Después de un gran tiempo fuera, decido regresar actualizar este yuri. Espero que sea de su agrado.
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Dipper toco la puerta de la casa de la rubia y tardo alrededor de cinco minutos para que le abrieran. Ya no tenía ese pants, si no que vestía un vestido negro sin mangas, botas largas hasta las rodillas y su cabello lo traía suelto y aún tenía sus gafas negras. Trago un poco de saliva.
— ¿No quieres entrar?— pregunto Belle mostrando una ligera sonrisa mientras le daba espacio para entrar.
—Pensé que saldríamos o algo así— señalo confundida para escuchar una leve risa.
—Claro que lo haremos, pero todavía me falta arreglarme y no quiero que te congeles afuera— explico para jalarlo sin esperar alguna respuesta— no me voy a tardar nada.
—Eso dicen todas las mujeres— dijo divertida, aunque pensaba de que estaba hablando. Se veía hermosa así.
—Yo no soy como todas las mujeres, Dipper Pines— negó — acomódate en la sala y no te quejes— suspiro para irse, seguramente a su habitación, sin esperar algo que pudiera decir.
Sin poder hacer nada más que lo que le habían pedido se fue a la sala. Era bastante bonita y lujosa. Como había prometido Belle, no tardó mucho en aparecer. Ahora su cabello estaba peinado en una coleta alta con un lazo negro en forma de moño decorándolo y las gafas negras ya no estaban para mostrar aquellos ojos maquillados.
—Cada vez me sorprendes, Belle— se levantó.
—Yo siempre sorprendo a todo— altiva, puso sus manos en su cintura— ¿podemos salir? Vayamos a cenar algo, me muero de hambre— hablaba rápido mientras iba a la salida donde le siguió— Dipper ¿me estas escuchando?— pregunto cuando estaban afuera. Ella no tardó mucho en borrar esa sonrisa boba de su rostro.
—Sí, te estaba escuchando— se estremeció al ver la cara de escepticismo de la rubia.
— ¿Qué fue lo último que te dije?— pregunto.
—Dipper ¿me estas escuchando?— rio al sentir como le golpeaba ligeramente el hombro.
—Como sea, debemos irnos— fue hacia su auto — hoy tendremos una buena velada y yo lo aseguro.
—Entonces estoy en buenas manos— se fue con ella que asintió de forma efusiva.
—Oh, claro que sí.
...
Dipper miraba con asombro como la rubia devoraba su hamburguesa doble de quedo como si su vida dependiera de ello. A su simple vista, pensaba que Belle era como la clase de chicas que se veían como ella: de las que solo salían a tomar algo y si llegaban a comer algo sería una obligatoria ensalada. No como ahora que estaban en un McDonald's cualquiera. Y eso le gustaba.
—Te vas atragantar con algo así— tomo un trago de su malteada.
—Lo siento— murmuro cuando había acabado su bocado— es que no he tenido tiempo para comer entre los ensayos y los preparativos de la boda, por mí me comería una vaca entera— alzo sus brazos, dramatizando el enorme hambre que sentía— además iré a vomitar todo cuando no te des cuenta— sonrió dulce mientras comía una patata frita.
—Espera ¿Qué?— pregunto horrorizada cuando dijo eso con tanta naturalidad.
—Por supuesto que no, vaya que eres tonto— negó divertida— jamás haría algo tonto como eso— divago.
—Ya veo— se sentía con una vergüenza que no aguantaba— y Mabel me dijo que estabas de buen humor— cambio de tema.
— ¿Yo?— arqueo una ceja, como si hablaran de otra persona — creo que sí, no estoy segura— divago un poco— he escuchado que me temen, no es que me molesta, solo me gusta tener el control de todo y quiero que la obra sea perfecta. Solo no aguantan nada.
—Como Kubrick— murmuro, esperando que el comentario no saliera inapropiado.
—La Kubrick del teatro, no suena mal...eres demasiado creativo— se levantó— ¿podemos ir a comer algo dulce después de esto?
—Te va hacer daño comer tanto, Belle— le miro preocupada pero ella solo negó.
—No actúes como si fueras mi padre, además quiero pasear también— se cruzó de brazos obstinada.
—Bien— resignada, le dio la razón. Parecía que Belle le gustaba tener siempre la razón y ella no tenía la voluntad para contradecirla. Además, después de decir eso parecía más relajada para seguir comiendo como si nada.
...
Ambas caminaban por un parque mientras comían distraídamente un helado. Estaba bien alumbrado, pero apenas había gente en el lugar. La castaña vio de reojo a su compañera que parecía estar perdida en sus propios pensamientos.
—Belle ¿puedo preguntarte algo?— la mencionada detuvo sus pasos para mirarle confundida— ¿Por qué me invitaste a salir?
—Supongo, que me inspiras confianza — se encogió de hombros.
— ¿Qué?
—Lo sé, es demasiado raro— rio nerviosa— casi no tengo amigos, si hablo con alguien es por el trabajo y eso y tú me caes mal. Aunque— hizo una pausa viendo como Dipper le miraba más extrañado— no deberías, puedes ser un demente peligroso.
—Yo no sería algo así— negó.
—Lo sé— suspiro un poco.
—Belle.
— ¿Vamos a los columpios?— pregunto abruptamente — los vi cuando pasamos cerca, sería divertido.
—Eso es muy infantil— rio sincera para sentir como le jalaba, tomándole de la mano.
— ¿Y eso qué? Puede que tenga 30 años pero vamos, será divertido— insistió para llegar al área de juegos del parque que estaba algo solitario— hay...que revivir nuestra infancia, Dipper. Bueno en mi parte seria vivirla por primera vez— lo último sonó bastante forzado—No me hagas caso, lo siento, no sé qué me pasa— negó para querer jalarle de nuevo— vámonos a casa— susurro siento detenida por Dipper quien no entendía como demonios cambiaba tan rápido de humor.
—Sí, tienes razón seria lindo jugar un poco— asintió — no tiene nada de malo lo infantil, Belle.
— ¿Por qué no? Te reíste— parecía que le estaba reprochando.
—Me pareció mono y tierno entonces ¿Por qué no hacerlo?
—Yo no te entiendo— confeso de forma franca para sonreír ampliamente— vamos— corrió a los juegos. Parecía como una niña pequeña y él le siguió. Todo el cansancio parecía que sa había ido.
..
—Realmente fue una buena velada— miro su casa por la ventana del auto de Belle — ¿nos veremos de nuevo?
—Yo te lo dije y por supuesto que si aunque estaré bastante ocupada, digo, tengo que ver tantas cosas y creo que algo saldrá mal.
—Eres buena en lo que haces, dudo que hagas algo mal.
—No digas eso— sintió sus mejilla arder— vamos ve a casa, necesitas descansar— le apuro.
—Bien—suspiro para acercarse y besar su mejilla— nos vemos— se despidió para bajar del auto e ir a su casa donde seguramente Mabel le estaba esperaba ansiosa, preguntando porque se estaba tanto.
Belle se quedó unos minutos, tocando la mejilla donde la había besado ¿Qué demonios estaba pasando? Sintió un nudo en la garganta cuando arranco el auto. Tenía que dejar de pensar en cosas raras. Lo malo es que ella era rara.
Continuara.
Bueno, espero que haya sido de su agrado nos vemos en la continuación.
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Tras bambalinas (Fem!BillDip)
FanfictionLa había conocido en aquella fiesta de disfraces. No podía evitarse sentirse fascinada por la forma delicada que conformaba aquella mujer de cabellos rubios. Estaba dispuesta a lo que fuera a que estuviera a su lado, que fuera suya incluso mentirle...