-Ahora, hay una cuestión más a considerar, y es repecto a tu madre.
-¿Qué pasa con ella?- Lo sintió casi como una ofensa.
-Como usted ya sabe, estamos al tanto de su... Estado. Por eso mismo tenemos un trato que ofrecerle si está de acuerdo.
-Si claro, dígame por favor.
-Usted piensa pagar el transplante de médula osea con lo que gane trabajando aqui. ¿Me equivoco?
-No, no se equivoca- Olivia no podía dejar de jugar con sus manos debajo de la mesa. Creyó saber hacia dónde estaba llendo la conversación.
-Y ésta operación la espera hace tiempo. ¿Estoy en lo cierto?
-Así es. Y permítame interrumpirlo por favor señor.- Quería demostrarle que no era una idiota que no piensa en las concecuencias de sus acciones, quería impresionarlo para hacerle saber que con Olivia Dowson no se juega. Ella no sería una muñeca de trapo a la que se pudiera manejar a gusto y placer de quien quiera.-Estuve pensando en eso yo también, y si, ciertamente sería tremendamente sospechoso que "de la nada" aparezca con cinco mil dólares y pueda cubrir todos los gastos cuando para todo el mundo estoy en un programa de preparación por el que pagan el mínimo. Que ya eso es bastante dudoso permítame decirlo, sin ofender.
-No, para nada- Le respondió el hombre del aura oscura. Las manos juntas sobre el escritorio, cubriéndole la barbilla.
-Es por eso que pensé que en lugar de pagarme con dinero, lo podría hacer con un donante compatible. Sería más creíble decir que uno de los directores de la empresa en la que me preparo es amigo de alguien dueño de un banco de sangre que al enterarse del caso de mi madre quiso ayudarme consiguiéndo un donante para ella sin ningún problema.-Respiró hondo- ¿Qué le parece?- relajó su postura sobre la silla, orgullosa, no había notado lo erguida que se había mantenido mientras exponía la idea, eso la había hecho lucir aún más segura de si misma.
-Un desarrollo brillante señorita Dawson, me ha sorprendido- miró a Olivia con ojos de satisfacción que resultaron extrañamente inquietantes, pero aún asi la reconfortaron mucho esas palabras.
-Muchas gracias- sonrió.
-Pero...-Hizo una pausa, mirándola desafiante- si el pago se realiza de esta forma, ¿con qué dinero va a vivir usted?
-Por eso no se preocupe.
-Podemos darle un pequeño adelanto Olivia, no sería un problema. Y se restaría del próximo sueldo.
-Yo... Creo que eso estaría bien- agachó la cabeza. Volvía a sentirse humillada. El jefe sonreía de satisfacción. Disfrutaba el hacerla sentir pequeña e insignificante.
-Muy bien. Bueno, ¿tiene alguna otra duda que le gustaría aclarar?
Hizo una pausa para pensar. El enorme reloj de péndulo ubicado en la esquina derecha de la oficina marcaba cada segundo con una intensidad que molestaría a más de uno que estuviese bajo presión.
-Si, sobre la persona que se encargará de mis hermanas mientras no estoy. ¿Podría tener una entrevista con ella antes, y con el que será el chofer?
-No veo inconvenientes con eso. Me parece bien.
-Y me gustaría dejar en claro que no le permito salir con ellas a ningún sitio a no ser que sea una urgencia.
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Decisiones Extremas
Ficção GeralA Olivia Dawson la vida no le ha sonreído, con 18 años se ve obligada a abandonar los estudios para hacerse cargo de sus dos hermanas menores y convertirse en el sustento económico de la familia. Su madre quien sufre de leucemia está al borde de la...