Capítulo 13.

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Llegamos a la escuela.
Miré mi reloj.
1:50 p.m.
-Llegamos justo a tiempo- miré a Tae.
-Ahora solo hay que entrar sin que nos vean.- Tae miraba hacia las puertas de la escuela.- Ven, sígueme.-apretó mi mano y me jaló con él.

Caminamos con cuidado y en silencio.
Entramos sin ser vistos.
Corrí al baño de mujeres y Tae detrás de mí.

-Tae, será mejor que te vayas por tu lado si no queremos que nos descubran.
-Está bien- me dio un beso en la frente y me regaló una sonrisa.
Dio media vuelta y se fue.
Yo me metí al baño y esperé a que dieran la campana.

Sonó la campana.
Me arreglé. Fui a mi casillero, tomé mi mochila y salí.

Como era de esperarse, mi padre ya estaba afuera. Caminé hacia él.

-¿Nos vamos?- dije a mi padre con tono molesto.
-Sube- abrió la puerta y entré. Me recargué en la puerta y miré hacia la ventana sin decir palabra.
Todo el camino estuvo mudo. Sin una palabra.

Como lo había hecho los últimos días. Llegué a casa, tomé el plato de comida y subí a mi cuarto.
Comí con normalidad viendo la televisión.
Bajé el plato y volví a subir.

Me senté frente a mi escritorio y saqué mis libros para hacer la tarea que me dejaron en las primeras clases, claro.

Mi celular vibró.

"Quisiera repetir lo de hoy hermosa"

Vaya... Parece que se quedó con ganas.

"Oh Tae. También me encantaría, pero hay que ser más precavidos ¿de acuerdo?"

Dejé mi celular y seguí con mi tarea.
No entendía nada. Me estaba estresando y decidí tomar un baño.
Llené la bañera de agua y llevé mi celular.
Me llegó la respuesta a mi mensaje.

"De acuerdo hermosa. Lo único que quiero es pasar tiempo contigo"

Ahh este chico tan cursi. Cómo lo quería.
Dejé mi celular de lado y me recosté en la bañera.
Cerré mis ojos relajándome.
Cuando los abrí miré la hora en mi celular.
10:00 p.m.
Oh Dios mío, ¿cuánto tiempo dormí?
Salí de la bañera y mis manos y pies estaban hechos pasitas.
Sequé mi cuerpo y salí.

Me puse mi pijama y me acosté en mi cama y miré de nuevo mi celular.

Me puse a leer mis conversaciones con Tae.

Eso me puso melancólica. Es prácticamente la manera en la que puedo comunicarme con él. ¿Hasta cuándo durará esto?
Me llegó entonces un mensaje de Tae.

"Buenas noches hermosa. Espero que duermas bien. Perdón si no te dejo tranquila pero tengo la necesidad de hablar contigo. "

Aww este chico sí que sabe cómo hacerme sentir bien.

"Buenas noches. No te preocupes. De hecho me alegra que me hayas hablado. No me sentía bien, pero ya no importa"

Prendí la televisión y estuve cambiando los canales. No había nada interesante y la apagué.
Me llegó de nuevo el mensaje de Tae.

"¿Qué pasó hermosa? Te puedo ayudar en algo?"

No le contesté. Sabía que si le decía que no era nada no me dejaría en paz y no quería discutir con él.
Dejé de lado mi celular.
Me giré al lado contrario de la cama y miré el techo recordando todo lo sucedido ese día.
Así me quedé dormida.

6:00 a.m.
Alarma.
Me levanto, me arreglo y salgo.
Mi padre me lleva al colegio. Las primeras clases aburridas como siempre.
Por fín llegó el almuerzo.
Corrí al jardín y ahí estaba él acostado en una banca con los ojos cerrados.
Me acerqué en silencio y me inqué junto a su cabeza. Me acerqué y le di un beso en la mejilla.
Él abrió los ojos y en un rápido reflejo me agarró de los hombros, yo me hice hacia atrás jalándolo y caí al pasto y Tae encima de mí.
Nos reímos juntos y se acostó a un lado dándome la mano.

-Ah... Cómo quisiera que jamás hubiera pasado todo esto.- comenté mientras miraba el cielo.
-Por algo pasan las cosas hermosa. Tal vez el todopoderoso está probando nuestro lazo- me miró y le regresé la mirada y reímos.
Me acerqué a él para besarlo, vi por detrás de él y a lo lejos se veía la directora parada en la puerta que daba al jardín observándonos.
Me alejé y me giré.

-¿Qué pasó? ¿ya no me quieres?- me volteó la cabeza y me dio un beso.
Yo me quité y me senté.
-¿Qué pasa Kara? Algo tienes...- se sentó y puso su mano en mi hombro.
-No es eso. La directora nos está viendo...- lo miré apenada y reí.
-Ohh hubieras empezado por ahí- giró la cabeza y vio a la directora.
Sonrió como si nada y la saludo con la mano.
Yo sonreí siguiendo a Tae.

Ella nos devolvió el saludo, dio media vuelta y se metió.

-Ah por fin...- me puse a horcajadas en las piernas de Tae y lo besé.
Mientras nos besábamos, Tae me agarró la cintura y se dejó caer lentamente al pasto quedando yo sobre él.
A la mitad del beso Tae me mordió el labio con fuerza y yo solté un ligero gemido.
-Eso no se hace en un lugares públicos hermosa- me dijo Tae xon una sonrisa en sus labios.
-Pues no lo haría si tú no me provocaras- le agarraré la nariz y se la apreté. Entonces me levanté y me hice el pelo hacia atrás.
Vi que alguien estaba asomado y corrió.

-¡Mierda! - miré a Tae.
-¿Disculpa?- me miró con confusión.
Recordé que Tae no entendía lo que son las malas palabras.
-Perdón... Es una expresión que hacemos cuando algo va mal...- me quité de encima de Tae y me paré.
Tae me siguió.
-Oh y si lo dijiste es porque algo va mal ¿cierto? ¿Qué ocurre hermosa?
-Sí...- me rasqué la cabeza.
-¿Qué es?- Tae me miraba confundido.
-Es sólo que no sé cuánto tiempo estuvo observando y conociendo a los de la escuela esto se va a hacer chisme muy rápido.
-¿Quién vio qué?
-Pues que estábamos tirados. Yo encima de ti y besándote... El demostrar afecto está más que prohibido ¿lo recuerdas?- comencé a ponerme nerviosa. El rumor se extendería, la directora se enteraría y les dirá a nuestros padres y se hará peor la situación.
-Ven... Vamos- le tomé el brazo y lo jalé para salir del jardín.
-¿A dónde?- él iba detrás de mí.
-Pues a fingir que no hicimos nada... No sé Tae... No estoy pensando bien...- empecé a estresarme.
-Vamos Kara, no pasa nada... ¿crees que la directora no vio que nos besamos? No nos dijo nada. No creo que pase a más que sólo un chisme.
-Pero ¿y si no es así? ¿y si la directora les dice a nuestros padres?- mi estrés se hizo más fuerte y empecé a llorar.
-Tae...- lo miré con las lágrimas corriendo por mis mejillas.
-No pasa nada hermosa. Relájate- me abrazó y escondí mi rostro en su pecho. Correspondí el abrazo. Lo apreté fuerte.
-Todo va a a estar bien. No te preocupes ¿bien? - Tae acariciaba mi cabello tratando de tranquilizarme.
Yo no dije nada. Solo lo abracé y mis lágrimas seguían corriendo.

Cuando me tranquilicé, Tae me miró a los ojos.
-Todo va a estar bien ¿de acuerdo? No pasa nada.- me sonrió y me dio un beso en la nariz.
Yo asentí y lo volví a abrazar.
-No me abandones nunca Tae- lo miré aún con los ojos vidriosos.
-Jamás haría tal cosa hermosa- me regaló una sonrisa que me tranquilizó.
La campana sonó y de nuevo a la aburridas clases.

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