CAPÍTULO 9

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Lo siento, lo siento, lo siento!! De verdad! Debería haber subido ayer pero no pude! Bueno no tengo mucho tiempo así que os dejo leer tranquilos!

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CAPÍTULO 9

Hoy era el día. El día que tenía que ir a la boda del hermano de Cat y tendría que ver a la estúpida rubia con Daniel achuchándose por ahí.

-¿Ya estás lista?-me preguntó mi madre-Nos vamos en unos minutos.

-Vale, ahora voy.

Terminé de arreglarme el pelo y fui junto a mis padres. Nos metimos en el coche y fuimos hacia la iglesia donde se celebraba la boda.

-¡Sam!-gritó Cat al verme salir del coche. Vino hacia mí corriendo.

-Vas a matarte si corres con esos tacones.-le dije mientras la miraba.-Estás preciosa.

-Tú también, me encanta el vestido.

-Lo elegiste tú...

-¡Por eso!-rio.

Negué con la cabeza riéndome y miré a la gente que estaba esperando fuera. Entre ellos vi a Ashley, que estaba hablando con otra chica, seguramente sobre lo que le costó su vestido y zapatos... 

Sentí que alguien me miraba y busqué quien eera hasta que encontré esos ojos marrones mirándome. Daniel me dedicó una tímida sonrisa pero yo en vez de devolvérsela me giré y le di la espalda.

-¡Ya podemos entrar!-gritó alguien entre la gente, que empiezó a entrar en la iglesia. Me giro para buscar a Cat y la encontré besándose y riendo con Matt. Resoplé y entré sola en la iglesia.

Me senté en un banco, junto a mis padres y unos minutos más tarde llegaron Cat y Matt. 

La ceremonia fue bastante breve, porque no querían que se alargase mucho. Cuando acabó, nos repartieron a todos arroz y pétalos y se lo lanzamos cuando salimos.

Volvimos a meternos en el coche para irnos al restaurante donde se haría la cena. Era un sitio precioso, todo bien decorado. 

Un hombre mayor nos guio a todos los invitados a una terraza donde empezaron a repartir copas con vino blanco. Cat estaba a mi lado.

-¿Has visto a la rubia? Con ese vestido parece que se le van a salir los pechos por delante.

-Lo sé.-me reí. –Y encima el vestido le va súper apretado no sé cómo puede llevarlo...-me volví a reír y miré a Cat que miraba detrás de mí con una sonrisa temerosa-¿Qué?

Me giré y vi a Daniel mirándome con una ceja levantada.

-¿De quién hablabais?

-¿No te han dicho que es de mala educación escuchar conversaciones ajenas?

-No, nunca me lo han dicho.-sonrió.

-Pues ya te lo digo yo. Es de mala educación hacerlo.

En vez de responderme él soltó una carcajada, dio media vuelta y se fue. Yo me quedé confundida al igual que Cat.

-Que chaval más raro...-dijo ella.

Después de estar en esa terraza una media hora el hombre que nos llevó allí nos guio hacia un jardín donde íbamos a cenar.

-Vamos a mirar en que mesa nos ha tocado.

Cat y yo nos acercamos a unas tarjetas que estaban en una mesa donde ponía los nombres de las personas que estarían en cada mesa. Buscamos nuestros nombres.

Vidas paralelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora