¡Mansae! [Vernon]

C u a t r o

Me lancé contra el sillón y conecte mi teléfono a la televisión.

Desde la cocina el olor a palomitas se esparcia por el primer piso, y creo que también por el segundo.

Abrí Internet y busque el Live Action de Ao Haru Ride.

¿Why? ¿Porqué no fui al super?

Simplemente soy más malvada que Woozifer. Sabía que si me quedaba me iban a joder con la tarea... Y no es que sea mala amiga... Pero mis amigos (y mis 'nuevos amigos', también) Son chicos muy inteligentes pero no se esfuerzan.

Me levanté a buscar las palomitas y una botella de jugo mientras que aprovechaba de mirar WhatsApp.

Tienes un mensaje de: Woozifer>:3

Normal. El me mandó las fotos así que acepte ayudarle.

Nuevo mensaje: Hansol Girasol.

Putabidah.

Abrí su chat y suspire ante la... sutileza que tiene para pedir ayuda.

Hansol Girasol: No se un carajo. ¿¡Qué se supone que es el tratado de Versalles!? ¡AYÚDAME!

Tú: ¿Tu madre no te enseñó a decir 'Por Favor'?

Hansol Girasol: ¿Tu madre nunca te enseñó a no mentir?

Tú: ¿Ezquiusmi?

Hansol Girasol: Tu inglés es peor que el de Woozi._.

Tú : Es sarcasmo intento de rubio:v Yo nací en California.

Hansol Girasol: Gracias a Dios no naciente en Nueva York.

Tú: ¿Why?

Hansol Girasol: No hubiera soportado vivir en la misma ciudad que tú.

Tú: No sabes cuánto te odio c:

Tú: Iré a pagar, sufre en silencio.

Hansol Girasol: ¡Mentirosa! ¡No estás en el súper! ¡Veo el frasco con palomitas!

Hermano que wea.

Miré por el ventanal y si, efectivamente el estaba ahí.

Corrí a la entrada con las palomitas aún en mano, y le lancé una.

- ¡Eres peor que un acosador! ¡Me seguiste!

El arrancó una hoja de la enredadera y me la lanzó.

- Taeil me dijo donde vivias. El también quiere que le pase la tarea.

- Los odio a todos...

- ¿Me vas a dejar fuera? - Miró al cielo y se abrazó a sí mismo - Hace mucho frío~...

- Hacen veinticinco grados, Vernancio.

- ¡Ya deja los apodos! - Me rodeo y entro a mi hogar como si fuera el de el.

- ¡Y tú no entres en mi casa sólo porque sí!

Tomé un puñado y se las lancé; el pareció no asimilarlo... Hasta que tomo una de las palomitas que había quedado atrapada en su pelo y luego me señaló con los ojos muy abiertos.

- Date por muerta, Princesa. - Me quitó el frasco de un tirón, y las lanzó a mi cabeza tal cual balde de agua.

- ¡MALDITO VERNANCIO!

- ¡Deja eso! ¡Ayúdame y ya!

- ¡Me niego! ¡Fuera de mi casa! - El negó y se lanzó de cara al sillón.