11. Predestinados

8.2K 1.1K 291
                                    

18 de diciembre.

—¿Por qué teníamos que salir de casa tan temprano? —pregunta Iris echando la cabeza hacia atrás en el asiento del copiloto.

—Sí ¿Y por qué tenía que venir yo? —pregunta mi hermano menor Sam en la parte trasera del auto.

—¿Él no quería venir? —interroga Iris frunciendo el ceño.

Yo le envío una mirada asesina a Sam a través del retrovisor pero él sigue totalmente ajeno a mi inconformidad con su actitud.

—Pues no, quería seguir durmiendo, estoy de vacaciones —Sam resopla y niega con la cabeza.

—Ya callate, el madrugar te hace bien, te prepara para la vida —le digo intentando que suene natura pero él sólo bufa—. Disculpa por querer ayudarte, entonces, malagradecido.

—¿Qué estás tramando? —me pregunta Iris alzando ambas cejas mientras se cruza de brazos.

La verdad es que no me interesa la preparación de Sam para la vida, él solo era mi distracción y probablemente será mi botones personal. El tonto de Evan solo consiguió un vuelo para la madrugada así que estará llegando pronto y como quiero sorprender mucho a Iris la he llevado conmigo con el prestexto de un paseo mañanero con Sam. Honestamente, no se me ocurrió otra cosa para sacarla de la cama tan temprano.

—Nos dirigimos al aeropuerto —Sam dice de pronto, yo ruedo los ojos.

—¡Uh, ¿me llevarás a París?! —bromea Iris golpeando mi brazo.

—¿Quieres ir a París? —le pregunto seriamente.

—No justo ahora...

—Ya pero ¿Quieres ir algún día?

—Tal vez.

—Te llevaré de todos modos.

—No lo harás, es un viaje que planeo con Evan.

—¿Y tú novio no está invitado?

Ella me mira extrañada pero luego recuerda que Sam está escuchando y entonces asiente.

—¡Claro! —trata de salvarlo pero honestamente, eso ha sonado a que no soy su novio.

—Que mala actuación, por Dios —espeta Sam, Iris abre los ojos de par en par y yo me encojo de hombros—. Escuchen, había decidido guardarme esto pero en vista de que ambos han metido la pata, no puedo hacerlo... yo sé que no son una pareja real, vamos, que para haber pasado tanto tiempo juntos como Hunter nos ha dicho que han pasado, parece que recién descubren que se gustan.

—¿De qué estás hablando? —me rio nerviosamente tratando de ocultar que tiene razón.

—Hablo de lo obvio; no hay ni una sola foto de ustedes juntos en sus redes sociales, nadie los ha cachado besándose todavía, ni siquiera escuchamos ruidos extraños viniendo de su habitación por las noches... y todos aquí sabemos que eres un pervertido, Hunter, entonces... ustedes no están juntos realmente ¿no?

—¿Quién te lo dijo? —exijo saber con seriedad.

—Saqué conclusiones yo solo —Sam se defiende pero sé que no es verdad.

—¿Quién? —insisto.

—Que fui yo...

—¡Dime quién!

—¡Te escuché hablando con Evan por teléfono ¿De acuerdo?! Mierda, que estresante eres, Hunter.

—Lo sabía —sonrío como ganador porque conozco perfectamente a ese entrometido.

23 días contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora