CAPÍTULO 6

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¡Hola! Un poquitín tarde como siempre pero aquí os traigo el capítulo semanal, estoy muy liada últimamente y casi no tengo tiempo de escribir. Espero que os guste :)

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CAPÍTULO 6

-Enserio, no sé qué pinto yo allí...

-Pues me harás compañía, enserio Sam, no me dejes.

-Cat, ya tienes 17 años, ¡te las arreglarás sola!

-Las dos sabemos que no es verdad, vamos Sam, por favor, que el chico tiene 18 años, lo voy a pasar fatal.

-¡Pero es una comida familiar! ¡La familia de la prometida de tu hermano va a ir a tu casa! Yo no haré nada allí, no soy de la familia.

-¡Pero es como si lo fueses!

-¡Pero me sentiré una intrusa allí! 

-Venga, Sammy, hazlo por tu mejor amiga Cat, enserio puede que muera allí, por favor, ven, ¡no será tan horrible!

-Cat, me acabas de decir que puede que mueras ahí, creo que sí, será tan horrible.

-¡Sam! ¡Ya sabes que soy una exagerada! Por favor... Y... ¡Y te compro un trípode para tu cámara nueva!-dijo chantajeándome.

-Mmmm... No se Cat...

-Sam… Porfis.

-Vaaaale-acepté-. ¿A qué hora tengo que estar allí?

A las ocho de la tarde estaba delante de la puerta de casa de Cat. 

-¡Has venido! Pensé que te arrepentirías...-dijo abriéndome la puerta y dejándome pasar.-Vamos a mi habitación.

Subimos a su habitación, y nos sentamos en su cama.

-¿Cómo crees que será el chico?-me preguntó.

-¡Y yo que sé! Debería preguntártelo yo a ti.-le respondí riendo.

-¿No estás nerviosa? Tiene 18...

-Y nosotras 17, no es para tanto, seguro que al final, es bajito, con granos y flacucho. Ya verás.

El timbre sonó en ese momento.

-¡Ay Dios, ya están aquí! Me va a dar un ataque.

-¡Cat! ¡Cálmate, que no pasa nada, mujer!-la tranquilicé poniéndole las manos en los hombros-. Tengo tantas ganas de darte un bofetón a lo película.

-No, gracias- soltó una carcajada-. Venga, vamos a enfrentarnos a mi futuro cuñado.

Bajamos las escaleras hacia el piso de abajo y allí estaba la familia de la prometida de Tyler, el hermano mayor de Cat. 

-Con que un bajito y con granos, ¿eh?-me susurró Cat.

Yo me fijé en la razón por la que decía eso. Un chico alto estaba en la entrada, pelo castaño y desde donde estaba no conseguía verle los ojos, así que desconocía su color.

-Bajad aquí y saludad, chicas-nos dijo la madre de Cat.

Nosotras obedecimos y acabamos de bajar las escaleras.

-Hola, Sam, me alegro de verte.-me dijo Rachel, la prometida del hermano de Cat.

-Igualmente.-le sonreí.

Había un niño, debía tener unos siete u ocho años. Estaba escondido detrás de su madre por lo que no le pude ver bien.

Después de saludar a sus padres tocaba él. Me giré para darlo dos besos y vi que él ya me estaba mirando.

-Hola, soy Daniel, encantado.-dijo dándome dos besos. Me fijé en su color de ojos. Marrón. Me di cuenta de que llevaba demasiado tiempo mirándole los ojos y me sonrojé.

-Yo soy Sam, igualmente.-le sonreí y me alejé rápidamente hacia donde estaba Cat.

-Vale, puede que no sea bajito y con granos...

-No, claramente no lo es, ¿has visto que cuerpo?-preguntó Cat mirándolo.

-¡Cat! ¡Qué es tu cuñado!

-Técnicamente aún no... ¿Pero de verdad no te has fijado? ¿Y esos ojos?

-¿Marrones? ¿Color caca? ¿Eso te impresiona? ¿Enserio?-pregunté riéndome.

-No son color caca, son profundos y cálidos-soltó un suspiro.

-Son color caca, como los míos y como los tuyos. 

-Pero tienen algo especial...

-No, simplemente está bueno.

-¿Simplemente? ¿Pero tú lo has visto bien?-dijo mordiéndose el labio y mirándolo.

-Sí, lo he visto bien.

Cat y yo estuvimos hablando hasta que su madre nos llamó para cenar. Nos sentamos en la mesa, una al lado de la otra, yo tenía a Daniel enfrente. Empezamos a cenar, cuando sin darme cuenta empecé a mover las piernas y le di accidentalmente al chico.

-Lo siento.-dije avergonzada.

-No pasa nada.-me sonrió, su cara se me hizo familiar, pero no supe identificar de que.

Acabamos de cenar y el pequeño niño se me acercó, su cara también me era super conocida pero no sabía de qué, odiaba estos momentos.

-Hola.-dijo tímido.

-¡Hola! ¿Cómo te llamas?

-Jake ¿tu?-yo conocía a ese niño, ¿de qué? No lo sé.

-Yo Sam ¿cuántos años tienes?-le pregunté sonriendo.

-Ocho

-¡Qué mayor!

-¿Tienes hermanos?

-No.

-Qué pena, mi hermano es genial.-dijo, yo me reí de su ocurrencia y Jake se fue corriendo hacia su hermano, que nos miraba curioso. El pequeño le dijo algo al oído a Daniel y este soltó una leve risa.

Cuando Jake se fue con su madre miré a Daniel esperando que me dijera que le había dicho de mí su hermano.

-Me ha dicho que eres muy guapa.-dijo su hermano sonriendo. Yo me sonrojé.

-Oh, vaya.-solté una risa nerviosa.

-¿Sabes? No quiero pareces un psicópata ni nada, pero tu cara me suena.

Una sensación de alivio me invadió completamente. Yo no era la única que lo sentía.

-Gracias a dios. Había empezado a pensar que estaba loca. Tú a mí también-me reí.

Él soltó una carcajada, grave y profunda, algo en mi interior revoloteó.

-Creo que... ¿me has dicho que te llamabas Sam, no?

-Exacto.

-¿Y no tienes hermanos?-él sonrió como si hubiese descubierto algo.

-No.-le miré confundida. Pero el reconocimiento se hizo paso.

-Tienes 4 hermanos...-el asintió.

-Y el pequeño se llama Jake...-él volvió a asentir.

-Espera... ¿eres el mediano mayor?-él me miró divertido.-Es imposible.

-Lo sé, parece increíble.

Él.

Él era el chico de la playa.

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¿Qué? ¿Cómo son vuestras caras? jajajajaja Espero que os haya gustado el capítulo, si ahora es cuando empezará la parte interesante de la historia, no os preocupéis jajajaja, ya sabéis, comentadme que os ha parecido y votad! Me voy ya que tengo una fiesta y no puedo faltar! Besos ^^

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