Capítulo 2

211 20 5
                                    

A la mañana siguiente la madre de Álvaro vino a despertarme, eran las once y media así que me vestí con unos jeans, una camiseta de tirantes blanca, una rebeca de lana y unas vans blancas.
Fui a la habitación de la niña, estaba jugando con su muñeca favorita.

Yo: nena hay que vestirte, nos vamos a dar una vuelta con los abuelos.
Naira: vale mami.
Yo: tengo que hablar contigo nena -me senté en la cama- es sobre tu papá.
Naira: ¿papa? -me miró muy extrañada- no sé quién es...
Yo: ya lo se peque... pero lo vas a conocer ya mismo. Pero no sé como reaccionará.
Naira: ¿Es que no sabe nada?
Yo: no... lleva muchos años fuera. Y mañana viene a España. Bueno nena vamos a desayunar.

Bajamos a desayunar con los padres de Álvaro. Comentamos cómo le íbamos a decir a él lo de la niña.

Madre de Álvaro: creo que la mejor manera es decirselo tranquila y que aparezcas cogida de la mano de ella.
Yo: bueno... es que a lo mejor cree que no es suya. Ese es mi mayor miedo.
Padre de Álvaro: creo que no, él es razonable.
Yo: ya pero...

En ese momento sonó el timbre de la puerta. Naira se acercó e intentó abrir la puerta pero no pudo, me levanté y fui yo a abrir la puerta.
Cuando abrí la puerta vi que era Álvaro con la sonrisa que me enamoró desde el primer momento, me abraze a él y comencé a llorar. No me lo podía creer, después de tres años estaba aquí a mi lado.

Álvaro: por fín contigo, por fín abrazandote.
Yo: no me lo creo, tres años sin ti.
Álvaro: y... ¿esta niña?
Yo: entra y siéntate, tenemos que hablar... una larga historia y prefiero que estés sentado.

Entró y se fue directamente hacia el sofá, se sentó y me miró sin decirme nada. No se me pasaba por la cabeza cómo iba a reaccionar; decidí comenzar desde el momento en el que se fue y los días posteriores hasta llegar a hoy día. Su reacción fue cada vez mejor, pero aún no me convencía.
Tenía mucho miedo, demasiado tal vez. ¿Alguna vez, en mis 22 años, he estado así? Lo dudo y si me ha pasado fue cuando era pequeña y por alguna pesadilla, estaba temblando como un flan. La cara de Álvaro no sabía como interpretarla.

¿Bebe De Álvaro Gango?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora