Capítulo 6

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-Increíble que tu tío, este saliendo con mi mamá- dije en el momento que me subía al auto, era negro, como todo lo que tenían al parecer.

Thomas me había abierto la puerta de la parte trasera, y me tenía que deslizar hasta el otro lado, aparentemente. Vestido, deslizar, ya que.

-No sabía que era tu madre- me dijo al oído antes de que entrara.

El carro olía a árbol, y a cuero. Tenía cubre asientos de color rojo, y parecía muy novedoso.

-Siento que eso te dejará puntos malos en cuanto a ligarme- dije observando la calle por el cristal de mi ventana.

Mi madre se subió al asiento del copiloto, que estaba frente a mí, y Roberto iba a manejar. Dejando a Thomas al lado mío.

-Bien chicos, nos la pasaremos de lo mejor esta noche- Dice Roberto con una gran sonrisa en su rostro.

Escucho como se ponen los cinturones de seguridad, eso no le vendrá bien al vestido de mamá, pero la seguridad va primero.

-¿A dónde nos llevarás?- pregunta mi mamá entusiasmada.

-Oh a un restaurante al otro lado de la ciudad, "Rose", se llama. Venden comida italiana riquísima- dice Roberto.

-Tienen buen gusto- comento, para que Thomas, y únicamente él escuche.

-Como todo lo bueno- dice él- uno nunca sabe con qué cosa tan exquisita se topará... digo comerá.

Dice con una sonrisa seductora

-Y una nunca sabe qué tipo de "cosa estúpida" te dirán... digo, cumplido- digo mirándolo a los ojos, desafiándolo con la mirada.

-¿Ya se están llevando bien, ah? Y yo que pensé que los iba a obligar a irse a caminar por el patio- dice Roberto riéndose.

-Lo dudo- dice Thomas aun observándome.

Estoy un poco confundida... observo a Thomas y luego a Roberto para preguntar.

-¿Qué patio?

-Oh es que el restaurante, tiene una parte trasera, que da a la laguna y está muy grande.

-¿Cuál laguna?- volví a preguntar.

-Ah la que está del otro lado del bosque- me responde Roberto.

-El cual estamos llegando- dice mi madre.

Miro por el cristal de la ventana y tiene razón. No había visto esta parte de la ciudad. Es un bosque denso, los árboles están muy pegados, no se ven animales cerca.

Alcanzo a distinguir la luna, que está en cuarto creciente, ¿o es menguante?, no lo recuerdo, y aparecen unas nubes en el cielo.

-¡Ay!, se me cayó...- dice Thomas, tirando a propósito, una franela a un lado de mi pie.

-Vaya movimiento- digo, en tono de burla

Él se agacha lentamente, y puedo sentir su respiración por todo mi muslo. ¡Vaya movimiento! Me repito, me ha puesto nerviosa.

-Tengo mejores- me dice mientras me toca una mejilla, que más bien es un tomate- los usaré después.

Suelto una risa, débil, vergonzosa.

Siento una vibración en mis piernas. ¡Tranquila!, me digo, "Es sólo tu celular". Lo saco y es un número desconocido. Abro el mensaje...

"Ten cuidado".

Lo ignoro y lo vuelvo a guardar.

-¿Y cómo se terminaron conociendo ustedes entonces?- Pregunta Roberto.

-Mala historia- digo

-Y muy buena para recordar- dice Thomas- la conocí en una cafetería.

-¡Así que por eso tardaste tanto!- dice mi madre y se ríe.

-Mamá, yo que iba a saber- digo

-Exacto, no sabíamos... una muy buena coincidencia- dice Thomas. Que debe de dejar de hacer eso con sus labios.

Mi celular vuelve a vibrar. Mismo "desconocido" en mis mensajes.

"Está mintiendo".

-Pues que ocupada- dice Mi mamá- ¿Quién te está mandando tanto mensaje?

Estoy a punto de responder, cuando me llega otro. "No respondas".

-Un número... desconocido- digo, ahora si siento que me estoy volviendo loca. No quiero que mi madre piense eso, ni que su nueva conquista me reconozca como la incapacitada mental.- Pero es alguien de la audición felicitándome.

Trato de mejorar.

-Roberto, ella baila ballet, y es muy buena- Dice mi madre.

-Vaya que sí- dice Roberto, y le acepto el halago.

Mi celular, de nuevo desconocido. "¿Cómo sabe él?".

-¿Me ha visto bailando?- digo, mirándolo. ¿Por qué estoy preguntando esto?

-Pues bien tu madre lo ha dicho, y le creo- dice él, sonriendo.

"Miente".

Debo de empezar a dejar de abrir estos mensajes, o más bien de borrarlos. Me llenará la memoria de mi celular.

La carretera comienza a nublarse. Observo la hora y son las 11:00 p.m.

"¿No son nuevos en la ciudad?"

Respondo: "Deja de mandarme mensaje o te denunciaré".

Dejo el celular, y vuelve a vibrar. Pero ahora no es un mensaje de un desconocido, sino una notificación de mi celular. "Inserte número". Trato de reenviarlo al "desconocido" pero los mensajes ya no están.

"Pregúntale"

-¿Roberto?- digo, viendo la pantalla de mi celular.

-¿Dime?

-¿Ustedes son nuevos en la ciudad, verdad?

-Sí, querida, ¿por qué?, ¿Thomas no te lo dijo?

-Claro- digo tratando de parecer despreocupada.

-¿Todo bien?- me dice Thomas al oído

-Perfecto- digo, observando el frente del carro.

Me da miedo ver el nuevo mensaje. "¿Cómo conoce Rose?"

En eso no le puedo dar la contra...

-¿Cómo supiste de Rose?- le pregunto.

-En el trabajo lo han mencionado mucho- me responde, pero sin sonreír.

Mi madre se le queda observando también.

Mensaje. "¿Cómo sabe cómo llegar?"

-¿Y cómo conoces el camino?

-GPS

Siento como la respiración se me agita. Quiero salir del auto.

-Estas exagerando un poco- Comenta mi mamá.

-Así es Lizzie- me dice Roberto.

"¿Por qué te dice Lizzie?"

-¿Lizzie?- pregunto, ahora sí, estoy pegada a la puerta. El espejo me deja ver sus ojos, que me están mirando. Ya no hay belleza en su rostro.

-Por Elizabeth- dice, moviendo sus labios sin decir algún sonido.

La luz me ciega, viene del lado, es más intensa, muy amarilla, y grande.

-¡Cuidado!- escucho gritar a mi mamá.

Fue entonces cuando sentí al camión chocar contra mi puerta.

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