D i e z

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Suga y yo llegamos al centro comercial casi una hora después de salir de la escuela.

Caminamos por diferentes tiendas en silencio. El no alzaba la vista para mirarme, y eso me hacía sentir incómoda.

- Así que... -Hablo finalmente, mientras íbamos al patio de comidas.

- Así que qué...

- ¿Te gusta el pan?

- Si... ¿Y a ti?

- Si... ¿Sabes porque te pedí venir? - Negué con la cabeza y el hizo un gesto para que me sentará en una de las mesas de la heladería.

- No... ¿Mataste a alguien y quieres ayuda con el cadáver? - Yoongi sonrió levemente entrecerrando sus ojos.

- No... Necesito un consejo.

Rasco su nuca y yo alce una ceja. ¿Dónde esta el chico serio que molesta a Jaehyo y golpea a JHope?

- Te escucho, dulzura de azúcar.

- Yoongi. - Me cortó. Comencé a reír.

- Vamos, querido compañero. Dime.

- Verás... - Bajo la vista a sus manos y comenzó a enredar sus dedos. Pude notar como la manzana de su cuello subía y bajaba. - Sunny... ¿Te gusta alguien?

- ¿Gust-....? - Mi teléfono comenzó a sonar y Lion Heart se esparcio por toda la heladería. Miré a suga con una leve sonrisa - ¿Puedo...?

- Sep.

Le volví a sonreír y miré el remitente.

Caracoles Rick.

- ¿Hola? ¿Pancracio? - Se quejó y aleje el teléfono de mi oreja. Yoongi sonrió. - No, sigo con Suga. ¿Que te importa a que hora voy a llegar? ¿Sabías que la comida esta en el microondas? No, Vernon. No hay un cuadro de DiCaprio en el segundo piso, es un espejo. ¡Pareces mi esposa! ¡Muere!

Corté y pude ver una mueca de diversión en la cara del peliverde. Le saque la lengua.

- ¿Pancracio? ¿Microondas?

- Vernon vive conmigo, no preguntes porque. - Asintió sin más y alzó una mano llamando la atención de una mesera. Ella se acercó y Yoongi señaló un helado de menta.

- Se parece a tu cabello. - La chica soltó una risita y el refunfuño. - Yo quiero chocolate suizo, por favor.

Se alejó y volvimos a la misma situación de incomodidad. Para ser sincera, ya me estaba preocupando.

Miré la mesa y luego la hora en mi teléfono. Pensé en abrir Whatsapp, pero sería de mala educación. Lo mire por última vez y el abrió finalmente la boca.

- Me gusta Jimin.

- ¿Oh? Si, bien. - Volví a mirar mi móvil y apague los datos móviles. Los chicos me estaban regañando por salir con un hombre que no sea ninguno de ellos. ¿Que esperaban? Suga no era como ellos, a el le gustaba Jim-... - ¿¡QUÉ!?

- ¡Cállate! - Su rostro volvió a enrojecer y no pude evitar sentirme enternecida. - No se lo digas a nadie, por favor. Ni a tu noviecito.

- ¿Noviecito? - Sonreí divertida. - Sabes que Jaeh no es mi novio, Dulzura.

¡Mansae! [Vernon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora