Capítulo 16

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Habían pasado dos días desde la llegada de dos cosas importantes para mí. La vuelta de Devon del hospital, y la oferta del señor Phelps. Cada día tenía más dudas de lo que decidir. Intenté no pensar mucho en ello un par de días para estar con mi gran amigo y arreglar las malditas cosas entre Danna y él, sinceramente, ya me estaba mosqueando bastante y yo no era una chica con mucha paciencia para este tipo de cosas.

- Dan, ya estoy harta.-Dejó de escribir y levantó la cabeza del escritorio con el ceño fruncido.

- ¿Harta de qué?- Dijo confusa rascandose la nariz. Me acomode en mi cama sentantome como un indio.

- ¡Harta de lo que haces!- Abrió los ojos sorprendida pero no paré.- No sé que intentas hacer.- Apreté los labios.- Pero Devon está mal y tanto tú como y yo, sabemos que no crees lo que te dijo Jane.- Fui hablando cada vez más bajo al ver como el semblante de Danna cambiaba de confusa a derrotada.

- Roma, yo...- Miré hacia otro lado y negué con la cabeza.

- No Danna.- Odiaba escuchar excusas.- Dime la verdad.- Exigi. Lo sé, a veces...no. Siempre he tenido muy mala "hostia" y más cuando me tocaban los cojones. Danna cerró los ojos un instante y al abrirlos pude ver miedo en su mirada. ¿Quizá era eso? ¿Miedo?- Tienes miedo.- Afirme en un susurro.- ¿Pero de qué Danna?

- De mí.- En ese momento, sin quererlo, solté una risa que no venía a cuento y creo que eso le molestó. Me disculpe con la mirada y bufo.- Me conozco bien Ro, nadie, ni siquiera tú.- Puntualizó.- Conocéis la mitad de como verdaderamente soy.-Estaba confundida. Era mi mejor amiga y la conocía muy bien, o eso creía.

- ¿De qué estás hablando?- Me eché para alante.

- Estabamos siempre gritandonos, peleando...- Miró hacia un lado. Notaba añoranza en su voz.- Al final uno de los dos acabaría dañando al otro de verdad.- Crucé mis dedos y pense.

- Yo os veía genial...

- No es así, Ro.

- Pero, cuando estabais bien, erais perfectos.- Sonrió levemente.

- Lo nuestro no acabaría bien Ro.- Negué con la cabeza. No podía permitirlo.

- Dan, ¿tú le quieres?

- Más que a mi vida.- Sonreí vagamente. Sabía que al menos su amor era correspondido, no como el mío...

-Daros otra oportunidad, Dan.- La miré a los ojos. Estos brillaban como nunca.

- No sé...- Suspiró y se levantó.

- Hazme caso.- Dije con una sonrisa asintiendo para animarla.

- De acuerdo, lo intentaré.-Por fín, sonrió ampliamente hasta poder ver su especial sonrisa. Cuando pasó por al lado de mi cama, miró mi mesita de noche y fruncio el ceño.- ¿Y esto?- Cogió la rosa y la olio.

- Me la encontré hace unos días en la ventana.- Sonrió de lado.

- ¿De quién será?- En mi mente me hacía mis propias ilusiones de que fuese James. Pero no tenía ni idea.

- Ojalá sea James.- Danna rió y dejó la flor en su lugar.

- Sea quien sea, ¡le gustas!- Exclamó entrando al baño. Era increible como Dan, podía cambiar de depresiva a eufórica en un segundo.

(...)

Hacía bastante tiempo que no hablaba con mis padres, y ni siquiera les había dicho lo del contrato. Cogí mi portátil y los llamé por videollamada para así, poder vernos la cara.

- ¡Roma!- Lo cogió mi hermano.- ¡Mamá, ven!- Solté una risita.

- ¡Hola familia!- Saludé con la mano.

C.A.R. SNOWYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora