SOBREVIVIENDO en el instituto

14. Heridas ocultas salen a la luz

Esta noche es el cumpleaños de Mireia. El plan no está nada mal. Vamos a ir con otras amigas suyas al mejor bar de copas y cócteles de la zona y luego nos quedaremos a dormir en su casa inmensa. Me va a ir bien despejarme un poco.
Cojo el móvil.

+Olive, al final ¿vas a venir o no?

-No me apetece ir a otra fiesta por el momento. Pásatelo de puta madre y felicita a Mireia de mi parte.

+No creo que me lo pase tan bien sin ti...

Esta vez es mi padre quien me lleva al bar. Me da rabia tener que usar a mis padres de taxistas a estas horas, pero no hay otro modo. Veo que mi padre me mira de arriba a bajo.

-Muy fresquita vas tu hoy, ¿no te parece?

-Papá, llevo la chaqueta. Además, vamos a bailar y a hacer el idiota. Frío no voy a pasar.

-Bueno bueno, tu misma.-

Me hace gracia porque ese comentario no lo usa a veces o solo cuando salgo por ahí. Lo dice cada vez que salimos de casa, sola o acompañada, sea invierno o verano, esté muy abrigada o no.

Me subo al coche y leo un mensaje de Sophie.

Está aquí Nadia. Al final ha venido.

Me sorprende eso. Últimamente Nadia me ha estado evitando hasta el punto de no venir a los planes en los que yo estaba involucrada.
Decido contestarle.

Seguro que a Mireia le hará ilusión.

Estoy al corriente de que Sophie y Nadia son buenas amigas y no quiero decir nada que le pueda ofender.

Llegamos y me despido de mi padre con dos besos.

-Pásalo bien mi vida, y abrígate.

-Eso haré.-

Adoro a mi padre.
Veo a Sophie, a Nadia, a Mireia y a un par de chicas a las que no conozco. Me acerco a saludar con dos besos a Sophie y a Mireia. No sé como actuar con Nadia pero no es problema porque Mireia me empieza a presentar a sus amigas. Parecen majas.
Al cabo de unos cinco minutos llegan todos. Me hace gracia que Nick sea el único tío.
Entramos y ya hay bastante ambiente. Suena una canción que no he escuchado en mi vida, pero parece que todas las demás se la saben de memoria. Me pido un cóctel y me siento en un puff de color negro. Mireia me quiere sacar a bailar pero prefiero esperar a integrarme un poco más.
Acaban de entrar un grupo de chicos algo mayores que nosotras y parece que celebran un "despedido de relación". No sé cómo se le llama. Básicamente creo que es un grupo de chicos que aprovechan que su amigo está hecho polvo por una reciente ruptura para salir, beber e intentar ligar.
Sophie llega con una ronda de chupitos y Mireia nos reúne a todas en una parte de la sala.

-A ver, vamos a jugar a verdad o prueba con chupitos, pero no os flipeis porque están muy rebajados. -Suenan un par de abucheos y empezamos.

Nos sentamos en círculo entre puffs, sofás y butacas.
Mireia explica las reglas del juego. Por lo que he entendido, empieza alguien del círculo a retar a otro a prueba o verdad. Si este lo hace, la persona que le ha retado bebe del baso. En el caso de que el retado se raje, bebe él.

-Empiezo yo. -Anuncia Mireia orgullosa.- Sophie, ¿verdad o prueba?

-Prueba.

-Te reto a que le pidas el número al tío que va de azul.-

Sophie se levanta y, al cabo de un minuto o dos, viene con un papelito escrito que deja encima de la pequeña mesa. Mireia bebe y Sophie reta a una chica rubia de la fiesta a que le dé un pico. Está claro que a Sophie no le van los tíos. La verdad no sé por qué Mireia le ha hecho hacer eso.
La chica rubia acepta y besa a Sophie. Esta bebe.