamorándote? ¿por que te enamorarías de mi?.-

-No lo se, ¿acaso crees que es imposible que alguien te quiera?.-

-Keyla no soy el tipo de hombre para una vida normal.-

-Es por eso que lo que acabamos de hacer nunca debió pasar.-

-Es solo...sexo eso no es amor.-

-Realmente no sabes nada del amor ¿no? el sexo solo es sexo cuando estamos siendo inmaduros con respecto a las relaciones, el sexo se hace con amor o no se hace es la realidad.-

-Podemos ser amigos y tener relaciones.-

-No, eso es ser irresponsable como lo fuiste con Mónica, lo siento pero no quiero ese futuro para mi.-

-¿Y que harás? ¿me dejaras otra vez?.-

-Lo siento, es lo mejor para ti y para mi, y sobre todo para tu hijo.-

Ella solo saco un bolso, agarro sus cuatro cosas con las que vino, y me miro fijamente.

-¿Te quedaras con Julián.- esta decisión es difícil, y quiero a mi hijo, lo quiero conmigo, pero es lo mas estúpido que pudiera hacer ahora.

-No, llevártelo, le diré a mi abogado para darte la potestad de Julian.- ella asintió llamando al niño, y reservando un vuelo a Canadá.

Me duele que pase esto con mi vida, esto no era lo que quería para mi, pero es lógico, yo no lo busque, pude retirarme, pero no lo hice, pude haber matado a mi papa y huir, probablemente tuviera mejor vida que ahora, en estos momentos son los que pienso que nací para estar solo.

Ella reservo un hotel cerca del aeropuerto y llamo un taxi para irse.

-¿Por que papi no viene?.- dijo el niño viendo a Keyla.

-Papi se quedara a trabajar, despídete.- el niño vino y yo me arrodille quedando a la estatura de el.

-Quiero que sepas hijo que nunca te mandare a hacer algo que no quieras ni te someteré a algo que es realmente peligroso, entiende que yo trabajo en algo que es muy arriesgado no puedes quedarte, ¿entiendes?.-

-¿Me llamaras?.-

-Cada mañana, lo prometo, abrázame hijo.- el asintió y obedeció me abrazo muy fuerte y con un te quiero me soltó.

-Adiós James.-

-Keyla... Ella dio media vuelta y se quedo viéndome resistiendo las ganas de llorar.

-Te quiero.- ella sonrió, y bajo su mirada al levantarla me dijo lo mismo, y ambos subieron al  taxi, dejándome solo.