Capitulo 21

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Ya es lunes por la mañana. De vuelta a la rutina.
El domingo por la mañana me dieron el alta.
Sin embargo, ni una llamada, ni un mensaje, de la rubia.
No, la excusa no es que haya perdido el movil. O que no tuviese tiempo. Simplemente la he visto un par de veces en línea.
La idea de que no se haya preocupado por mi como para no mandarme un simple mensaje me duele.
En el trayecto en tren, estoy muy distante, y Sonia lo nota.
-¿Pero bueno, Alba, que te pasa?
-Joder, Sonia, Ella es lo que me pasa. Primero nos líamos, luego las dos sentimos lo mismo, y cuando mas la necesito, desaparece. Eso es lo que me pasa.
-A lo mejor no ha tenido tiempo de...-la interrumpo.
-Te lo he dicho mil veces, la he visto en línea todas las veces que me he conectado.
-Su excusa debe de tener, pero no te pongas así.
-Tu no actuarías diferente si se tratase de ti y de David.
-En eso tienes razón, pero tu intentarías ayudarme.
-Pero si me dijeras que no necesitas mi ayuda dejaría de intentarlo.
Nos quedamos en silencio, y analizo toda nuestra conversación. Sonia solo intenta ayudarme, y yo le estoy pagando así...
-Lo siento...-digo-Todo esto me puede. Se que no tienes la culpa y solo tratas de ayudarme. Gracias por preocuparte por mi.
Sonríe y me da un abrazo.
-Tu puedes con todo...-susurra antes de bajar del tren.
Vamos hacia las clases.
-Hombre, Alba, he oido que te pegaron un tiro...-dice Gus sentado en su mesa-¿Con quien te metiste esta vez?
-No me metí con nadie-le espeto tirando mis libros sobre la mesa-Solo traté de salvar a alguien que al parecer no le importo una mierda-me tiro en la silla, y me doy cuenta de que está allí, apoyada en el marco de la puerta.
Sus ojos muestran una mezcla de decepción y tristeza, de la que enseguida me arrepiento.
Apunta chorizos de ejercicios de inglés y mates en la pizarra (las dos clases que tocan ahora) y se sienta en su mesa.
Comienzo a trabajar, pero su atenta mirada en mi me es imposible.
Saco una hoja y me pongo a escribir frases sin sentido.
Suena el timbre que indica el fin de las dos clases y que toca ir a la cafetería.
-¿Alba, podemos hablar?-dice Rocío.
-No entiendo por que quieres hablar ahora después de ignorarme todo el puto fin de semana.
-¿Por que te ha ignorado? Espera, ¿teneis un lio?
-No te metas, Gus-le espeta Carlos.
-Alba, por favor...
-Me voy a la cafetería.
-¡Alba, espera!-dice Sonia andando detrás mío.
Llegamos a la cafetería, y lo unico que hago es remover la macedonia de un lado para otro.
-Soy estupida... lo he empeorado todo... ahora no me querrá ver ni en foto...-me lamento.
-Disculpate-sugiere la sevillana.
-Es demasiado lista como para aceptar una disculpa.
-Y tambien demasiado inteligente como para ver que te arrepientes. Alba, no pierdes nada...
-¿Lo dices enserio?
-Completamente.
-Gracias-digo abrazandola.
Vuelve a sonar el timbre, indicando que la clase de religión va a dar comienzo.
-Señorita Reig, no la quiero en mi clase.
-¿Que he hecho ahora?
-Oh, nada. Solo digo que no la quiero en mi clase. Recoja sus cosas y marchese. -Intento replicar, pero no me deja otra-Fuera.
Eso, que la gente vieja es insoportable. Cojo mi bolso y salgo al pasillo.
Recuerdo el tiempo que pasamos Rocío y yo en las clases de musica. ¿Estará allí? No pierdes nada, Alba...
Evidentemente, allí está tratando de adivinar un acorde de Cenizas.
Me acerco lentamente y le coloco la mano en las teclas haciendo un la menor.
Vuelve a tocar la melodía sin mirarme. Cuando termina, se gira y me sonríe.
-Creía que estabas enfadada...-dice con un hilo de voz.
-Lo estaba. Después me di cuenta de varias cosas-digo sentandome a su lado-La primera que te quiero demasiado como para enfadarme por algo como esto. Segundo, algun motivo tendrías para no decir nada. Tercera, todo el mundo comete errores y todo el mundo se merece una oportunidad. Y cuarta, te quiero.
Sonríe.
-Aunque después de esto no lo creas, yo tambien te quiero. ¿Me perdonas?
-¿De que?
Sonríe y me abraza. Ahora si que soy feliz.
-Siento haberme portado así contigo.
-Todo olvidado-nos separamos-Bueno, supongo que querrás saber por que no "te he hecho caso"-hace las comillas con los dedos.
-Si no es demasiado pedir...
-Bien, pues iba a ir al hospital, pero la mente me podía. Créeme, que te estén apunto de matar y que la chica que te gusta te salve la vida no es algo que pase cada día...-sonrío al escuchar el <<chica que me gusta>>-Le estuve dando vueltas al coco, y no se me ocurría manera de agradecer lo que hiciste por mi.
-Rocío, no tienes que agradecerme nada...
-Alba, me salvaste la vida...
-Eso no se sabe, a lo mejor el tirador no apuntaba bien y no te llegaba a dar...
-Alba, no seas tonta, esa bala me iba directa al cuello... Bueno, al tema. Intenté recordar algo que te hiciese especial ilusión. Entonces lo recordé. Un buen amigo de mi padre trabaja en el palacio de deportes. Llevo todo el fin de semana hablando con él, y por fin lo tengo. Pensé que la mejor forma de agradecerte lo que hiciste por mi vida era llevandote a ver la tuya-saca dos entradas para el concierto de Malú.
-¡Tienes que estar de coña!-digo poniendome de pie sin creermelo. Niega con la cabeza con una sonrisa al ver mi cara de felicidad-¡Dios, eres la mejor!-me lanzo a sus brazos-¿Como puedo agradecertelo?
-Debes de estar de guasa-dice-Esto es por salvarme la vida en todos los sentidos, creo que te debo mas que eso...
-¡Que dices, si lo mío solo ha sodo un rasguño en el hombro!
-Vaya, debes de admirarla mucho para decir que un balazo es solo un rasguño...
-Nunca me he perdido ni una firma ni ningun concierto desde que comenzó su carrera.
-Eres admirable-pregunta con un brillo especial en sus ojos.
Sonrío por su comentario. Me hacerco a ella y le pongo una mano en la mejilla para terminar juntando nuestros labios.
-Gracias...-le susurro sobre sus labios.
Sonríe y me abraza por la cintura.
Nos quedamos en silencio, pero puedo asegurar que es el mas agradable que alguien se puede imaginar.
-¿Rocío, que somos?
Se separa de mi y me mira a los ojos.
-No lo se... ¿Quieres ser mi novia?
-¿Eso significa que podré besarte a todas horas?-asiente con una sonrisa en la cara-Entonces si.
Reímos y volvemos a besarnos.
Sienta tan bien saber que la persona de la que estás enamorada siente lo mismo por ti que tu por ella...
-Vamos-dice poniendose de pie.
-¿A donde?
-Y yo que se, pero fuera de este sitio, que me pone negra...
Le cojo de la mano y salimos fuera del edificio.
-¡Aire!-dice. Yo río-Algún día moriré ahí dentro...
-Si, con suerte acaba ya el curso y nos largamos de este sitio...
No se si fue por instinto o no, pero acabamos en el starbucks, donde nos tiramos la tarde hablando y riendo hasta que nos damos cuenta de la hora que es, gracias a Sonia, que llama a Rocío.
S: Holaaa
R: ¡hey, hola Sonia!
S: supongo que estas con la repipi de Alba...
A: Eh, ¿a quien llamas tu repipi?-digo ofendida.
Las dos se ríen.
S: llamaba para ver si os apetecía venir a la disco con Blas, Carlos, David y conmigo.
A: Oye, quedando cada día me vais a matar...
S: bueno, era solo para celebrar que estamos ya de vacaciones.
R: oooh si, vacaciones... yo me apunto.
S: genial, ¿tu Alba?
A: que remedio... ale sevillana, a las siete en tu casa.
S: que carajo las siete, si son las ocho menos diez...
AyR:¡¿Ya?!
A: bueno, pues ahora vamos a tu casa...
R: chao Sonia
S: adiós chicas...
A: hasta ahora...
Cuelga y salimos de ahí.
Llegamos al metro y de nuevo nos cruzamos con los niños del otro día. Parecen diferentes.
-Hola-saluda el alto-Vosotras sois las del otro día. Solo queríamos agradeceros el aviso que nos disteis. Comprovamos las condecuencias por internet y no queremos que nos pase eso. Gracias, de verdad.
-De nada cariño-dice la rubia con un tono super dulce y encorbando la espalda para hablarles mas de cerca-Ya sabeis que para hacer esas cosas se ha de ser mas mayor y saber sus consecuencias. Antes de hacer algo teneis que saber a que os enfrentais. Y recordad que ser un niño mola.
Todos asienten con la cabeza y se marchan.
Le paso mi brazo por su cuello y ella el suyo por mi cintura.
-Eres encreíble. Acabas de alargar cinco vidas mas en menos tiempo que tardaría alguien en años.
-Solo eran cuatro...
-Me cuento a mi. De no ser por ti tendría menos tiempo que pasar a tu lado-le doy un beso en la mejilla.
-Carlos tenía razón-dice-Te pones mas cariñosa cuando tienes pareja.
-Tu una vez me dijistes que querías cariño... pues aquí lo tienes.
Sonríe y me abraza.
Entonces llega el tren.
Como siempre, se sienta encima mío. Esconde su cabeza en mi cuello y me hace cosquillitas con los dedos en este. Yo mientras le acaricio el largo pelo rubio.
-Pelirrosa-dice-Justo antes de dispararme... me llamaste algo...
-Ro...-cuando lo digo cierra los ojos y sonríe.
-Me encanta como suena.
-A mi me encanta que me llames pelirrosa. Cuando Carlos me llama así le pego. Pero viniendo de ti suena mas... nose, especial.
Sonríe y seguimos en silencio hasta llegar a la estación que nos dejará en casa de Sonia.
Pasamos por delante de casa de su vecino, quien abre la puerta, y Ro le mira con cara divertida.
-¡Aquí eztaz!-dice bajando las escaleras de su porche-¡Te olvidazte mi numedo anoche! Toma, llamame pada zenad algun dia, ¿zi?
-Hey, calmate capitán Spock, tengo pareja.
-¡Ay, dioz mío, me ha llamado capitán, me ha llamado capitán!-le dice a Rocío, que asiente con una cara que da risa-Ezpeda. ¿Tienez padeja? ¿Y puedo zabed quien ez?
Levanto una ceja y rodeo a Rocío por la cintura, y ella me da un beso en la mejilla.
-¡Oh, una padeja homozexual, ziempde he tenido ganaz de inveztigad zobde ellaz!
-Vamonos...-le digo al oido. Nos giramos y vamos camino a casa de Sonia-¡Y tu, si sigues fuera te vas a resfriar!-digo al ver que no calla.
-¡Uy, zi, maz vale que vaya a tomad una azpidina!
Vuelve a entrar en su casa y la rubia estalla a carcajadas.
-No te rias, que cuando algun tío bueno ligue conmigo vas a ponerte celosa.
-Alba, cariño, eres lesbiana...
-Aun así no te digo que no me pueda enamorar de alguien que esté cachas...
Me da un golpe en el hombro y llamamos al timbre.
Enseguida abre Sonia.
-¿Preparadas para la fiesta?
-Eh aquí Sonia, la reina de las fiestas-digo.
Rocío se ríe y vamos camino a la disco.

¿Crees ahora en el amor? |Albocío|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora