Capitulo 16

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Por fin es viernes.
Me despierto con una sonrisa plasmada en mi cara.
Aunque ni siquiera me he levantado de la cama, ya tengo un problema. ¿Que me pongo?
Me levanto corriendo hacia el armario.
Revuelvo bien todos los cajones, pero nada.
Dios... ¿Que hago?...
Intento pensar lo mas rapido posible... si me entretengo mucho mas, llegaré tarde a la escuela.
Dandole vueltas al coco, lo veo colgado en las perchas: una falda tartán y una camiseta negra. Lo complemento con unas medias tupidas y las botas negras del otro día.
Voy al baño, donde me cepillo los dientes, me peino y me maquillo muy natural.
Cojo un bolso de piel gris y meto todo lo que necesito.
Justo llaman al timbre.
Bajo, y puedo comprobar que la persona que llama es Sonia.
-Hey, Sonia, ¿Que pasa?
-Nada, que he salido antes de casa y he decidido pasar a buscarte. ¿Ya sabes que harás con Rocío?
Cierro la puerta y empezamos a andar camino a la estación.
-Si, tengo algo pensado. De momento vamos esta tarde a su casa a ensayar.
-¿Nerviosa?
-Demasiado. ¿Y si a sus padres no les caigo bien? ¿Y si me echan de una patada por tener el pelo rosa? ¿Y si su hermana le prohibe verme y me manda a otro pais de una patada?-digo perdiendo los nervios.
-Alba, cálmate-Sonia me pone una mano en el hombro-No va a pasar nada de eso.
-Nunca se sabe... ni siquiera he ido nunca a su casa, y no conozco ni a sus padres ni a su hermana...
-¿Su hermana? ¿Crees que ella te va a sacar del país?-dice Sonia riendo.
-Rocío me ha hablado de ella... no es demasiado... aceptable, que digamos...
-Alba, ya estás tu juzgando antes de conocer...
-No digas eso, mujer, que esta vez tengo razones...
-¿Como cuales?
-Las que Rocío me ha dado para odiarla...
Entramos a la estación.
-En cualquier caso, eres una chica increíble, ellos no tendrán motivos para echarte. Así que no estés nerviosa, ¿si?
Asiento.
Entramos en el tren, nos sentamos en dos sitios libres y esperamos a que se ponga en marcha. Justo antes de que las puertas se cierren, entra un grupo de personas: Carlos, Blas, Dani, Álvaro y Rocío. Me quedo mirandola. Va preciosa: unos tejanos rotos, un jersey rosa pastel de piel sintetica corto, y puedo ver su piercing en el ombligo. Lo complementa con dos collares parecidos entre si y unas manoletinas del mismo color que el jersey. Simple, pero preciosa.
-Alba-dice Rocío traiendome.de vuelta a la tierra-¿Tengo monos en la cara?
-Nono, que va... es solo que estás guapísima...-se ruboriza y suelta una tímida risa-Anda, sientate aquí con nosotras-digo picando mis piernas.
-Tranquila Alba, no quiero hacerte daño en la espalda...
-Ya no me duele, tranquila. Puedes sentarte.
Sonríe y se sienta encima mío. Nos sentamos como el otro día: su cuerpo apoyado al mío.
-¿Que tal Sonia?-pregunta la rubia.
-Aquí, teniendo que soportar a la muerma esta-dice refiriendose a mi.
Rocío se ríe y yo me hago la indignada.
-Oye, si me demuestras tanto amor me voy con Rocío, eh-digo.
-Alba, sabes que yo te quiero mucho-dice Sonia.
Yo le saco la lengua y la rubia se ríe de la situación.
-Pareces comoda, Rocío-dice Sonia.
-Si, es que Alba es muy blanda...
-Hey-digo-Yo no soy blanda. Alba Reig nunca llora-digo.
-¿Nunca lloras?-pregunta Rocío.
Niego con la cabeza.
-Lo dice enserio-comenta Sonia-Llevamos más de dieciseis años juntas y nunca la he visto llorar.
-Que yo recuerde la ultima vez que lloré fue cuando tenía cuatro años y se murió mi perra.
-Yo creo que deberías desahogarte de vez en cuando-dice la rubia-Estas acumulando energía negativa, Alba.
-Vamos, eso son mas que cuentos chinos...-opino.
-¿Cuando algo que te he dicho yo ha sido un cuento chino?-se defiende.
-Vale, en eso tienes razón-digo.
-Lo se-dice cogiendo mi mano y analizando mis pulseras.
Giro la cabeza y miro a los chicos que están hablando.
-¿No vais a saludar?
Los cinco nos saludan.
Rodeo a Rocío con los brazos y le susurro:
-Después de la academia vamos a tu casa, eh.
-Que va-dice-Después de ir al Starbucks después de la academia, vamos a mi casa.
-Si, ese plan me parece mejor-digo.
Llegamos a la estación. Bajamos, y lo primero que hace Sonia es morrear a David. Ya estaban tardando.
-Agh, que pegajosos-digo. Rocío se va a hablar
-No te quejes-dice Carlos apareciendo por detrás-Porque no hay persona más pegajosa que tu en una relación.
-A mi tambien me gusta mostrar mi cariño. Pero no lo tengo que ver a todas horas... A proposito, ¿que hace Blas aquí?
-¿Te acuerdas de que ayer teniamos que hacerle una cosa?-digo que si-Pues hoy no vamos al insti.
-¿Y eso que tiene que ver?-pregunto confundida.
-Vamos a Must. Le hemos ofrecido un puesto en la banda.
-¿Que? ¡Eso es genial! ¡Blas!-digo-¡Enhorabuena por el puesto!
-¡Gracias Alba!-sigue hablando animadamente con ella.
Observo todos sus movimientos. Entonces se gira y me mira. Lo sonrío ye devuelve el gesto.
-¿Estás muy colada por esa chica, verdad, Reig?-dice Carlos.
-Me vuelve loca...
Las chicas entramos en el edificio y los chicos se van a Must.
-¿Que toca?-pregunta Sonia.
-Inglés mates-decimos Rocío y yo a la vez. Reímos, y Sonia se une.
Sonia y yo vamos a la taquilla mientras que Rocío va a la sala.
-Tía, Rocío está por ti-dice Sonia cerrando la taquilla.
-No digas burradas-digo.
-No digo burradas. ¿Como no te puedes dar cuenta? Se ha sonrojado cuando le has dicho que iba preciosa, no se ha querido sentar para no hacerte daño, y cuando se ha sentado... ¿tu has visto como se ha sentado?
-Siempre nos sentamos así...
-Alba, puedes ser lo lista que quieras, pero hay cosas que...
Ruedo los ojos y entro en clase. Sonia me sigue.
-Pareces tonta, enserio...-dice Sonia.
Creía que me lo decía a mi, hasta que noto como alguien se sube a caballito encima mio.
Solo rozando un milisegundo esas manos tan suaves se que se trata de la chica que me trae loca.
La cojo de los muslos para que bo se caiga.
-A por Sonia, por llamarme tonta-dice. Empezamos a perseguir a la sevillana moviendo los pupitres y las sillas. Llega un momento en que Sonia mueve una silla que me pilla por sorpresa, haciendo que Rocío y yo caigamos al suelo, ella encima mío, ella con sus manos en mis caderas y yo las mias en su espalda. Nuestras caras estan a escasos centímetros. Podría besarla. Si. Podría hacerlo.
Pero no lo hago. No sería el sitio mas apropiado. Y con Sonia delante. Podría llevarme una buena bronca por hacerlo.
Le miro a los ojos.
Mira mis labios con... ¿Deseo? Imaginaciones mías...
Reaccionamos con el sonido de la tiza.
Nos levantamos un poco coloradas, pero aun así, Rocío no mueve la mano de mi cadera. Leemos lo que ha escrito Sonia en la pizarra: <<Albocío❤>>. Nos mira como si estuviera viendo la cosa mas tierna del mundo.
-Sonia-digo saltando por encima de las mesas-Vas a tragarte el borrador.
Cojo el borrador y se lo tiro.
-¡Oye bruta!-dice-Después me lo agradeceras-se cruza de brazos.
-Oye, pues a mi me gusta el nombre-dice la rubia.
-Así me gusta, festejando nuestra amistad-chocamos los cinco.
-Oye, deberiamos limpiarlo todo un poco, que pronto sonará el timbre.
-Ai, Sonia, que pesá tu con tu limpieza...-digo sentandome en una silla.
-En el vocabulario de Alba no entra ni limpieza ni orden-le explica Sonia.
-Lo tendré en cuenta. Venga, ayudanos-dice sacudiendome la pierna.
-Por que me lo pides tu, eh, que ya ves que cuando lo ha dicho Sonia no le he hecho ni caso...
Me levanto y, cuando paso por delante suyo, me da una palmada en el culo.
Me muerdo el labio, y voy a borrar la pizarra mientras las dos colocan bien las sillas.
Cuando termino, me tiro en la silla de Rocío.
-Uff, chicas, me habeis destrozado...-digo aireando mi camiseta.
-Claro que borrar siete letras y un corazón es motivo de muerte instantanea-dice Sonia poniendo bien la ultima mesa.
-Ya verás tu cuando empiece la mudanza...-digo.
-¡¿Mudanza?!-dice Sonia-¡¿Te mudas?!
Justo suena el timbre y empieza a entrar gente a la clase.
(...)
-Alba-dice Mar antes de que pueda salir.
-Dime.
-Sonia me ha hablado de Rocío. ¿Es tu pareja, verdad?
-¿Como?
-Para el festival, me refiero.
-Ah, si, claro.
-Me ha dicho que es vuestra profe tambien. Disfrutadla, esa chica es de lo mas inteligente.
-Si... la verdad es maravillosa.
-Es una gran persona. Y canta precioso.
-Si... es una persona super especial para mi. Nunca nadie me habia conseguido cautivar de esa manera.
Sonríe y saca la cabeza por la puerta.
-Hablando del rei de Roma...-me susurra.
-¡Hola Mar!-oigo-¿Está Alba?-Ya está delante de la puerta antes de poder contestar-Hey, aquí estás-me fijo en que lleva una trenza que antes no llevaba.
-Si, aquí Mar, que me tiene distraida.
-Mar, cuidamela, eh, que es mi alumna prefe-rodea mi cuello con su brazo y yo paso el mio por su cintura.
-Anda, iros ya pa' casa, que las dos habeis hecho un gran trabajo hoy-dice la mayor.
Cojo mi bolso mientras Rocío anda por el pasillo.
La alcanzo a la carrera y le cojo la mano.
-Te noto muy cariñosa hoy, Reig. ¿Se debe a algo en especial?
-Solo quiero mostrarle el amor a una amiga, creo que eso es razón suficiente. Además-hago pucheros-A mi tambien me gusta recibir cariño de vez en cuando...
Se ríe y me da un beso en la mejilla.
Entramos al starbucks.
-Lo de siempre, porfa-le digo. Resulta que ya nos conocen...-Hoy me toca pagar a mi.
-La proxima vez a mi-dice la rubia.
Al final quedamos en ese acuerdo.
Mienras esperamos nuestros pedidos, nos sentamos en la mesa que hace del lugar Nuestro Lugar.
Resigo con la yema del dedo indice el corazón que resigue nuestros nombres que dibujó Rocío hace ya unos meses.
A pesar del paso del tiempo, el dibujo parece intacto. Parece que nadie lo haya intentado borrar nunca...
-¡Alba y Rocío!-dice el dependiente.
Cogemos las bebidas y emprendemos camino al tren. Consigo acabarmelo antes de que llegue el tren, así que cuando subimos, voy con las manos vacias.
Encontramos un grupo de cuatro asientos vacios y me siento en uno de ellos. Pensaba que ella se sentaría en otro asiento, pero me equivocaba. Se sienta sin vacilar encima mio, y yo le rodeo el cuerpo con mis brazos.
-Tengo ganas de ver tu casa-digo.
-No te esperes gran cosa. Seguramente la estupida de mi hermana estará presente para tocar narices.
-Enserio, necesito conocerla, porque para que tu hables asi...
-Eh-me un golpe en el hombro-Que tengo 22 años a punto de cumplir 23, puedo hablar como quiera.
-Que palazo es hacerse vieja-digo-Cuando menos lo esperamos ya estamos con canas y jugando al dominó.
Ríe por mi comentario.
-Me acabo de imaginar a una abuela con el pelo rosa-dice soltando una risita.
-El otro dia entrando en un bar con Sonia vimos a una con el pelo azul. Parecia un chupa chups.
Reimos y me da la mano y vuelve a mirar mis pulseras.
-¿Que tienen de especial mis pulseras?-pregunto divertida.
Se encoge de hombros.
-Me gustan.
Me saco una de ellas: está hecha con hilo rosa y tiene una perla en forma de corazón.
-Quédatela-digo-Es mi favorita. Así podrás pensar en mi cuando no esté contigo.
Murmura algo inaudible, pero no me da tiempo a preguntarle porque el tren ha llegado a su destino.
Bajamos y Rocío tira su vaso vacio a un contenedor de reciclage.
-Rocío is saving the world, gente-digo provocando las risas de ambas-Enserio, no encuentro defectos en ti...
-Pues tengo muchos.
-Ponme algun ejemplo.
-A ver...-piensa-Me estreso mucho cuando me sale un grano.
Me río.
-Eso no cuenta-digo-Todas nos estresamos cuando nos sale uno.
-Jope, a ver... soy muy cabezota. Nunca paro hasta conseguir lo que quiero.
-Vale-digo-¿Y el defecto?
-Ay Alba-protesta. Yo me río.
-Te lo dije.
Seguimos andando cogidas del brazo para protegernos del frio de diciembre.
Pasamos por delante de mi casa y seguimos subiendo la calle.
Cada vez el corazón me late mas rapido. Y no es por que Rocío esté conmigo.
Cada vez nos acercamos más del error mas grande que pude cometer.
Pasamos por delante de su casa. Me paro en seco cuando gira a la derecha para entrar en esa casa.
De repente, lo veo todo claro.
Empiezo a respirar agitadamente, intentando evitar las lagrimas. Se que le habia prometido que me desahogaria, pero no pienso hacerlo.
-¿Alba?-dice-¿Estás bien?
Niego rapidamente con la cabeza.
-Tu... tu... tu eres Rocío Cabrera...-salgo corriendo de allí camino a mi casa.
Me arden los pulmones, y me cuesta respirar. Pero eso no hace que pare de correr.
Llego a casa, y, por suerte, mis padres no están ahí.
Cierro de un portazo y me tiro al sofa.
Pocos minutos mas tarde, llaman a la puerta. Yo no digo nada. Pero Rocío abre de todas maneras.
Ahí se la había jugado. Llegaban a estar mis padres y se llevaba una buena bronca.
-¡Alba!-cierra la puerta y se sienta a mi lado-¿Que pasa? ¿Estás bien?-pregunta preocupada.
-Rocío Cabrera...-digo-La terrible Rocío Cabrera...
Se levanta.
-¿Crees que soy terrible?
-No, por supuesto que no-digo-Marta te llamaba así-me lanza una mirada rapida sin entender muy bien lo que decía, así que le aclaro-Mi terrible hermana Rocío Cabrera.
Parece que de pronto cae en lo que le trato de decir.
-¿Que? ¿Marta? ¿Esa estupida te hizo todo eso?-se pone furiosa-Voy a darle de ostias cuando la vea...
-Shh, calmate-digo sentandola de nuevo-Es que... todo tenia tanto sentido...-bufo-Pero... no puede ser...
-Alba...-empieza.
Niego con la cabeza.
-¿Como puedo saber que no eres como ella?
-Alba... no me puedo creer que pienses que soy como ella-se pone de pie, lo dice con enfado en su voz.
-Rocío...-ahora soy yo la que intenta calmarla.
-¡No, Alba! ¿Como puedes pensar que soy como ella?-pierde el control de la voz-¿Después de todo lo que hemos pasado, enserio Alba?
-Rocío, no te enfades...-digo con un sentimiento de culpabilidad.
-No estoy enfadada...-niega con la cabeza y se dirije a la puerta-Estoy decepcionada.
Boum. Directo. Donde mas duele.
No puedo evitar soltar una lagrima. La primera en años.
-Espera-cierro los ojos con fuerza y le cojo la mano antes de que se vaya de mi casa. Cierro la puerta para que no se vaya y me pongo delante suyo.
-Entiendeme-digo cogiendole las manos-Por elamor de dios, eres la unica persona que me entiende desde el primer momento, y necesito que m entiendas ahora... por favor...-se me resvala otra lagrima, y cierro los ojos con fuerza para retenerlas.
Suspira y se sienta en el sofá. Yo lo hago después de ella.
-Lo siento...-dice-Odio que me comparen con ella... Alba... tu mas que nadia sabes que no soy como ella.
-Rocío, te creo. Enserio. Pero me han dicho y he pasado por muchas cosas a lo largo de mi vida. Si algo me hace daño otra vez, no se... no se si volveré a ser la misma de antes.
Asiente con la cabeza.
-Dejame ayudarte-dice-Necesito que confies al 100% en que cuidaré tu corazón como si de mi vida se tratase...
Poco a poco, voy inclinando la cabeza hasta apoyarla en su hombro. Ella me abraza.
-¿Todo bien?-pregunta cuando llevamos unos minutos así. Asiento con la cabeza y se pone de pie-Prométeme que esto de Marta no cambiará nada lo nuestro...
Otra vez, asiento y ella sonríe.
-Tengo que irme...-dice.
-Claro...
La acompaño hasta la puerta.
-Gracias-digo mirando esos profundos ojos que tanto me gustan.
-Te lo he dicho millones de veces que me digas lo que sea...
Sonreímos.
-Lo se.
Le doy un beso en la mejilla y veo como baja las escaleras del porche.
-¡Rocío!-digo antes de que se aleje demasiado-Mañana a las 8:30 de la mañana en la puerta de tu casa, y ponte cómoda-le guiño un ojo y vuelvo a entrar en casa.

¿Crees ahora en el amor? |Albocío|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora