Capitulo 9

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Multimedia1: Emily.

Narradora Universal

Martes 2:35, los ángeles

Emily se encontraba en la cafetería donde trabaja, solo limpiaba y atendía las mesas de los clientes.
Faltaba poco de que acabara su turno del día de hoy, después de aver pasado la noche él lunes en él hospital para que la madre Andrew descansará, él lunes lo dieron de alta y él dueño de la cafetería le dio la tres dias de descanso. Estaba limpiando y recogiendo la mesa ocho tomando los platos y vasos para llevarlos a la cocina.

- Llego un cliente Emily, ve atenderlo - hablo kenny él cosinero.

- Voy para allá - tomo su libreta y una pluma.

Camino hacia donde se encontraba él cliente, sin mirarlo.

- Buenas tardes, ¿que desea?- Emily pregunto mientras escribía en la pequeña libreta .

- oh! - exclamo- nunca te vi tan amable conmigo - .

Le temblaron los pies a la chica, mientras levantaba la barbilla su corazón palpitaba descenfrenadamente. Al levantar la vista tembló aún mas al verlo hay sentado con los codos recargados en la mesa de madera color marrón. Y su cien recargada en las palmas de sus manos.

- ¿Que haces aquí? - pregunto Emily.

- Vine por ti querida, no iba a dejar que te vallas sola en las peligrosas calles de los angeles - hizo un puchero - no te imaginas las almas que llegan al infierno, son... Muchas.

- No... No te preocupes, tienes muchas cosas que hacer con las "almas" De tu inframundo... Yo me voy sola - comento Emily con una sonrisa y dar vuelta hacia la Cocina donde se encontraba su pequeño bolso.

Tomo sus cosas sin antes despedirse de kenny salio de la cafetería caminando por las calles de los ángeles que por cierto estaba nublado dando pinta de que va a llover, una que otra brisa chocaba con Emily recorriendo su cuerpo, causándole frío. Dio vuelta a la derecha hacia un callejón que por lo visto para Emily no fue buena idea ir por ese camino. Cinco señores se en contraban en ese mismo callejón con una ligera facha y un toque de olor ha alcohol. Emily se sorprendió por las horas de la tarde y ya estaban intoxicados. Giro con sus talones hacia él sentido contrario, maldijo Emily al ver que había estado a la mitad de aquel callejón.

- ¡Porque te vas tan rápido! ¡Ven a divertirte hermosa! - grito uno de los señores del callejón haciéndole temblar. No les dio importancia - ¿¡Estas sorda, cariño!? - volvió a gritar- vallan por ella, no entiende la pequeña perra- susurro a los cuatro señores sonrientes que caminaron corrieron hacia Emily, tomándola de sorpresa la arrastraron a la fuerza hacia aquel tipo desagradante. Grito y pido ayuda , pero por desgracia no había nadie. - Hola! Cariño, eres desobediente - Emily le escupió la cara - Maldita perra! -

Él señor grito para estamparle su mano en la cara. Emily estaba asustada, su corazón latía mucho, sus manos sudaban exageradamente, nunca la habían puesto una mano o la han tocado sin permiso, estaba mas que aterrada, no sabia que hacer. ¿Porque rayos no se fue con Sean?.

Las manos del señor tocaron la cintura de la chica, que fue subiendo debajo de blusa roja con intenciones de llegar a sus senos. Se le formo un nudo a Emily, no podía hablar ni articular una palabra, ¿Que podía hacer? Empezó a llorar. Las manos de los cuatro señores la sostenían de los brazos. No había nadia pasando por hay, solo ellos. No podía pedir ayuda aunque gritara, la mano del señor empezaba a tocar la copa de su sostén, él señor estaba muy cerca de ella, su notable erección del tipo se sentía en su abdomen causándolo asco a la chica. Tenia que hacer algo y rápido.

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