¿Bebe De Álvaro Gango?

Capítulo 6

Llegano a casa a las siete de la tarde porque nos quedamos a comer en un restaurante de una calle de Madrid que nunca me sabré el nombre, no es porque no sea fácil sino que es porque nunca me he dado cuenta de cómo se llama; luego nos fuimos a comer un helado a otro lugar. Es decir, que nos recogimos Madrid (no viéndola muy bien) en casi todo el día.

Cuando llegamos a casa, me dirigí hacia mi habitación para comenzar a vestirme para la cena, me cogí un vestido blanco que me había hechado por si acaso fuéramos ha hacer algo (e hice bien) y me puse un cinturón gordo de color gris que haría juego con los tacones; luego, me maquille muy básico: me hice la raya de arriba gruesa y base también me eché y me pinte de rojo los labios. Me peine con un moño de los de película, porque a parte de estudiar magisterio de infantil estudié un módulo de peluquería.

Al final de todo, me dirigí hacia la habitación de Nayra y vi que ya estaba vestida.

Yo: ¿Quién te ha vestido?
Nayra: papá, aunque he elegido yo lo que ponerme.
Yo: has hecho bien, -me acerqué a su oido- papá no tiene buen gusto.
Nayra: tienes razón mami, jajajaja.
Yo: haber, ¿qué te quieres que te haga en el pelo?
Nayra: no se mami. Sorprendeme.

La comencé a peinar, le hice una coleta que con su pelo liso le quedaban muy bien la coleta alta pero le dejé dos mechones a cada lado para rizarselos. Cuanso terminé, entró Álvaro y se quedó con los ojos abiertos.

Álvaro: ¿Cómo podéis ir tan guapas?
Yo: no se... hay que arreglarse para ver a los demás... ¿no?
Álvaro: pues no estoy muy seguro eh..
Yo: hay que sorprender a los demás jaja
Álvaro: bueno, bueno jaja me voy a arreglar yo.. que son las ocho y media y todavía tenemos que llegar al restaurante. ¿Has hablado con Lidia?
Yo: ¿Las ocho y media ya? Bua que tarde se nos ha hecho, hoy llegamos tarde seguro pero por una vez no pasa absolutamente nada. No... iba a llamarla ahora mismo para ver dónde nos veríamos. Porque... sigen viviendo Blas y ella en esta calle, ¿no?
Álvaro: si, siguen viviendo aquí en esta calle. Bueno voy a vestirme.

Se acercó a mi y me dio un beso de esos que me gustan tanto, luego otro a Nayra y se fue a su habitación para cambiarse. Llamé a Lidia para ver cómo iba ella vestida y maquillada y para preguntarle cuánto les faltaban y dónde era la cena, me dijo que le iba a gustar mucho cómo iba vestida y que sólo me diría que era un vestido azul eléctrico y unos tacones de infarto y que el restaurante dónde íbamos a comer estaba aquí al lado y que dentro de veinte minutos venían a la casa de Agustín y Encarna.

Cinco minutos antes de que ellos vinieran ya estábamos todos listos y mis suegros nos hecharon una foto para guardar en el recuerdo de los momentos de la familia.