Capitulo Uno

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Era una tarde como cualquier otra, lluviosa y de color gris, en la ciudad de New Jersey.

Recorría la ciudad en bicicleta, pues solo a esas horas se podía. Los asesinatos y crímenes iban en  aumento cada día, ya nada era seguro en aquella ciudad.

Elise llegó a su destino y bajo de la bicicleta, mientras la guardaba en el garage de su casa, un chico llamó su atención. Era un chico de estatura promedio, piel blanca y cabello negro un poco largo, fumaba tranquilamente afuera de la casa de los señores Way, hasta que la mirada indiscreta de Elise llamó su atención y lo hizo voltearse a verla. Elise estaba avergonzada, así que de manera torpe intentó guardar su bicicleta, hasta que  un jalón en su brazo la interrumpió.

-Por favor entra rápido.- dijo su madre con voz seria.

-¿Por qué?- preguntó desconcertada.

—Solo entra y dentro de casa te explico.

Elise guardó su bicicleta y cerró el garage, entró a su casa y esperó a que su madre hablará.

—El joven de en frente es hijo de los Way y hace algún tiempo fue sospechoso de un crimen, no se le encontró culpable, pero prefiero no arriesgarme.—respondió su madre. 

Me limite a asentir con la cabeza y subi a mi habitacion. Pasa toda la tarde encerrada, esperando a que el chico de ojos verdes volviera a salir, de ves en cuando me asomaba por el balcón para ver si había una señal de el, pero no había nada.

-Elise, por favor baja a merendar.-Escuche a mi madre hablar desde afuera de la habitacion.

Al parecer era de noche y si, mi madre tenía razón, era hora de merendar, así que baje. Mi padre también habia llegado de "trabajar", por lo que todos nos sentamos a comer sin decir una sola palabra, como era habitual en la cena, termine de cenar y lave mis platos para posteriormente subir a mi habitación de nuevo.

Al llegar a mi alcoba, revise nuevamente el ventanal y pude divisar al mismo chico fumando un cigarrillo frente a su casa.

Quería salir, pero sabia que mi madre no me lo permitiría; así que con cuidado abrí mi ventanal y me quede en el pequeño balcón, me estire un poco y alcance un poste de luz que estaba cerca, y gracias a eso  fui bajando con mucho cuidado, pero cuando iba a llegar al piso, resbalé. Cerré mis ojos y apreté mis manos fuertemente esperando el impacto, pero nunca sucedió, cuando me recupere del susto, abrí mis ojos y pude ver el rostro de aquel chico y sentir sus fuertes brazos sosteniéndome, me quede pérdida admirándolo por un  momento; hasta que su dulce voz interrumpió mis pensamientos.

-¿Estas bien?. -pregunto con algo de preocupación.

-Si lo estoy, gracias por salvarme.- dije con apenas un hilo de voz, debido a los nervios que me provocaba.

-Te vi cuando saliste del balcón.- dijo con una pequeña sonrisa.

-Ah¿En serio?.- pregunte con algo de vergüenza, pues en ese momento me sentía tan torpe, que no podía contener el rubor que se asomaba por mis mejillas

-Si, supuse que lo habias hecho un par de veces hasta que te vi caer-dijo con algo de incredulidad.

-Podrías bajarme por favor.- le pedí, pues me estaba incomodando y me producía cierta sensación extraña el estarlo mirando a los ojos.

En seguida me bajo y se presento conmigo.

-Gerard Way.-dijo con amabilidad y extendiendo su mano

-Elise Knight.- respondí a su amable salud,  tomando la mano que me ofrecía.-Ya nos habíamos visto ante ¿no es así?-pregunte recordando lo de hace unas horas.

Hasta El Final (Gerard Way) ¡EN EDICIÓN!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora