Capítulo 5

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Habían pasado varios días desde que llegue a New York y las mismas cantidad de días que deje ignorado a ese idiota y esa misma cantidad de días desde que no eh salido de casa y eh estado aburrida.
-¡Bah!, tengo que hacer algo con mi vida.-Hablaba mirando el techo.
Durante toda mi vida, siempre pasaba de aquí para allá, de fiesta en fiesta, de cama en cama, ¡Aunque no lo crean! Era una perra total y nunca pero nunca me aburrí de hacer eso, ahora estoy aquí en un fabuloso penhause con una vista excelente a New York muerta del aburriniento viendo el techo, sin celular ya que desconecte del mundo y solo por la única y vaga razón de que tengo pereza de mover mi bello trasero de está cómoda cama.
¡AL DIABLO!.
Me voy a levantar y saldré a dar una vuelta por ahí muriendo del aburrimiento y la agonía de tener hambre.
¡DRAMA, ¿DONDE?!.
Me fui al baño y me di una relajante ducha, me cambie me puse un vestido corto hasta el muslo que era pegado de arriba y flojo de abajo con una abertura en la espalda, me puse unos tacones negros me maquille al natural tome mi bolso y salí de casa.
Estaba a punto de tomar el ascensor cuando de repente una tonta me pasó empujando haciendo que casi cayera pero por la magia divina no lo hice y me sostuve a tiempo.
-¡Oye!, estúpida que te pasa, ¿a caso no te fijas?.-le grité haciendo que parara.
-Tú estúpida zorra alejate de mi hombre.-gritó histérica.
  Y ah está que le pasa, pensé.
-Mira muñeca barbie, no te metas conmigo y de que hombre hablas estúpida, mucho cuidado con lo que dices.-dije amenazándola.
A lo lejos escuchaba unos gritos de un hombre llamando a esta barbie, ah si era la rubia operada.
-Hanna, no te vallas.-dijo el idiota ese, cuando se percató de mi presencia.-Y tú qué haces aquí niña.-dijo viéndome con asco.
-Oh si claro, éstas en mi piso idiota, así que largo.
La rubia operada pego un grito que casi me daña un tímpano.
-Ahhh y todavía vive aquí, sí que eres un asco metiendo a una mujerzuela en tu edificio.-dijo la estúpida está.
-Oye, oye cuidado con lo que dices para variar no se quienes son, además de que yo compre en éste piso y ustedes no pueden estar aquí y yo no tengo porque estar metida entre algo que no me interesa así que si me disculpan yo me largo de aquí,  adiós.-dije muy molesta pero quienes se creían estos.
-ahg, por estás cosas me arrepiento de haberme ido de Londres.-dije molesta pero creo que me escucharon, ahg me da igual.
Salí de ahí a paso rápido y hecha una furia, Dios como odiaba a estas personas.

Una Princesa En New YorkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora