The Demon Of War#Hottie'sAwards2017

Capítulo 4

Capítulo 4: Sombras en la luz Parte I

Inhalé tanto aire que mis pulmones arden con tanta intensidad que no sé como diablos me llegue a considerar una persona paciente y obediente, es increíble que no puedo cruzar la puerta e ir como buena chica a un futuro prometedor y extraño. Sin embargo sigo aquí, caminando de un lado a otro con mis nervios a flor de piel. Dejo caer mi cabeza contra la almohada y con mis piernas colgando de la cama, cierro mis ojos con fuerza.

— ¿Puedo hacer esto? Venga, estoy fuera a miles y miles de kilómetros o al menos eso espero. —Muerdo mi labio inferior. Lindsay Blaire tendría miedo, se supone que puedo empezar de nuevo ahora, sea como sea estoy por mi cuenta y no es el frío clavado en mi corazón donde la vaga pero real idea de que nadie —Ní un maldito soldado con buen gusto en armas y fascinado con la idea de rescatar mi cuerpo sin vida en el gran lugar llamado "Frontera" — ha venido por mí. Ní papá, ní Milak. Y es jódido.

En vez de lamentar mi patético culo y castigarme con imágenes de mi hermano buscando hasta debajo de las piedras, es más ridículo que yo en esta situación. Milak no ha venido, ní una señal humo, tal vez él también.piensa que para esta hora fui devorada por alguna bestia salvaje o que no pude sobrevivir y todas aquellas frases sin sentido que creía con devoción  terminaron por consumirme.

Es absurdo... no yo estoy siendo absurda, ¿no sé suponía qué yo quería esto? Cada día anhelaba un lugar y otra vida, un nuevo comienzo. Pues este es el lugar y el momento, siento el dolor de dejar a un padre que jamás fui lo que él esperaba, de un hermano que por muchos años fue la razón de vivir, pero sé que Milak terminará casándose y tendrá hermosos bebés y con el tiempo me olvidará y seré sólo el recuerdo de la triste y amargada hermanita con pasiones oscuras  y deseos sin ninguna voluntad.

Me levanto de un brinco y con dedos temblorosos intento abotonar la camisola que West dejo hace un momento sobre la mesa, podría ser la idea más loca y exuberante que nunca jamás imagine, pero si por algún motivo estoy teniendo este bache que me ofrece una salida fácil, lo tomaré. No más Lindsay Blaire, no más la pequeña hermana de Milak y por supuesto ya nunca más la hija imperfecta del teniente Blaire. Hoy soy una mujer sola, con muchas cantidades de electricidad corriendo por sus venas y el único fin es vivir.

Al salir de la pequeña casa en donde nos encontrábamos, West se encuentra sobre el capo del jeep y bendita suerte, este hombre no conoce lo que es un poco de pudor, con sus brazos flexionados absorbiendo cada rayo del sol y sin nada más, levanta la vista, sonriendo  y aunque no he dicho ní pío, sabe que tome la única decisión que importa. Greg levanta una ceja, supongo que tampoco estaría muy feliz de tener a un extraño invadiendo sus espacios personales. Al fondo un chico delgado y alto, con la venda sobre su hombro, me mira curioso, al final rueda los ojos suspirando.

—Es bueno saber que has decidido venir, lo cierto es que no estaba muy feliz con la idea de dejarte aquí hasta que alguien te encontrara. —Baja de un salto, toma unas cuantas bolsas del suelo y sujetando fuerte las arroja a la parte trasera.

—Creo que estaba un poco indecisa.

—Como sea. —Dice Greg sobre el asiento del conductor. —Es una monada y en verdad moje mis bragas de tanto éxtasis porque la pequeña dulzura tomó la decisión de ser una niña grande. Pero muevan esos culos sucios, que no es bueno estar tanto tiempo aquí.

—Por más que me pese, Greg tiene razón, es hora de movernos. ¿Éstas lista? —Asiento en silencio, sujeto su mano mientras me ayuda a subir a la parte trasera junto a Timothy, Greg al volante y West sube de copiloto.

El viaje es aburrido y silencioso, lo único que mata mi incomodidad es el tecleo constante de Timothy sobre la tableta electrónica que sacó hace como una hora, de reojo Wets voltea y sonríe como si supiera que por dentro tengo una maraña de nervios hirviendo a fuego lento.