16

38 2 1
                                    

Después de reírnos por mi respuesta, comenzamos con las preguntas.

-¿Cuál es tu color favorito?-Me preguntó Andy.

-El blanco, es tan bonito.

-Uf, ¿eres de una secta o algo?-Preguntó riendo.

-Para nada, y, te quedan seis.-Reí.- ¿Y el tuyo?

-Verde. ¿Qué pensaste al verme?

Pensé que estás más bueno que el pan.

-Pues que parecías tímido, aunque ya veo que no. ¿Y qué pensaste tú de mí?

-Como me escuchaste, pensé que eras muy guapa-Río mientras yo moría de vergüenza.- Pero tú tranquila, no soy un violador del bosque. ¿Dónde vives?-Preguntó.

-Pues a unas ocho calles de aquí.¿Y tú dónde vives?

-También a ocho calles de aquí.-Rió.

-¿Hablas en serio? ¿Dónde vives exactamente?-Dije soprendida.

-Acabas de gastar dos preguntas.-Dijo Andy.- Vivo en la calle "Los Olmos" número 8, la casa verde pastel que resalta entre todas las demás. Mi madre es muy extraña. ¿Y tú?

-No me lo puedo creer, ¡yo vivo en el número 4! La casa naranja pálida.

-Anda mira, somos vecinos.-Me sonrió Andy.

-Oh, solo me quedan dos preguntas. Y a ti cuatro.

-Bien, ¿integrantes de tu familia?

-Pues somos cuatro, mi hermano mayor, Adam; mi padre, Matthew y mi madre, Isabel

-Isabel, ¿vende atún? Dime que lo pillas, por la marca de atún Isabel-Dijo riendo.

-Qué chiste más malo. Por cierto, perdiste una pregunta.

-Perderé otra más. ¿Tienes novio?


¿Qué clase de pregunta es esa? ¿Qué le digo?


-Ehh... pues no. Nunca he tenido novio.-Dije mirando hacia abajo.


Hubo un incómodo silencio y Andy se animó a hablar.


-Yo tuve una a los 5 años, ¿eso cuenta?

-Si tu intención era hacerme reír, lo has conseguido.

-Hablo en serio, se llamaba Sandy. Ya no somos novios porque Erick la vio de la mano con Uriel. Eso es alta traición. Duramos una semana.

-Has perdido todas tus preguntas-Reí.

-Pues es tu turno, te quedan dos.

-¿Integrantes de tu tu familia?

-Mi madre, Diane; mi padre, Aston y mi hermana Larry.

-Interesante... ¿Tu hermana se llama Larry?-Pregunté extrañada.

-No realmente, se llama Hilary, solo yo la llamo así. Es algo sádica para tener 5 años. Le arranca la cabeza a sus muñecos y le gusta golpearme con las tacitas del té.

-Oh-Reí.-Tu hermana es muy rara.

-Lo sé, Ellie. Tengo miedo de lo que pueda hacerme, es muy mala.- Dijo asustado.- Por cierto, has gastado tu pregunta.

-Lo hice sabiéndolo.-Mentí.

-Claro claro, Ellita.

-¿Ellita? ¿Qué clase de apodo es ese?

-Pues a partir de ahora te llamaré así.

-Oh, pues vale.

-Ellita, es hora de volver a clases, ha terminado la hora de castigo y Nata Montada no ha venido. Vámonos antes de que vuelva.


Nos levantamos y fuimos a nuestra clase. Al llegar Eric nos sonrió, no parecía enfadado por lo de Dalia.

Al volver a mi sitio junto a Erick, me llenó de preguntas.


-¿Qué hicistéis? ¿Qué te dijo él? ¿Qué le dijiste tú? ¿Había alguien más?

-Para el carro, Henderson. Ya te lo contaré todo, pero ahora quiero prestar atención. No quiero que vuelvan a castigarme.

¿Amigos? Algo más que amigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora