Me separe de él inmediatamente y agache la cabeza. Si seguia asi, no iba a poder contener las ganas que tenia de besar esos hermosos labios.
-Juliet... por favor- su simple voz ronca hizo que los cabellos de mi nuca se erizaran.
No podia caer ante su encantos. Me habia humillado como nadie en mi vida y si lo unico que queria de mi era sexo, estaba muy equivocado.
-Regresa a tu lugar, si es que quieres dormir en este cuarto- solte bruscamente decidida a pasar esta noche cerca de él, a salvo.
Se levanto lentamente y se tumbo en el suelo sobre la cobija que minutos antes habia extendido. Lo mire por unos segundos, se veia explendidamente apuesto, como siempre.
Noto que lo estaba mirando porque se giro hacia mi, al instante mi corazon se volvio a acelerar con solo sentir su mirada sobre mi. Respire hondo tratando de recuperar la compostura y me sente en la orilla de la cama.
-Davis, por favor, dejame en paz, no quiero tener nada mas que ver contigo. No me interesas.- si queria terminar con esto tenia que decirselo, aunque no creyera nada de lo que habia dicho.
Al escuchar esto Davis se giro rapidamente y en unos cuantos segundos ya estaba frente a mi de cuclillas a la altura de mi rostro.
-Juliet...- tomó unagran bocanda de aire y siguio- se que ultimamente me he portado como un imbecil, pero no sabes que es lo siento por ti... Esto es... verdadero... es lo más verdadero que he sentido en toda mi vida y...
-Ya Davis- solte antes de que terminara- yo siento... siento algo por John- nada de lo que habia dicho hasta ahorita era verdad. Si sentia algo por John, pero no era mas que un gran cariño por lo bien que se habia comportado conmigo pero nada mas, solo me importaba de una forma, de amigo, pero si queria que Davis se alejara de mi, tenia que mentir, aunque me doliera, al final del dia, era una mentira que me haria demasiado bien.
Davis tardó unos minutos en procesarlo, pero cuando lo hizo, solo agacho la cabeza y se puso de pie en un segundo.
-Eso era lo unico que tenias que decir- solto y de un salto desaparecio por la ventana.
Me quede helada. Me asomé por la ventana preocupada por Davis y los daños que posiblemente tenia debido al salto, pero no lo vi.
Sin dudarlo sali de la habitación y baje de dos en dos los escalones, ya en el patio comenze a buscarlo por todas partes pero no habia ni una minima señal de él.
Subi a mi habitacion sin preocuparme por si mi madre me preguntaba que pasaba, coji la llaves del auto y baje de nuevo.
-¿Pasa algo?- preguntó mi madre cuando estaba cruzando la sala en la que de encontraba leyendo.
-Nada, no te preocupes mamá. Voy a salir un rato.- no me detuve ni un momento.
-¿A donde?- mi madre me miraba con cara de curiosidad y esperando una respuesta cruzada de brazos.
-¡A la calle!- grite antes de subir al auto y arrancar.
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Si mal no estaba la casa de Davis se encontraba en este lado de la acera. Estaba confundida por lo que habia pasado y por si no fuera poco, no estaba segura de que la casa en la que me encontraba estacionada, fuera la de Davis ya que la vez que vine estaba oscuro y no habia prestado mucha atencion a los detalles.
Armada de valor sali del auto y toque el timbre. Nadie respondio asi que volvi a tocar. Despues de unos minutos la puerta se abrio dejandome a la vista una larga cabellera rubia, con solo una camisa de hombre encima y el rostro de la... Profa: Roberts.
-¿Buscas a alguien?- tenia una sonrisa burlona en sus labios y en sus largos y delicados dedos, que parecian haber salido de la manicure, se enrrollaba un mechon de cabello.
No sabia cual era la respuesta ¿realmente buscaba a alguien? Tal vez lo mejor era regresar a casa y olvidar lo sucedido. Al final, ya habia logrado lo que queria, que Davis se olvidara de mi, y si que lo habia hecho muy facil.
-No, la verdad no... Me equivoque de casa. Disculpa- me gire y a mis espaldas escuche la voz de Davis.
Me detuve un momento pero despues de una lucha interior, segui mi camino.
Arranque con direccion a casa y aunque dentro de mi habian unas ganas inmensas de dar la vuelta y hablar con Davis, o por lo menos asegurarme de que estaba bien, no lo hice y despues de unos minutos ya estaba en casa, tumbada sobre la cama pensando en lo estupida que era por haberme fijado en mi profesor.
Estaba quedandome dormida cuando vibro el celular que estaba en la mesita de al lado.
Era un mensaje, de John.
"Espero que estes bien y debajo de las cobijas. La tarde de hoy estuvo excelente, realmente aprecio tu compañia. Descansa y nos vemos mañana. Cuento los minutos para verte. Con cariño, John."
Una sonrisa se asomó en mis labios, él si que sabia sacarme una sonrisa en cualquier momento. Yo tambien contaba los minutos para verlo, sin dudas, lo apreciaba.
Respondi su mensaje antes de acomodarme debajo de las cobijas:
"Te aseguro que estoy ruborizada. Nos vemos mañana, John. Con cariño, Juliet."
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La alarma sonó por segunda vez y con los pies arrastrando me levanté de la cama con direccion hacia el baño.
Tomé una pequeña ducha y cuando me mire en el espejo quede atonita.
Debajo de mis ojos habia unas ojeras hinchadas y más que negras. Sin nada que hacer para remediarlo mas que dos pasadas de corrector y un intento de peinado sali de la habitacion y sin desayunar, fui a la escuela.Abri mi locker y despues de cambiar los libros me diriji a clases. La aclamada clase de Lenguas.
Me tumbe sobre el asiento más escondido del aula y de mala gana saque cuaderno y boligrafo para tomar notas.
-Buenos dias- levanté la mirada y me encontré con John de pie frente a mi, con una amplia sonrisa en sus bellos y carnosos labios.
-Buenos dias John- sonrei de la manera mas amable que pude.
-Alguien no durmio bien ayer ¿o me equivoco?- solto una risita burlona mientras tomaba asiento en la silla de al lado.
-No te burles- refunfuñe- parezco mapache y no hace falta mucho para lograr bajar mi autoestima- sonrei mientras giraba los ojos.
-¡Por favor Juliet!- soltó mientras se giraba hacia mi completamente quedando cara a cara- nadie puede bajar tu autoestima ¡eres hermosa! Y deberias de saberl...
-¿Podria hacerle cumplido a su compañera en hora libre? Estamos en clase- Davis estaba sentado sobre el escritorio con cara de poker y al parecer llevaba unos minutos ahi observandonos.
-Lo siento profesor- soltó John y dirijio su mirada hacia el frente.
-Hemos estado mirando su escena de amor y la verdad le quedaria bien el papel de Romeo- toda la clase rompió en carcajadas. -Aunque no se si la señorita Crawford podria ser su Julieta el amor de esta novela es correspondido, ¿el suyo lo es Señor Morgan?
La clase quedo en silencio de un segundo al otro, todos me miraban esperando una respuesta y Davis tenia una sonrisita burlona en sus labios.
Me quedé helada sin saber que contestar o por si al menos tenia que contestar. Mi cerebro aun procesaba todo lo que estaba pasando y mi labio inferior temblaba sin remedio.
-Al parecer no, Señor Morgan. El silencio concede. Ella no es su Julieta.
John se giro hacia mi, me miro por un segundo esperando que dijiera algo pero de mi boca no salia nada, asi que solo se volteo y agacho la cabeza. Sin duda estaba avergonzado.
Me gire hacia Davis que sonrio maliciosamente, en sus ojos se notaba la satisfaccion por el resultado de la humillacion hacia John, me miró un segundo y despues comenzó la clase.
¿Como podia ser tan maldito este hombre? ¡Definitivamente esta la va a pagar!
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Teacher | PAUSADA
Romance"Te tuve pero no te valore, pero volveras a ser mia y esta vez... te juro que sera para siempre" Juliet quiere un nuevo comienzo, quiere una vida tranquila y ordenada, pero todo eso se esfuma cuando conoce a su nuevo profesor. El solo la quiere para...