-Cuidado cielo...
-Vamos al cuarto, no me lleves al hospital.
-Ni hablar. Ni pienses que te voy a dejar así, hay que hablar con el doctor Brown.
Al llegar al Hospital Saint Mary las enfermeras atendieron a Jennifer de urgencia, se la llevaron en silla de ruedas y comenzaron a asistirla para estabilizarla de nuevo. Mientras tanto, Olivia esperaba nerviosa en la sala contigua.
-Algún familiar de Dawson?- Dijo un doctor alto y con lentes, mientras leía la planilla en sus manos.
-Si!- Olivia se puso de pie, como si la silla le hubiese dado electricidad de repente.
-Pase por aquí por favor señorita- Él la guió por un iluminado pasillo hacia la sala 4 de cuidados intensivos. Antes de entrar, el doctor Brown salió de la sala y al encontrarse con la joven y su colega le dijo
-Yo me ocupo Chad, la madre de esta niña es paciente mia, puedes retirarte- Chad asintió y se dirigió hacia el pasillo otra vez.
-Cómo estás Olivia?
-Usted dígame doc, cuál es el diagnóstico?
-El doctor Brown soltó un profundo suspiro y contestó con pesar-Bueno, la situación es muy delicada, ya lo sabes... Logramos reestablecerla con éxito, había perdido bastante sangre así que le hicimos una transfusión y ahora está descansando, pero
-Cuánto?- Interrumpió. El doctor Brown volvió a suspirar.
-No mucho- La mirada triste del doctor mientras le decía lo que menos quería escuchar la hizo apretar los puños y comenzar a sentir ese ya tan familiar nudo en la garganta, que te avisa que estás a punto de convertirte en un mar de lágrimas.- Olivia, se que es muy duro de oir pero ella va a morir si no recibe una nueva médula. Es la única esperanza que nos queda, su cuerpo ya no puede luchar, no tiene fuerzas, esta muriendo Olivia. El cancer está ganando la batalla. Pero aún no está todo dicho, si completamos el transplante con éxito y su cuerpo lo acepta, le estaríamos dando el arma que necesita para ganarle a la leucemia de una vez por todas pero hay que apurarnos, el tiempo se agota y a más días pasan, menos posibilidades hay de salvarla...
Las palabras del médico le daban esperanzas pero a la vez éstas eran derribadas por la cruel y fría realidad, era imposible en ése momento conseguir la tan preciada médula osea que le salvaría la vida a Jennifer. Sin trabajo, con dos niñas a quienes alimentar y siendo ella menor de edad no le quedaban chances. Estaba perdida....
-Yo... No sé... Qué hacer doctor- la primera lágrima brotó del ojo derecho- No puedo...- y otra del izquierdo- Perdí mi empleo- y muchas más caían sin control y eran secadas por las mangas que tapaban su rostro, avergonzadas.
-Respira cariño, ya... Yo lo siento muchísimo en serio pero tienes que ser fuerte vamos... Por tus hermanas, por tu madre y por ti también. Anda, ve al baño, refréscate un poco y vuelve a ver a Jennifer que estará esperándote.
Y eso hizo, lavó su cara y buscó papel en su bolso, se había olvidado los pañuelos en casa, y al revolver tanto entre sus cosas, un pequeño papel, todo arrugado, cayó al suelo. Olivia lo levantó y notó que era el número de teléfono que ese tal Mike le había dado.
-Ésta persona puede
conseguirte un trabajo... Esas palabras volvieron a dar vueltas por su mente. Estaba tan mal que haya considerado llamar? Y si lo hacía? Qué podía perder?
Ahora había pasado de un rotundo NO a un "y si sí?". La situación la obligaba a reconsiderarlo...
La joven lo pensó y lo pensó y volvió a pensarlo hasta estar segura de que no tenía otra opción. Podía esperar a que la llamasen de alguno de los lugares en los que dejó su información, pero eso no sería rápido. Lo que ella necesitaba era algo instantáneo, un golpe de suerte, una buena oportunidad. Sería que ese papel era su suerte y ella la estaba desestimando?
Luego de un rato de convencerse a si misma le dijo al doctor que iría a ver a Jennifer dentro de un rato, eran las 18:47 y no quería que se haga muy tarde (si no lo era ya) para llamar por teléfono así que se dirigió apurada a una cabina, introdujo las monedas y persignándose marcó.
Un tono, dos tonos, tres tonos
-Hola?- se escuchó del otro lado de la línea una voz masculina.
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Decisiones Extremas
General FictionA Olivia Dawson la vida no le ha sonreído, con 18 años se ve obligada a abandonar los estudios para hacerse cargo de sus dos hermanas menores y convertirse en el sustento económico de la familia. Su madre quien sufre de leucemia está al borde de la...