Capítulo 5

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Siento histeria y desesperación. Creo que me estoy volviendo loca

Estoy sentada en la sala, esperando a mi madre y a su nueva pareja. No sé porque accedí a ir.

No puedo dejar de darle vuelta a la situación, bochornosa que acaba de pasar. Siempre de estúpida. ¿No necesitaré pastillas?

Tengo un poco de suciedad en mi vestido, y me siento tan cansada. Pero tengo acceder, por mi madre. A salir.

-¿Cómo me veo?- me pregunta. Me ha dejado boquiabierta, de repente, ya no me siento cansada ni triste. Mi madre está usando un vestido largo de color negro, con un abertura en la pierna de ¡Wow!

-Te ves hermosa- le digo, con honestidad pura- ¡Qué bien se te ve el cabello!

Se ha recogido el cabello, que además esta lacio, en una cola alta. Todo perfecto.

-Solo que falta algo- le digo y voy corriendo a mi cuarto. Tomo un collar, que he tenido casi siempre, de color dorado, y unos aretes de juego, y regreso.- Te falta un poco de joyería.

-¡Ay! Hija, pero eso no se me vera bien

-Claro que sí, a nosotras todo se nos ve bien.

Y dicho, y fue un hecho. Ella se veía hermosa. Ahora me siento fea.

-Hija... quiero que sepas, si en algún momento de la noche... te sientes incomoda, podemos regresarnos.

Me dio un abrazo, pero justo en ese momento tocaron nuestra puerta.

-Ya llego- dijo mi madre emocionada, y susurrando- Roberto, ¡Hola!

El señor, bueno... se veía, tan... ¡Dios!

Llevaba un traje, negro, camisa blanca y corbata negra. Tenía el cabello un poco largo negro y peinado hacia atrás. Barba negra y perfecta. Tenía las pestañas largas y que hacían resaltar sus ojos, aunque oscuros, pero muy potentes.

-Martha- dice con un sonrisa dibujada en su sonrisa, ¡Y vaya sonrisa!, la abraza y yo que estoy atrás de mi madre, siento su perfume suave pero intenso- ¡Qué hermosa!

-Muchas gracias- dice mi mamá, con un sonido en su voz que nunca había escuchado en ella, ¿será que está nerviosa?- Mira, ella es mi cielo, Lea.

-Mucho gusto, ¡Hasta pensé que eran hermanas!- dice el mientras me estrecha la mano.

-¡No estoy tan vieja!- digo, y parece que los dos se divierten.

-¿Y tú sobrino?- pregunta mi mamá

-Ahí viene, estaba cerrando el auto- dice mientras me mira- Está soltero

-¡Qué feo caso!- dije en tono sarcástico, mientras veía a mi mamá. Me agarro del brazo. Y me volteo, mientras se me acercaba al oído.

-Está bien que te dijera eso, pero tampoco tienes que ser mala con él.

-Mamá pero es que...

Ni siquiera terminé de decir la palabra cuando escuche "Tío" detrás de nosotras. Y cuando volteamos, resulto ser nada más y nada menos que...

-Lea- dijo.

-Thomas- respondí.

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