Le eché un último vistazo al cuarto recordando todos los momentos, buenos y malos que había pasado en él. Me tomé la molestia de recoger una mandarina que había en el suelo y la tiré a la papelera para que así, la habitación estuviese perfecta. Me adentre un poco más para admirarla mejor, y mis ojos toparon con el pequeño vaso de mi mesita de noche, la rosa que dentro de él conseguía vivir se estaba marchitando apenas un pétalo tras otro. Recordé el momento en que la encontré fuera y había aguantado a tanto frío, también recordé lo confusa pero a la vez lo feliz que me sentí en ese momento. Me acerqué a ella y la cogí entre mis manos para olerla una vez más, no podía dejarla allí, no podía dejar la misteriosa rosa.
Salí de mi cuarto dejando las llaves en recepción y poniéndome el chaqueton. Me di la vuelta y mis compañeros estaban allí. Inconscientemente se me formó una pequeña sonrisa en los labios que no transmitían del todo felicidad, pero si cariño. Danna corrió hacia mis brazos y nos fundimos en un fuerte abrazo de despedida.
- No olvides llamarme siempre que puedas.- Mandó con su dedo índice.
- Y tú procura cogermelo.- Alce una ceja y ella sonrió para volver a abrazarme.
Una vez libre de los brazos de Danna, me dirigí hacia Jane y Claire de nuevo con una sonrisa. Las abrace y prometí mandarles fotos del paisaje ya que les encantaba estar informadas de todo. Me giré y frene en seco para no chocar con Jackson que se había puesto en medio de mi camino, le mire expectante, no llevaba sus gafas de siempre y se veía raro, pero seguía estando bien.
- Lo siento mucho Roma.- Sonrió apretando los labios y me dio un pequeño abrazo. No me queje, no podía irme peleada con nadie así, sólo cerré los ojos e intente respirar algo que no fuese desodorante.- Adiós pequeña.- Me apretó el hombro y sonreí en respuesta.
Localice al Coach en la puerta sosteniendo mis maletas con una gran sonrisa aunque en sus ojos podía ver la tristeza que sentía. Antes de dirigirme hacia el, James me cogió del brazo y yo le mire entrecerrando los ojos. Trago saliva y me dio dos golpecitos en la espalda.
- Buena suerte.- Dijo con la voz rasposa.
- Gracias.- Asenti agradecida por al menos haberse dignado a desearme suerte. Me soltó de su agarre pero yo no me moví. Busque a Sean con la mirada pero tampoco estaba allí, agache la mirada y evite pensar en sí había hecho bien en decirle la verdad así, tan de repente.
Fui junto al Coach y ambos salimos a fuera, donde el coche que me llevaría al aeropuerto esperaba aparcado. El Coach metió las maletas en el maletero y con paso apresurado me dio un abrazo y un beso en la cabeza para luego echarse hacia atrás y observar como subía al coche. Pero antes de que pudiese abrir la puerto, noté una presencia que me hizo girar.
- ¿Pasa algo?- Sonreí y parpadee para que no se saliesen las lágrimas. Me giré sorprendida y algo confusa.
- Espera Roma- Se acercó a mi lentamente y me abrazo con fuerza. Me acaricio con dulzura el pelo y me quedé enbobada en su imperfecta sonrisa.
- No quiero irme sin vosotros...- Hice un gran esfuerzo por mirarle a los ojos y lo que obtuve fueron lagrimones en los míos.
- Lo siento, lo siento mucho.- Fruncio el ceño y apretó los labios para no llorar.- Soy un idiota...- Le cogí el rostro entre mis manos y lo observé para nunca olvidarlo.
- Me has hecho daño, pero ya no me importa.- Sonreí asintiendo repetidas veces. Él suspiró y cogió mis manos para bajarlas de su rostro.
- Roma...eres una chica lista, guapa y tienes un carácter impresionante.- Abrí la boca para responder pero el me callo poniendo si dedo índice en mis labios. Cerré los ojos lentamente y volví a mirarlo.- Pero no...
Justo en ese momento, me di cuenta del grave error que había cometido en toda mi vida, había estado tan obsesionada pensando que estaba enamorada, que no me di cuenta de lo que sentía en realidad.
- Ahora sé que...me gusta otra persona.- Susurró. Sus ojos conectaron con los míos con un brillo deslumbrante.
- Mentiría si digese que yo no te quiero aún, pero te prometo que tarde o temprano dejaré de estar enamorada...para sienpre.- Dije con un tono de voz duro y dañino.
El pitido del coche hizo que nos sobresaltaramos, me separe un poco de él y le regalé mi última sonrisa, porque seguramente lo que me dedicaría a hacer a partir de ahora sería llorar y gritar.
- Adiós James.- Me despedí de él y subí al coche, me apoyé en la ventanilla y vi como todos los demás salían corriendo y se despedían con la mano y gritando.
Reí para mi, pero en seguida la pequeña risa se convirtió en un gran llanto que no podía frenar.
- Se nota que les quieres.- Dijo el señor mayor que conducía el coche.
- Son mi familia, señor.
Por fiiiiiiin. Siento haber tardado un poco más en subirlo pero he tenido algun que otro probemilla.
Solo espero que les haya gustado :') Aún queda un pequeño capítulo más jeje.
Byeeee besitos de loveeee xx
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C.A.R. SNOWY
RomanceSer una deportista de élite no es nada fácil para Roma Blake, considerada una prometedora nadadora por su Coach. Comenzo en este deporte por su enfermedad, pero se convirtio en parte de su vida. Su equipo decide irse a una concentración durante un a...