¿Mentirosa? Es un término muy crudo y directo para una dulce y encantadora jódida persona en hablar sobre mentir.
—¿Eso es cierto? — West me miraba como si de verdad hubiera mentido, venga, no me conoce más de dos días y piensa que he mentido como si fuera de toda la vida. Eso es muy bajo.
—Tienes a un chico herido. —Un chico que salvo mi terco trasero unas cuantas veces y que hirieron por mi culpa, así que por respeto a él no me voy a acobardar en estos segundos. El tipo completamente extraño, bufa divertido, mientras todos esperan.
—Yo no diría mentir, tú jamás me preguntaste por mi apellido. Y a decir verdad no creo que eso te preocupe, puedes estar tranquilo si esperabas una carta de presentación, probablemente a esta hora, mi única familia piensa que estoy muerta. Así que, si has terminado con tu lapso de hombre herido, te recomiendo que en verdad te preocupes por uno que si lo está.
Tomé las pocas agallas que presionaba como alfileres sobre mi espalda y caminé de su lado a donde un chico inconsciente por lo menos ahora si me toleraba.
Podría jurar que en este momento no era la persona favorita para ninguno de los cuatro hombres que había a mi alrededor, pero no me iría sin ningún lugar fijo, y por supuesto, no me arriesgaría a morir antes de llegar a algún sitio segura.
Mi sermón basto, porque tras segundos, todos ayudaron al pobre Thimoty a subir a Greg a una camioneta olvidada y por suerte para nosotros logro jalar después de varios intentos. Me subí a la parte trasera junto a Greg, tocaba de vez en cuando su frente y de reojo podía pillar varias veces a este sujeto mirándome.
Culpándome
—Sex boom 1.2.3. Cambio. — La voz se repetía una y otra vez.
West puso los ojos en blanco, su mano apretó la palanca de cambios. — ¿En serio hombre? Cada vez que intento olvidar parte de su existencia, es como si la llamara.
—Sex boom 1.2.3. Vamos cariño de que estas ahí... Odio que me hagas esperar— Ronroneo la voz.
—Aquí. Bambi. Cambio. — respondió sin mirar a West.
¿Bambi? Quise reírme en voz alta, pero no estoy segura si para estos momentos ya pasé la línea de enemistad y ahora somos como conocidos más amigos, pero aún eres mi enemigo. Así que guardo la sonrisa para mí. Sin querer levante la vista y en el retrovisor los ojos de West se cernían sobre mí. No hizo falta que lo pensará, pero está charla aún no ha terminado.
—Cariño, estoy tan pero tan...
—No es un buen momento Effie, estas en el altavoz y aunque siempre es un placer escucharte suplicar, necesito que cojas uno de los mapas de Ron y me digas que es lo más cercano a la ruta 48, estoy al sur de la Cúpula y no tengo tiempo, Greg esta inconsciente y perdiendo más de la sangre que estás pensando.
Nos quedamos en silencio total después del breve mensaje. Pero de una forma u otra, la chica detrás del radio debió moverse lo suficiente rápido para decirnos que estaríamos buen si llegamos a la 53 menos un cuarto dentro del parámetro norte por el borde. Lo cierto es que fue confuso para mí y más aún entre los gélidos gemidos de Greg. West negó ferviente, ¿Acaso era una mala idea? Es una posible oportunidad de lograr que no muera Greg, deberíamos tomarla ¿Cierto?
—No hay tiempo West. Lo siento por ti, pero no llegaremos ni a la mitad del desierto si él continua así.
No sé que diablos paso en ese momento, pero ya nos dirigíamos a un unto mas allá del borde
—Entiendes que no somos bienvenidos ahí después de tu jódido maldito arrebato hace dos años, ¿verdad?
—No lo dejarán morir, él aún es bien recibido después de Amy, y no tenemos alternativa. — Volteó a mirar a Greg. —ya no hay más tiempo.
ESTÁS LEYENDO
The Demon Of War#Hottie'sAwards2017
General FictionLa Cúpula oculta más que sólo personas dentro del enorme caparazón. La guerra termino con la esperanza, pero no todos han decidido renunciar. Lindsay Blaire Daemon Hale West Rowland Dos mundos completamente diferentes, un sólo camino por recorrer...