Capitulo 26

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Las chicas y yo salimos acomprar algo de ropa, nadie nos reconocia, al fin llegamos a la tienda donde un vestido llamo mia tencion, era color rojo con negro y unos holanes en la parte del escote junto con una cinta soja que caia alrededor de la cintura, asi que los compre y salimos de la tienda, era la ultima que faltaba por comprar algo para vestir, pero por fin lo logre. Alicia llevaba un vestido de color plata, que le llegama hasta los muslos con la maga a tres cuartos, Vernika llevaba un vestido color blanco con negro de tirantes hasta las rodillas, Olivia llevaba un vestido completamente blanco de manga larga y Monse un vestido azul de tirantes con flores pequeñas en el escote que le llegaba hasta las rodillas, a Dania le compramos un vestido rosa con blanco de manga larga con unas medias blanca y decidimos regresar acasa.
Cuando volvimos teniamos el tiempo exacto para arreglarnos, asi que me di una ducha rapida y me puse en vesti, junto con unos zapatos negros con un tacon de cinco centimetros, seque mi cabello y me hice unos caireles que caian por mi espalda, arreglandola con una peineta de flores rojas.
Gerard entro a la habitacion, vestido con un traje completamente negro y una corbata del mismo color.
-Te ves muy bien.
-Tu tambien.
-Te traje un regalo para que combine con tu vestido.- dijo sacando una caja en la cual habia un hermoso collar de flores negras con rojar, era simplemente perfecto.
-Dejame ponertelo.-asenti con la cabeza y me voltee para levantar mi cábello, el coloco el collar en su lugar y yo me gire para verlo a los ojos.
-Ya es hora.-dije y le di un pequeño beso en los labios para luego bajar a la sala principal donde todos estaban sentados.
Yo no era tonta y en caso de algun percance, llevaba mi arma lista, escondida entre mi pierna jinto con mi navaja, Gerard bajo y justo en ese momento sono el timbre.
Me levante para abrir la puerta y tras ella se encontraba una señorita alta, de piel morena, con el cabello peinado hacia atras y los labios pintados de rosa, vestia un vestido de un color verde agua y unos tacones que convinaban a la perfeccion.
-¿Señorita...?
-Way.-dije al volver de mis pensamientos.
-Serian tan amables de acompañarme hasta la limousina, por favor.
-Claro.
Hice una seña con la mano para que todos salieran.
Nos subimos a la limousina y el chofer comenzo a conducir.
-Mucho gusto, es un placer conocerlos, mi nombre es Scarlett, mejor conocida como "La condesa sangrienta".
-Creo que oi varias vece sobre usted,.-dije nerviosa.
-Tranquila querida, ustedes no estan en mi lista.
-Pero diganme ¿Cual es la historia de los Demolition Lovers?
Gerard le comwnzo a narrar la historia mientras ella prestaba gran atencion y me felicitaba por mis agallas, nos dio varios consejos para cometer el "crimen perfecto" y se sorprendio de la pasion, poesia, metafora que escondia nuestro loco amor.
-Su historia es verdaderamente bizarra y descabellada.-dijo con una sonrisa.
-Lo se.- dijo Gerard.
-Me alegra tenerlos aqui chicos, aunque debieron disfrutar mejor su vida ahora es muy tarde para eso, asi que por favor acostubrense al ambiente, la diversion que esto les puede traer, se que esta no es la vida que planearon, pero es la que tienen ahora asi que disfrutenla, llevan años tratando de encontrarme y no han podido conmigo asi que confio en que ustedes duraran mucho mas.-dijo con total seguridad.
Ella era alguien a quien no le asustaba la sangre, no le causaba ningun remordimiento matar a sangre fria, simplemente lo disfrutaba, su vida era esa y para ella era un placer el vivirla asi y Gerard y yo en eso nos estabamos convirtiendo, era un placer el poder que teniamos, como se podia destrozar a una persona por dentro sin necesidad de una sola palabra, como una insignificante bala producia tanto temor en alguien que era diez veces mayor que ella, como una cosa de apenas dos pulgadas podia ser tan letal que acabaria destrozandote y convirtiendote en un mounstro como podia arrebatarte cada gota de cordura y hacerte perder lo que mas amas en un segundo.

Hasta El Final (Gerard Way) ¡EN EDICIÓN!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora