El ruidoso sonido proveniente de las calles, es tan brutal, que pocas veces olvido que todas las noches tranquilas ya nunca jamás volverán. La luz roja seguida por la azul traspasan las cortinas de flores que tiene mi habitación. Borro cualquier pensamiento caótico que mi mente puede crear.
Es demasiado tarde...
Aún puedo escuchar los gritos de todas esas personas inocentes, las balas que se llevaron consigo toda nuestra tranquilidad en cuestión de segundos. ¿Quién éramos nosotros para estar en medio de ellos?, tan sólo unos pobres desafortunados.
La guerra llegó en un abrir y cerrar de ojos, ni siquiera nuestro hogar estaba consciente de lo que vendria, los oscuros, como así los llamó mi gente, invadieron nuestra tierra, soltando gases tóxicos que impedían (a quien tuvo la desgracia de presenciarlo) el movimiento del cuerpo, causando poco a poco la pérdida de las funciones humanas, pasar por la alucinación, dolor y al final una muerte segura era lo que terminaba el trabajo.
Por suerte, pocos logramos huir junto a unos más de diferentes Naciones, nuestro Comandante, lideró las tropas que nos reclutaron en este lugar, miles de personas creyeron que esto era la salvación, yo sólo temía cada noche porque atravesaran las enormes vallas y en silencio estrujarán mi cuerpo.
Nos separaron por clases, dependiendo el cargo que ocuparán nuestros padres o hermanos en el ejército, con el fin de mantener el orden y lograr la estabilidad. Al cumplir la mayoría de edad, somos marcados con la insignia del gobierno, mostrando de ese modo que beneramos al pueblo. Las categorías se dividen, quien ofrezca sus servicios a la ciencia y medicina, la cruz adornará sus brazos izquierdos. A los valientes hombres que decidan formar parte del ejército, llevan con orgullo la insignia del fuego en el pecho. Los demás, simplemente como civiles, se nos es otorgada la marca por lealtad.
Al paso de los años, la pérdida de agua fue de a poco, junto con los alimentos, todos aquellos rumores de que algún día no habría cantidad suficiente para abastecernos, eran reales. La lucha incontrolable por conseguir un sorbo, era en sí el problema. Todas las personas, que creyeron que aquí había una esperanza, fueron desaparecido. De miles pasamos a cientos, y de esos cientos, ahora nos queda unos cuantos para sobrevivir.
Los valores y normas con los que crecí, fueron sustituidos por leyes de supervivencia, en el consejo pensaron que era mejor formar hombres capaces de entran en guerra a cualquier momento. La seguridad se transformó en enormes soldados patrullando cada rincón de la ciudad. Cerraron los límites, perforando la tierra y dejando sólo el rastro de que alguna vez lo fue. Soltaron a todos aquellos animales que alguna vez fueron parte de aquí. Y para los traidores, les esperaba una vida más allá de lo que nuestros ojos pueden ver.
Quedarme no era una opción que yo hubiera elegido, pertenecer a un grupo donde claramente La cúpula era su fortaleza y reino de felicidad, no era lo mío. Ellos veían un futuro yo sólo el principio del fin, era como si estuvieran preparados para el día en que un rebelde con demasiadas agallas, jalara primero el gatillo. Nadie lo vio así.
Mi padre, el Teniente y segundo al mando, Thomas Blaire junto a mi hermano mayor Milak, lograron hacer que yo sobreviva. Tengo la dicha de estar en la parte central de La cúpula, mi educación continua cada mañana entra una mujer diferente, que se dedica a preparar mi rutina. Educación, por las mañanas e historia por las tardes. En mi futuro prometedor, a mi casi mayoría de edad y si mi suerte no es tan mala, seré parte de un "Compromiso por la alianza." El sueño de mi padre, lástima que jamás pensó en preguntarme. Mientras otros ciudadanos son preparados para salvar su vida, yo seré una inepta de clase alta, con enormes conocimientos en historia y buenos modales al tomar una taza de té, y que posiblemente muera si mi padre y hermano no están cerca. Porque en ese momento, mi vida será más que incompetente que mi suerte.
La guerra, se llevó los sueños y esperanza, hoy La cúpula, nos ofrece un lugar seguro para vivir, pero la verdad es, que aunque estamos actualmente "a salvo," aún pienso que más allá de la frontera, están esperando de nuevo para atacar y puedo asegurar que aquí será el primer lugar dónde apuntar. Por algo son llamados oscuros, silenciosos e invisibles como la noche.
Lo que no puedo entender, es ¿por qué? o a ¿quién? esperan, y estoy segura que no quiero estar aquí cuando suceda, porque ahí entonces, sabremos que no hay salida.
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The Demon Of War#Hottie'sAwards2017
General FictionLa Cúpula oculta más que sólo personas dentro del enorme caparazón. La guerra termino con la esperanza, pero no todos han decidido renunciar. Lindsay Blaire Daemon Hale West Rowland Dos mundos completamente diferentes, un sólo camino por recorrer...