Austin era un chico risueño y adorable. Me explicó las maravillosas aventuras que vivió de pequeño en la granja de sus abuelos hasta que sus padres decidieron mandarlo al Instituto Red Rouse. Me dijo que extrañaba a sus abuelos, eran personas amables y carismáticas, mientras que sus padres, siempre atareados con el trabajo no tenían tiempo para él, su madre cuando podía se hacía tiempo y lo consentía mucho, pero su padre era un poco... Frío con él. Le tomé la mano en muestra de apoyo, él me sonrió con una esplendida sonrisa. De pronto él se levantó aun tomándome de la mano.
-se me acaba de ocurrir una idea, sígueme.
Tomó mi mano aun mas firme, y me guió muy rápido escaleras abajo. Llegamos al jardín trasero, y más adelante a un lago muy hermoso. Con su mano libre se sacó los zapatos, y se sentó en una pequeña roca con forma de banca mojándose los pies, yo me senté a su lado con las piernas dobladas, en realidad quería hacer lo mismo que él, pero me daba vergüenza.
Estaba todo tranquilo. Nuestra manos entrelazadas. Austin hablaba y hacía bromas que me sacaban risas mudas. La tarde paso en un suspiro.
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Mientras tanto en la mansión... Un apuesto joven de ojos avioletados estaba suspirando por tercera vez en el mismo minuto. Pasó toda la tarde jugando con el perrito de la chica que era causante de aquellos suspiros, pero ahora por fin tomo valor para subir y hablar con ella. Al llegar al pasillo de su habitación agudizó el oído. Se sorprendió, no escuchó nada mas que el tronar de la hojas de los árboles que estaba afuera. Entró en la habitación apurado y como supuso... Ella no estaba allí. Corrió tanto que por un segundo penso que las piernas se le romperían si fuera humano. Todos en la mansión se alertaron entonces de la falta de la chica. Su señor frenetico iba a velocidad vertiginosa de un lado a otro. Recorrió la mansión entera en tan solo segundos.
Ya sabiendo que ella no estaba allí se asustó. ¿y si algo le había ocurrido? Él no se lo perdonaría.
Evocó en sus pensamientos sus suaves labios rozando con delicadeza su mejilla izquierda. No. Nada le iba a pasar. Él no lo permitiría.
Negó con la cabeza varias veces alejando cada pensamiento que amenazaba con terminar destrozando su cordura y corrió aun mas rápido de lo que podía por el bosque. Entonces... Los vio.
La cordura lo abandono, eso era demasiado. Soportó muchas cosas durante su existencia pero no soportaría perder el amor de la chica de sus sueños dos veces. No la dejaría huir. Ella le pertenecía.
Los celos lo cegaron. En un acto impropio del joven siempre tranquilo y calmado, tan mesurado y comprensivo, pero el ya no era nada de eso, era un simple hombre dominado por los celos, estos corrián por sus venas aun mas espesos que la sangre.
Tomó al chico que tenía la osadía de hacer reír a SU novia (sacrificio) y lo arrojó contra un árbol. Este soltó un quejido de dolor. La chica se paró asustada y quizo correr hacia él. Pero no pudo. Un fuerte agarre en su muñeca la detuvo, la lastimaba pero no se quejo ni lo demostro, Rose miro con odio a Dimitri. Nunca podría perdonarlo por lo que estaba haciendo ahora, una parte de Dimitri lo sabía, sin embargo esa parte no lo dominaba en ese momento.
La tomó en brazos y la llevo a la mansión. La subió a su cuarto y la depocitó en la cama. Rose estaba asustada por lo que Dimitri podía hacerle en ese estado pero no lo demostraba. Solo se limitaba a mirarlo con odio.
En ese momento todos en la mansión estaban tensos. Nunca, jamas habían visto a Dimitri actuar de esa manera. Ni una sola mariposa se atrevió a moverse. Ni siquiera nuestra mariposa nocturna. Quién aunque tensa y con ganas de llorar se mantuvo firme.
Dimitri la miró unos minutos y luego se fue de la habitación. Cerro con un portazo y Rose oyó como la puerta era cerrada con llave desde el otro lado.
Dimitri camino lento, a paso de hombre por la mansión hasta llegar a la sala donde todos estaban reunidos en tensión.
-ella no saldra de esa habitación hasta nuevo aviso. Luna, tu le llevaras su comida. Asegurate de cerrar cuando avandones la habitación.-dijo y le entregó una llave a su hermana- escuchen todos a esepción de Luna. Nadie tiene derecho de verla o hablarle. Se entendió. El tercer piso está prohibido.- y con eso se retiro.
Una vez en su cuarto empezo a destrozar todo aquello que se encontraba en su camino. No podía creer que otra vez un simple humano le robara lo que era suyo. Se sentía frustrado, triste...celoso.
Se recostó, agudizó el oído y pudo sentir un latir descompazadó. Rose debía de estar llorando. Se sintió una bestia por primera vez en su vida. Aun así no se arrepentía.
-Te enamoraras de mi Rose. Tu seras mía. -dijo en la osuridad de una habitación vacía y rota como él, con los ojos prendidos en escarlata.
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Estaba en mi cama. Tratando de contener las lagrimas que mis ojos derramaban sin tener un resultado positivo.
¿Porqué hizo eso? Definitivamente es un monstruo.
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Silencio absoluto (#1 Saga: Mariposa nocturna)
Vampiri"-conseguiré que me hables Rose...- dijo el vampiro una vez la chica estuvo lo suficiente lejos como para no oírlo, y sin mas la habitación quedo sola y a oscuras." La continuación se llama "Prisionera". Link: https://www.wattpad.com/story/122430146...