Capítulo 17.

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Un estruendoso ruido nos despertó de golpe a los dos.

Nos levantamos y Tae se paró a ver.
Abrió la puerta.
-Hola tío-escuché a Tae decir.

¿Otra vez ese hombre?
¿Es que no nos puede dejar tranquilos?
¿Qué quiere esta vez?
Lo miré molesta.

-¿Qué ocurre?- dijo Tae haciéndolo pasar.
-Oh nada, sólo que pensé que no tenían nada para comer y pensé en venir a darles dinero para que compren algunas cosas...
-Oh gracias tío, pero no es necesario, nosotros tenemos y...- su tío lo interrumpió.
-Sí, pero se les acabará pronto... No tienen trabajo...
-Sí, pero puedo conseguir uno.
-Eres menor de edad, te será difícil...

Tae y yo quedamos en silencio.

-Está bien...- dijo Tae.
-Bien, toma... Ahora ve a comprar lo necesario...- le dio el dinero y le dio un empujón para sacarlo.
-Ahh puedo ir luego...- regresó a su lugar anterior.
-Ve ahora o te lo quito- entrecerró los ojos.
-De acuerdo, de acuerdo, no te enojes...- lo miró Tae rodando los ojos.
-¡TE ACOMPAÑO!- grité y me paré.
-Vamos- extendió su mano para que la tomara.
-¡Momento! Momento... Debes ir tú solo Tae... Creo que tu novia te estorbará...
-No lo creo, ella nunca estorba... Vamos Kara.- me hizo una seña para que fuera.
-No no no- me detuvo el hombre y le miré molesta y me solté.
-¡De acuerdo ya! Solo cuida bien de ella- dijo Tae con tono molesto y salió.

¿Cómo puede dejarme aquí con un hombre que no conozco?

-No te preocupes sobrinito, cuidaré bien de ella...- me miró con ojos lujurientos y se relamió los labios.
Se acercó a mí con una asquerosa sonrisa en su boca.

-Ni se te ocurra acercarte a mí- amenacé y di un paso hacia atrás.
-Muy tarde, lo estoy haciendo- siguió caminando hacia mí.
-Puedo llamar a la Policía- seguía haciéndome hacia atrás y él se acercaba más.
¿Tae por qué te vas?
Retrocedí hasta que choqué contra una pared y él me acorraló.

-Ahora sí... Desde que te vi quise hacer esto...- de sus labios salió una repugnante sonrisa y olfateó todo mi cuello.

-¡ALÉJATE!- grité lo más fuerte que pude.

En ese momento la puerta principal se abrió de golpe y un furioso TaeHyung entró por ella.

-¿¡Qué carajos le haces a mi novia!?- dijo apretando los dientes. Jamás lo había visto tan enojado.

El asqueroso hombre se sorprendió y se quitó de encima mío.
-¿Q-Qué? Ella fue la que se abalanzó a mí... Es una infiel... Deberías dejarla ya...- hizo cara de sufrido e hizo un intento de llorar.

Tae apretó sus puños y se acercó al hombre.

-¿Me crees estúpido? Jamás pasé de la puerta... Escuché todo... ¿Cómo pude ser tan estúpido para no darme cuenta de cómo la mirabas antes?- se acercó más amenzante al hombre.

-¿Qué? Yo sólo intentaba ayudarte y...- Tae lo interrumpió.

-Sólo cierra la boca... No quiero escuchar ni una palabra más de ti... Por algo mi tía te echa de la casa... Eres un maldito cerdo malintencionado. ¿Cómo pude confiar en ti?- se acercaba cada vez más.

-Pero yo...
-Te dije que cerraras la boca- Tae estaba ya lo suficientemente cerca del hombre y le soltó un puñetazo en la quijada.

La asustada mirada del hombre cambió a una oscura y fría.

-Esto no se va a quedar así TaeHyung... Créeme que no...- el hombre se agarraba la quijada y salió empujando a Tae.

Yo corrí al cuarto a recoger todas mis cosas y las de Tae para salir lo más rápido posible de ese lugar.

-¿Estás bien Kara?- se acercó Tae a mí preocupado.
-S-sí Tae... Gracias...- sonreí fugazmente y mi rostro de preocupación volvió a tomar lugar.
Tae me ayudó a empacar.
Nos tomó un rato, pues teníamos muchas cosas afuera.

Minutos después se abrió la puerta de golpe nuevamente. Los dos fuimos a ver.

¡MIERDA!

Eran nuestros padres.

-Kara, TaeHyung salgan ahora mismo...- Gritó el padre de Tae.

Los cuatro entraron a la habitación y nos encontraron ahí.
Nuestras madres se veían preocupadas.

-¡Aquí están Dios mío! ¿Saben lo preocupados que estábamos los cuatro?- mi madre se acercó a nosotros y nos tomó el rostro con las lágrimas a flor de piel.
-No es momento de eso Elizabeth- dijo mi papá serio.
-Pero...- volteó mi madre angustiada.
-No es momento- protestó mi padre.

Mi mamá se paró y nos miró triste y asustada.

-¿No les prohibimos acaso que no se volvieran a ver?- dijo el padre de Tae cruzándose de brazos.
-¿Y ustedes creen que una simple prohibición nos iba a detener?- desafió Tae -¡QUÉ INGENUOS!- rió sarcásticamente.
-No me contestes así... Y qué bueno que ya tengas empacadas tus cosas porque ahora mismo nos regresamos a Corea...- se cruzó de brazos el padre de Tae.
-¿¡Qué!? ¡No! ¡No pueden! No me hagan esto- salieron unas lágrimas desesperadas del rostro de Tae.
Yo sentí mi corazón palpitar a mil por minuto.
-Eso no es posible... ¿Por qué nos hacen esto?- mis lágrimas corrieron también.
-Ahh claro que es posible y lo vamos a hacer ahora....- sonrió satisfecho el señor Kim.

Jalaron a Tae y lo metieron a su auto y a mí me hicieron lo mismo.

-¡Al menos déjenme despedirme de él!- supliqué.

Mis padres se miraron y suspiraron
Mi madre le tocó el hombro a mi padre.
-Por favor... Ya no habrá más problema después de esto...

Mi padre suspiró.
-Bien... Vamos al aeropuerto.

Llegando corrí hacia Tae.

-¡Tae!-Grité.

Él ya estaba por subirse al avión. Se giró a verme, dejó todo y fue hacia mí.

-Tae...- le agarré las manos y le miré a los ojos-Tae yo...

RememberingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora