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Ellie:

Pffff menudo asco, a empezar todo desde el principio. No me lo puedo creer.

Acababa de tener una fuerte discusión con mis padres: Teníamos que mudarnos a otro país, ¿por qué? Porque mi padre extrañaba a toda su familia en Estados Unidos.

Ahora explico lo último: Mi padre es estadounidense, más específicamente, de Carolina del Sur. Conoció a mi madre cuando vino de mochilero a Madrid con su mejor amigo (mi padrino, Robert). Ella trabajaba en un bar y él se enamoró de su tortilla de patatas, fin. Es por eso que tenemos nombres en inglés. Mi padre, Matthew;  mi hermano mayor, Adam; yo, Ellie, mi abuela se llama Elizabeth, así que es como un homenaje. Y mi madre se llama Isabel. No me extrañaría que se lo cambiara a "Isabelle" o alguna cosa así.

Había ido unas ocho veces a Estados Unidos, las primeras fueron cuando era muy pequeña, Adam recuerda más de eso, y creo que por eso siente tanto apego a ese país. Es por esto que tuve que aprender  inglés desde muy pequeña, ya que así puedo comunicarme con toda mi familia allí. Me llevo de maravilla con ellos, algo extraño, ya que son demasiados. 

Mamá era amada por toda la familia de papá y ella no se llevaba muy bien con la suya, así que simplemente aceptó. Mi hermano mayor, Adam, estaba encantadísimo con la idea, odiaba España. Y bueno, no hace falta ser un genio para saber que mi opinión no fue tomada en cuenta, para nada.

Creo que mis padres no sabían que tenía una vida, piénsalo, son quince años con la misma gente y de repente ¡PUM! Te llevan a otro colegio, en otra ciudad, en otro país. Me deprimía de solo pensarlo, me senté en la cama y lloré hasta quedarme dormida. ¡Qué hermoso último de día de clases! ¿Ahora qué? ¿Simplemente tengo que dejar todo atrás?

Cuando desperté caí en la cuenta de que todo el viaje había sido organizado de manera estratégica por mi padre, así que como mucho, tendría unas dos semanas para despedirme de todo lo que pudiera, maravilloso.

Papá había dejado un montón de hojas en mi escritorio, pude distinguir la fecha del vuelo, la dirección de nuestra nueva casa en Charleston, Carolina del Norte, y la información de nuestro colegio. Abrí la puerta de mi dormitorio y habían muchas maletas, todas llevaban mi nombre en las etiquetas, increíble.

Las semanas previas al viaje fueron realmente estresantes, pues tendía que organizar todo lo que me llevaría a la nueva casa y dejar todo limpio para los nuevos dueños de la casa. Aquella casa en la que había crecido, con tantos recuerdos.


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Mis amigos más cercanos me organizaron una maravillosa despedida el día del viaje, lloramos recordando los buenos momentos y nos prometimos estar en contacto, hasta volver a encontrarnos un día. Pues, tan solo debíamos cruzar un pequeño charco, ¿no?

Por la noche el avión partió, y mientras miraba por la ventana, una lágrima resbaló por mi mejilla. Por favor, que todo salga bien.

¿Amigos? Algo más que amigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora