Estaba en el fabuloso Central Park, era una fría noche de invierno todo en sí era hermoso estaba maravillada con este lugar y toda la paz que irradiaba de él. Estuve caminando por no se cuanto tiempo y decidí que era hora de ir a comer tenia un hambre que me mataba.
Tome un taxi que me llevara a un centro comercial para comprar algo de comer, al cabo de treinta minutos ya estaba frente al centro comercial decidiendo a que nivel ir y decidí que era mejor ir por un café y unas donas. Cuando estaba apunto de entrar al café que se llamaba L'UBief alguien del otro lado tiro la puerta y choco conmigo bañandome toda de lo que llevaba en su vaso.Dios ¿Porqueeeee?.
-Idiota, a caso no te fijas que alguien más iba a entrar al café.-grite desesperada por quitarme ésta cosa pegajosa.
-Oh lo siento princesa no es mi culpa que usted se quede como estúpida y no entre.-dijo el chico demasiado enojado.
-Y tu quien te crees tú tuviste la culpa, ahora de donde diablos saco otra mudada de ropa.-le grite al borde de la desesperación.
-Lo siento princesa pero si por no lo sabes éstas en un centro comercial donde venden prácticamente todo.-me grito el idiota ese.
-Oh parece que si venden de todo, dime donde compraste la estupidez para ir a reclamarle al vendedor por vender tanta.-dije dándome media vuelta y seguí mi camino que ahora era una tienda de ropa.
¡VALLA DÍA DE ESCORIAAAAA!Entre ala primera tienda que tenia de frente sin darme cuenta que el pedazo de basura qué me tiro el café estaba ahí con una rubia demasiado operada y no muy alta pero sus tacones de 200 cm lo hacían parecer.
Me reí por su vestimenta y su chillona voz, hasta que volvieron a ver donde yo estaba y ese estúpido hizo un gesto de desagrado pero algo llamo mi atención la señora que me hablaba y hablaba y yo sin saber.
-Oh disculpe no le había prestado aatencion.-dije apenada.
-Oh si, si claro bienvenida a Chanel donde encontrara lo que más le guste en que puedo ayudarla.-dijo la mujer un poco arisca ya me imagino por que será esto es típico si no ven a alguien de clase alta te tratan como escoria.
-Buscaba una blusa o algún mono talla S.-dije algo molesta.
-Segura que usted tiene el dinero suficiente para comprar algo aaqui.-dijo con asco la empleada. Ahí Dios como odio la gente así.
-Sabe que usted esta hablando con la princesa abbigail así que más respeto de acuerdo.-le dije a la mujer que se puso roja de la vergüenza o del enojo no se, lo único que se es que las personas que estaban aquí se quedaron calladas viéndome.-Y si me disculpan me iré a otra tienda donde me traten mejor.-dije dando media vuelta dispuesta a salir.
-Espere princesa abbigail.-dijo una mujer que supongo era la gerente o que se yo.
-Disculpe señora pero yo no pienso pasar más tiempo en este lugar donde discriminan a alguien por como se viste sin saber su origen.-Y sin más salí de ese lugar que me daba náuseas. Al cabo de un rato encontré una tienda donde me trataron de lo mejor y encontré una blusa bonita y me fui a casa.
Cuando llegue al edificio entre y estaba apuntó de apretar el botón del penúltimo piso cuando una mano se puso entre las puertas y no era mas ni nada menos que el idiota de ahora y la rubia operada, el apretó el ultimo piso, ohhh así que el es el dueño pues me vale.
Yo iba indiferente viendo el espejo de mi lado, mientras que el estaba tragándose a esa rubia, bah ¡Que Asco!.
Cuando llegue al penúltimo piso, el idiota me volvió a ver y me sonrió arrogante.
¡PATÁN! Grito mi mente.
Entre a mi piso y me fui a mi habitación me daría una larga ducha y luego dormiría.
Me estaba poniendo mi pijama que consistía en un short corto y en una blusa que dejaba ver mi marcado abdomen cuando de repente escucho que tocan la puerta.
-Ah como sea Miguel lo mato.-murmure mientras abría encontrandome con el idiota ese.
-Puedo pasar.-dijo él.
-No, no puedes.-dije cerrando la puerta en su cara y me fui a mi habitación a dormir.Esperó les esté gustando la novela, dejen sus votos y comentarios.
Sigan leyendo la vida de la princesa abby.By: Cintya_Laguna
🙊🙉🙈
ESTÁS LEYENDO
Una Princesa En New York
RomanceSoy la futura reina de Inglaterra y voy a escapar. Tres meses de libertad antes de coronarme. Una historia donde la obligación puede más que el amor. Prohibida su copia se llama plagio, si ven una historia similar avisar a mi persona.