Oscuridad.
Fría oscuridad.
¿Donde estabas, Lucy?
No lo sabías.
Intentaste mover tus dedos pero no podias.
"¿Acaso estoy muerta?" Pensaste.
Aunque, no recordabas nada.
Y eso te agradó.
Al fin podía estar en paz.
Al fin podías descansar.
Aunque esto aún no terminaba, Lucy...
Un fuerte dolor te obligó a moverte.
"¿Qué no los ángeles no sentían dolor?" Dijiste.
Pero tu eres un Ángel Errático, dulce Lucy.
Sentiste como si algo te apuraba a moverte.
Y con pesar, lograste abrir los ojos.
Una habitación blanca te dió la bienvenida.
Cables atados en tus brazos.
Y una enfermera al costado.
"¿Qué no habia muerto?"
Lastimosamente, estabas en el hospital.
Pero Lucy deseaba estar en la morgue.