Segundo día de clases, matadme, por favor.
Maldita alarma.
No me quiero despertar.
Apágate.
Ojalá tuviera telequinesis para poder romper ese estúpido reloj.
-ELLIEEEEEEEEEEEEEE
Un momento, ¿qué?
¿Quién grita de esa manera? D:
-DESPIERTA, ENANA. SON LAS 6:30 DE LA MAÑANA. TE DA TIEMPO A DUCHARTE, VESTIRTE, DESAYUNAR Y LLEGAR TEMPRANO AL COLEGIO.
-Adam, ESTOY DESPIERTA, DEJA DE GRITARME.-Dije medio dormida.
-Ya no te grito, ahora despierta que hoy no te llevo yo.
-No me jodas. Uy, digo, no me digas eso, D: -Me arrepentí al instante.
-No se dicen malas palabras en esta casa. ¿O quieres que se lo diga a mamá?-Adam atacó.
-¡No te atrevas! Está bien, ¿qué es lo que quieres?-Le pregunté de mal humor.
- Que me des algo de chocolate.-Me chantajeó
-Es mi chocolate.-Bufé yo.
-Pues se lo cuento a mamá.
-Vale, tú ganas. ¿Cuánto quieres?- Repliqué rindiéndome.
-Una tableta. Yo te di el dinero para comprártela.
-Está bien, ahora sal de mi habitación y de daré el chocolate.
Una vez Adam cerró la puerta al salir, miré debajo de la cama. Pegado al colchón estaba un paquete pequeño de color marrón: mi chocolate.
Despegué el paquete y vi su contenido. Tan solo una tableta y media. Odioso Adam, ahora solo tendré media tableta.
Volví a cerrar el paquete y lo pegué en su sitio. Aún nadie sabe dónde guardo mi preciado tesoro.
-¡Bebé, baja a desayunar!- ¿Por qué me sigue llamando "bebé"?
-Ya voy, mamá. Tengo que vestirme.- Vamos Ellie, no llegues tarde, hoy Adam no te llevará en su coche.
Al acabar de vestirme, desayunar y llegar casi tarde al colegio, entré a la clase y vi a Erick hablando con Andy.
Andy no le prestaba mucha atención porque estaba mirando justo a donde estaba yo. Es por eso que Erick movía las manos delante de sus ojos. En el momento en el que Erick se fijó hacia dónde miraba Andy, miró también. Y allí estaba yo, roja, como siempre.
Miré hacia abajo y caminé hacia mi sitio.
-¡Pitufa!-Gritó Erick.
-¡Erick!- Le grité de vuelta.
-¡Hoy empieza la tortura!
-Hoy empieza la...Un momento, ¿qué?
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¿Amigos? Algo más que amigos
Teen FictionEllie tiene que empezar una nueva vida. Nuevo colegio, nuevos amigos y un nuevo romance. Con quince años soportará muchas cosas, buenas y malas. ¿Estará dispuesta al todo o nada? Andy le dará la chispa que necesitaba en su vida y quizás, algo más.